jueves, 30 de abril de 2020

Tercera Edad...


Vanoli fue echado por el Gobierno… pero fue nombrado director titular de Edenor





30/04/2020



Vanoli fue echado por el Gobierno… pero fue nombrado director titular de Edenor




¿Qué nos estamos perdiendo?




Este miércoles, el Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero, le solicitó la renuncia al titular de la ANSES, Alejandro Vanoli.

Las razones esgrimidas por fuentes oficiales sólo mencionaron que la decisión de Cafiero se debe a la necesidad imperiosa de contar con una gestión en el organismo "más dinámica y cercana a las necesidades de la gente", en el marco de la emergencia general generada por la pandemia de coronavirus.

No obstante, lo curioso es que, si bien no seguirá en la ANSeS, sí quedará como director por el Estado en el directorio de Edenor, tal cual puede verse en el documento al pie, publicado ayer mismo al mediodía, mucho antes de conocerse la “eyección”.

Es toda una paradoja, ya que uno de los argumentos esgrimidos para echar a Vanoli fue el de haber perdido representación oficial en empresas por no presentarse en las asambleas.

“Una era Techint, donde Miguel Ángel Toma tomó notoriedad como vocero en medio del tironeo oficial entre la constructora y el Gobierno por los despidos. Otra fue Telecom, donde -decían- se olvidó de proponer como director a una pieza de Cristina Fernández de Kirchner en el gabinete, el ministro del Interior, Eduardo Wado De Pedro”, según explicaron los colegas Sebastián Iñurrieta y María Iglesia.

¿Cómo se entiende entonces el nombramiento de Vanoli en Edenor? ¿Qué tipo de intercambio o transacción ha hecho el gobierno que desconocemos?


En estas horas se discute quién reemplazará a este en la Anses: por un lado se habla de su “segundo”, Santiago Fraschina, un kirchnerista a ultranza.

El otro es “Juanchi” Zabaleta, intendente de Hurlingham y referente del peronismo bonaerense.



El “centinela” emocional de Cristina Kirchner decidirá el futuro de Alberto Fernández






29/04/2020



El “centinela” emocional de Cristina Kirchner decidirá el futuro de Alberto Fernández


 Por  Carlos Berro Madero


Muchas personas deben haberse enfrentado alguna vez en la vida con situaciones en las que uno de sus interlocutores les confesó algo así como: “me volví loco y la cabeza me estalló”, tratando de justificar algún exabrupto.



Al respecto de este súbito descontrol, la ciencia médica señala que existen individuos que estallan reiteradamente ante un hecho que rechazan por la acción espontánea de un racimo de estructuras interconectadas que se alojan sobre el tronco cerebral, cerca de la base del anillo límbico, que son incapaces de dominar y/o reconocer.


En efecto, existe una pequeña “amígdala” (estructura subcortical que “integra” adecuadamente las emociones) que es una pieza clave para la supervivencia y se aloja en el lóbulo temporal del cráneo, la cual se “separa” funcionalmente en algunas ocasiones del resto del cerebro, generando una incapacidad para apreciar el significado de algunos acontecimientos, lo que provoca una suerte de “ceguera cognitiva”.


Solo así pueden explicarse ciertos “arranques” públicos descontrolados de Cristina Kirchner –sobre todo los que viabiliza a través de incendiarios “twiter”-, mediante los cuales pone “en acción” sus pensamientos de manera extemporánea.


Estas reacciones le han granjeado con el tiempo un generalizado repudio entre aquellos que se sienten agredidos por las características de “explosiones” cuyos signos distintivos son la altanería, la soberbia y la ira.


Joseph Ledoux, prestigioso médico neurólogo y científico contemporáneo, miembro de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos, forma parte de la vanguardia de quienes han trazado un nuevo mapa del cerebro “en funcionamiento”, explicando así misterios que algunos otros estudiosos consideraron impenetrables en otros tiempos.


La pregunta del caso es: ¿por qué algunas personas se vuelven irracionales con tanta facilidad?


