miércoles, 4 de diciembre de 2019

Mensajes de Cristina para jueces y la sociedad

Clarín


04/12/2019 - 22:54



Mensajes de Cristina para jueces y la sociedad

Podría haberse negado a declarar. Prefirió montar un show político. Pero el juicio va a seguir.



Cristina Kirchner, el lunes, durante su 
presentación en los Tribunales de Comodoro Py



  Ricardo Roa
                                                                   Del editor al lector


Cristina hizo lo que ningún hijo de vecino se atrevería a hacer: increpar y desafiar a los jueces que deben decidir si es inocente o culpable de maniobras de corrupción con la obra pública de Santa Cruz.

Y lo hizo sin que los jueces se lo impidieran como se lo hubieran impedido a cualquier hijo de vecino. No le llamaron la atención ni llamaron a su abogado para que la frenara. Ella no aceptó contestar ninguna pregunta y dijo todo lo que quería decir. Más aún, les dijo a los jueces: los que deben responder preguntas son ustedes. Dos entre varias posibilidades de por qué no reaccionaron. Una: se callaron para que ella no diga que le coartaban el derecho a defenderse. Otra: Cristina mete miedo.


En cualquier caso, que una ex presidenta y vicepresidenta electa se comporte de esa manera ante la Justicia es el peor mensaje que puede dar a la sociedad. Podía haberse negado a declarar pero prefirió montar un show político. El mensaje que dejó es grave: yo hago lo que quiero.

Hizo lo que quiso con jueces que recién empiezan a intervenir en la causa y a los que en los hechos cuestiona que la juzguen. En la causa ella fue procesada por otro juez que hizo la instrucción. Otra paradoja: son jueces en su mayoría designados en su gobierno.


Cristina hizo todo lo que creyó que le convenía sin preocuparse por las reacciones que provocaría. Pero el juicio va a seguir a menos que ella o las operaciones de sus abogados logren frenarlo. En la Corte hay unos diez recursos para postergarlo. Y hasta hubo un guiño de la propia Corte cuando en mayo reclamó sorpresivamente el expediente para analizarlo. Todavía lo analiza pero dicen que por ahora no hay pronunciamiento a la vista.

Uno de esos recursos considera que la denuncia es cosa juzgada porque ya se trató en los tribunales de Santa Cruz. En la provincia fue sobreseído Báez. No lo fue ella ni lo fue De Vido, que presentaron el recurso. En otro recurso piden una ampliación de pruebas y hacer el peritaje de todas las obras denunciadas. El juez y el fiscal enfocaron la instrucción en cinco de esas cincuenta y un obras. Eso llevó un año. ¿Con comprobar la corrupción en cinco no alcanza?




Saludo. Cristina Kirchner, el lunes, al retirarse
de los tribunales de Comodoro Py luego de
su presentación. (Maxi Failla)




En el laberinto judicial hay cosas bien claras. Santa Cruz fue más que privilegiada con los fondos nacionales de la obra pública: hubo años en que recibió más plata que Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe juntas. Lázaro Báez pasó de empleado bancario a empresario de la construcción un mes antes de que Kirchner llegara al poder. Fundó Austral Construcciones, compró otras empresas y cartelizó la obra pública de tal modo que ganaba todas las licitaciones.

Con gran rapidez se hizo muy rico. Otro privilegio: logró que Vialidad de Santa Cruz controlara el uso de los fondos que le daba Vialidad Nacional. Nadie consiguió eso. Están probados sobreprecios y obras facturadas sin finalizar. Y Báez cobró hasta el último peso antes de que los Kirchner dejaran el gobierno.

A Cristina le tocará el año próximo declarar o hacer lo mismo que acaba de hacer en al menos otros tres juicios orales. Son los de la ruta de dinero K que llevó el juez Casanello, el de los cuadernos de la corrupción de Bonadio y uno que completa la historia de la obra vial santacruceña: el de Hotesur.

Hotesur no es otra cosa que un ida y vuelta de esta causa. Los altos alquileres que Báez pagaba en los hoteles de la familia Kirchner pero que no ocupaba. Serán estos otros tiempos, pero las causas son las de siempre.

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