Muy posiblemente, explica Le Doux, porque la mencionada amígdala “explota” inesperadamente, a partir de lo cual el individuo se pregunta si lo que debe afrontar es algo que detesta, o le hace daño, o lo pone frente a algo que teme. Cuando la respuesta es afirmativa, REACCIONA TELEGRAFIANDO UN MENSAJE DE CRISIS A TODO EL CEREBRO.


A partir de allí, se desencadena una suerte de “artillería pesada” -como si se tratase de una descarga eléctrica-, que provoca la suspensión de su mente racional, dejándolo a merced de emociones QUE PASAN A TENER “MENTE PROPIA”, por decirlo de alguna manera.


Cristina demuestra sufrir también otro rasgo característico de estos casos: hacer siempre elecciones desafortunadas, revelando su obsesión respecto de asuntos que no deberían conmover su discernimiento, para lograr moverse en la dirección correcta utilizando razones de pura lógica.


Se ha determinado que muchas personas con condiciones naturales brillantes que sufren este mal, suelen ser pésimos conductores políticos.


Algo que en el caso de Cristina quedó en evidencia sobre todo en su segunda presidencia –ya lejos del “tutelaje” de su esposo fallecido-, que resultó una suma de dislates e incoherencias y terminó en una pésima selección de sus colaboradores inmediatos.


El hecho de que algunos de ellos la hayan acompañado hasta hoy – vapuleados indignamente por ella con frecuencia-, indica que no ha podido desentenderse aún de su falta de control emocional y sigue siendo una persona incapaz de generar empatía con los demás.


Sospechamos que muchos de aquellos que la idolatran –“bebiendo” arrobados ciertas frases revolucionarias de entrecasa-, la utilizan para avanzar políticamente cobijados bajo un estandarte portentoso que les proporciona la “abogada exitosa” y que, sin ella, sería mucho más difícil de izar.


Muchos de ellos integran las huestes que rodean a otro ícono del falso progresismo, su hijo Máximo, un retoño que administró los fondos “caseros” más oscuros de la familia Kirchner-Fernández al fallecer su padre, quien, de la noche a la mañana y sin antecedentes de fuste alguno, ha recibido el espaldarazo de los que ven en él una llegada “limpia” a la inestable, pero todavía influyente, psiquis de su madre.


A tenor de lo expresado hasta aquí, es muy posible que Alberto Fernández haya advertido, gracias a la inesperada aparición del Covid-19 y sus implicancias políticas, que no debe tratar de resolver por el momento problemas creados por un cristinismo batallador e indigerible, evitando hundirse de tal modo en sus trampas a como dé lugar.


Su tarea podría consistir en tratar de no quedar encerrado en cuestiones ideológicas ultrarrevolucionarias que propone un “subsistema” regido por la épica grandilocuente de su socia política, basado en dogmas donde se entremezclan confusamente los conceptos de “redistribución”, “rentabilidad” y “derechos humanos”, estableciendo a través de ellos una lógica parcial para señalar amigos y enemigos.


A pesar de su formación nacionalista (de mate corrido y erudición folklórica con pañuelo al cuello), Alberto Fernández parece ser más cauto de lo que podía sospecharse al respecto de estas cuestiones, evitando entremezclarse con algunas ideas arcaicas que el mundo ha superado, en países que han comprendido cuáles son las exigencias que plantea una modernidad montada sobre nuevos conocimientos científicos y tecnológicos.


Es probable que exista una sutil partida de ajedrez librada entre las sombras del poder, que termine en algún tipo de “jaque” (¿será a la “reina”?), en el que uno de los dos interlocutores de la alianza “sui generis” que ambos celebraron, logrará desplazar al otro.


Por ahora, la pandemia le ha dado un alfil “extra” al Presidente quien ha mejorado su imagen en algunas encuestas que trascendieron, lo que parece haber enardecido a Cristina quien ha retomado (a través de sus personeros) el ímpetu discursivo que siempre la caracterizó.


Si la fortuna se inclinase del lado de Alberto al final del proceso, digamos “depurativo”, podríamos ver recién entonces cuáles son las cartas de su baraja y sabremos a ciencia cierta qué características tendrá nuestro futuro, que se ve hoy bastante incierto como consecuencia de las “faltas” que han acumulado sus principales protagonistas, cada uno “a su manera”, como hubiera dicho Paul Anka.


Allí se pondrá en evidencia si la “versión” Alberto más Cristina no son más que las dos caras de una misma moneda, o si el “volumen” personal del “presidente-comunicador power point” es algo diferente.


De uno u otro modo, tenemos la impresión de que cualquiera sea el desenlace, nada bueno nos espera. Quizá porque, como decía el Dr. Ricardo Monner Sans (abuelo), “el que no sabe, no sabe que no sabe”.


A buen entendedor, pocas palabras.


Carlos Berro Madero

¿Burros diplomados?




30/04/2020

CARTAS DE LECTORES



¿Burros diplomados?





por  Alfredo Nobre Leite




Señor director:

Llama poderosamente la atención que ante una consulta periodística sobre un niño de primer grado que no puede asistir a las clases en el marco del covid-19, y, por ende tal vez no podría hacerlo hasta septiembre, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, respondió que el año próximo pasaría al segundo grado, lo que es inadmisible por cuanto de ese modo lo que hace el Estado es graduar burros diplomados. Es de toda evidencia que es fundamental la formación educativa y la asimilación de conocimientos que se adquieren estudiando y de esa manera aprehender lo que se le enseña para que sepa cuando es dos más dos, la escritura y la lectura, conforme a la edad, ir evolucionando hasta llegar al sexto grado, con la acumulación de conocimientos; para pasar a la enseñanza secundaria, y, eventualmente, acceder a la universitaria.

De modo que es elemental que los niños desde el primer grado adquieran todos los conocimientos de acuerdo con sus edades, seguir evolucionando con la acumulación de conocimientos: y le digo al ministro Trotta que sin ello, hacer pasar de grado a los infantes, en el marco de la pandemia, es un mal que se les hace, por cuanto no les servirá de anda, provocando su fracaso a medida que se compleja el conocimiento, que implica entendimiento previo, ya que caso contrario, se terminará en el fracaso, diplomando “burros diplomados”.

¡Que le quede bien claro al ministro Trotta!

Con cordiales saludos,

Alfredo Nobre Leite

DNI 18.221.024

VENEZUELA ; toda la verdad en un Video "muy fuerte"

CARTAS Y NOTAS DE NUESTROS AMIGOS

29/04/2020



VENEZUELA

Toda la verdad, en un VIDEO "muy fuerte", pero real y sin censura


LINK:



https://youtu.be/CzTtqmc5Uvg

Es bastante extenso, pero muy bien vale la pena verlo y a la vez confirmar todo lo que ya sabemos y mucho más



Muchas gracias al envío del Amigo, P.B. 

¿También son Héroes?

CARTAS Y NOTAS DE NUESTROS AMIGOS


29/04/2020


¿También son Héroes?


Todos nosotros seres humanos, sin excepción estamos padeciendo los efectos letales del corona virus, a unos nos afectó más que a otros, y lamentablemente a los Adultos Mayores , con consecuencias lapidarias.-

En ese contexto se configuró la cuarentena, siendo su prioridad absoluta el de apuntalar y preservar el sistema de salud de la sociedad. Se acordaron protocolos para cubrir las necesidades de los más vulnerables, los Adultos Mayores sin distinción alguna.-

Si bien era necesario e imprescindible el cuidado de las personas de edad más avanzada, no se tuvo en cuenta a no pocos Adultos Mayores que seguían en pleno ejercicio y no estaban fuera de servicio.-

Es así que somos consiente, que este virus con su bastonera parca, se regocija danzando su mejor melodía en los Geriátricos, meros Asilos que cuando traspasamos sus umbrales nos recibe una temprana muerte al despojarnos del más preciado de los tesoros el hogar rodeados de los que dicen ser nuestros seres más queridos, sin olvidar gracias a nuestra sapiencia que el exilio fue la peor condena en la Antigua Grecia.-

De acuerdo a ello, es de suponer que en este descubrimiento de nuevos héroes en su mayoría anónimos, que en el día a día están dando su preciada vida por su prójimo, también aquellos que sufren el aislamiento y el exilio merecen ser considerados de la misma manera Héroes.-

LIc Roberto Fiordalisi Saravia

DNI N° 4546552

Muchas gracias por el envío, al Amigo  Roberto Fiordalisi Saravia

“Llevame, igual mañana me voy de nuevo”,

Infobae



29 de abril de 2020



Robó una heladería, la Policía lo detuvo y descubrieron que había sido excarcelado 24 horas antes

Federico Benvenuto, de 33 años, estaba preso en la cárcel de Marcos Paz. “Llevame, igual mañana me voy de nuevo”, les dijo a los agentes tras ser capturado por robar un local en Almagro

 Play

El momento de la detención de Benvenuto





















Federico Benvenuto, de 33 años, salió el martes de la cárcel de Marcos Paz. Su tiempo fuera de las celdas, sin embargo, fue efímero. El miércoles por la tarde, la Policía de la Ciudad lo encontró robando un comercio de Almagro y lo detuvo.


Apenas unas horas después de que la Sala III de Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional aprobase su salida de la Unidad 2 del penal bonaerense, Benvenuto volvió a delinquir. Cerca de las 16.20 del miércoles, entró a una heladería ubicada sobre la avenida Rivadavia al 4500 y se llevó la recaudación del día, $620.


Minutos más tarde, dos efectivos de la fuerza porteña que circulaban por la zona observaron al delincuente correr entre los peatones, dándoles empujones, lo cual les llamó la atención. Los oficiales lo persiguieron y lo alcanzaron en la intersección de las calles Yatay y Lezica.


La sorpresa llegó al momento de identificarlo: los oficiales encontraron en uno de sus bolsillos un oficio donde figuraba que ayer había sido liberado de la cárcel de Marcos Paz por el Tribunal de Casación.

Al consultarle por esto, Benvenuto increpó a los uniformados y, según relató el parte policial difundido en los medios, aseguró que le habían dado la libertad para evitar la propagación de la pandemia del COVID-19. A su vez, mientras era arrestado, el detenido gritó de forma irónica: “Qué me importa que me lleven preso, ayer (por el martes) salí del penal de Marcos Paz por el coronavirus. Llevame, igual mañana (por el jueves) me voy de nuevo”.




El oficio que el detenido llevaba entre sus pertenencias



Sin embargo, posteriormente trascendió un fallo judicial que contradijo la versión de que había sido liberado en el marco del polémico fallo de la Cámara de Casación Bonaerense, que benefició a más de mil delincuentes condenados con la prisión domiciliaria.


“Ante la posibilidad latente de que no se encuentre psicológica y/o psiquiátricamente apto para comprender la criminalidad de sus actos y además para discernir acerca de los avatares que demandan su capacidad de afrontar un juicio penal..., habrá de disponerse el cese de su detención cautelar, ordenar la libertad del imputado y disponer la inmediata intervención del Juzgado Nacional en lo civil N° 76”, especificó el escrito. En efecto, el hombre se había fugado del Hospital Borda a fines de 2019.

El caso quedó bajo la tutela del Juzgado Criminal y Correccional Nº 57 de Capital Federal, a cargo de la doctora Fabiana Galletti, y la Secretaría Nº 61, del doctor Osvaldo Vázquez. Benvenuto fue trasladado a la comisaría de la zona, donde quedó alojado a la espera de las actuaciones judiciales de rigor.



Benvenuto tiene más de 15 causas penales por 
diferentes delitos

N de R La Misère Porc:

¿Alguien en su sano juicio, puede pensar qué toda esta escoria que están soltando, se quedaría en su casa cumpliendo la cuarentena?

Estos delincuentes tienen la misma catadura que los integrantes del gobierno actual, por tal motivo es que los dejan libres. Será la mano de obra, tipo los tristes "colectivos" que operan en Venezuela y comenzarán su trabajo de asesinar inocentes, en cuanto esto explote por los aires; cosa que no demorará mucho en ocurrir.

¿De qué derechos humanos nos hablan? ¿Y los derechos humanos de las próximas víctimas? Es decir de los que estamos del lado de afuera de las cárceles. 

Esto sólo es el comienzo de la doctrina Zaffaroniana. Los delincuentes son las víctimas y las víctimas tienen la culpa de que ellos, todos, sean tan HIJOS DE PUTA.

Caminando sobre hielo frágil

Clarín



29/04/2020 - 23:38


Caminando sobre hielo frágil

Cuando el virus pase y la inseguridad vuelva, las consecuencias políticas las sufrirá el Gobierno.


Alberto Fernández está en una encrucijada por la
liberación de presos. Lo mismo Kicillof.
Foto Marcelo Carroll




  Ricardo Kirschbaum
                                               Del editor al lector



El gran problema del doble discurso, que es un recurso constante de la política, es que quienes lo arman terminen confundiéndose con él. Cuando además ese doble discurso surge del mismo gobierno, sus efectos y consecuencias son más serios.


Con la suelta de presos, la aprobada, la que está en marcha y la que se quisiera aprobar, el problema es que el propio oficialismo tiene distintas miradas sobre el mismo problema. Y eso es cada vez más evidente. El principal perjudicado será el propio Alberto Fernández​ y esa pérdida de credibilidad, que había ganado con la lucha contra la pandemia aún en sectores que no lo votaron, se verificará probablemente en las próximas encuestas.


En un intento de fijar un eje que ordene internamente la estrategia, este miércoles en la Casa Rosada se negó que hubiera proyectos de indultos o conmutaciones de penas, como se pedía en el acta firmada en el penal de Devoto para terminar con la primera fase del motín. Ese documento fue producto de una insólita paritaria con los presos.


El segundo punto es desconocer cualquier involucramiento del Gobierno nacional en este impulso por liberar presos en medio de la pandemia. La responsabilidad, quieren decir en las cercanías de Fernández o de Kicillof​, es del Poder Judicial.

Devoto es una cárcel federal y este jueves habrá allí una negociación clave, si es que continúa en pie después del aparente recule político. Pero ¿qué pasa en la provincia de Buenos Aires?

Julio Alak, el ministro de Justicia de Kicillof (a pedido de Cristina), dice que no hay un plan oficial para liberaciones masivas y esa responsabilidad es de la Corte Suprema provincial y del sistema judicial.

Berni, secretario de Seguridad de Kicillof (a pedido de Cristina) se ataja poniéndose del lado de las víctimas de la delincuencia, y tajante se opone a las liberaciones.



Motín en la cárcel de Villa Devoto, el viernes último,
Foto Juano Tesone



Massa (no a pedido de Cristina) se diferenció. Pronosticó que los jueces que liberen livianamente presos pueden tener juicio político. Lugones, el titular del Consejo de la Magistratura que proviene del vientre del sistema bonaerense, le replicó en el acto: no pasarán.

Que las cárceles bonaerenses estaban superpobladas es un problema que viene de hace mucho tiempo. Del tratamiento muchas veces vejatorio en todo sentido que reciben los internos, también. Las denuncias se amontonan y no hubo una respuesta concreta del Estado. Que existía la intención de “aliviar” las cárceles antes del virus era público. Todo esto es real tanto como el aprovechamiento de la situación para otros objetivos. Si sirvió para Boudou y, casi, para Jaime, sirve para todos. De allí a hablar de conmutación de penas o de indulto solo hay un paso.

El Gobierno está caminando sobre hielo frágil. El peligro de un grave descontrol que añada aún más desgaste político, directo o indirecto, al oficialismo está presente.

Según una excelente nota que publicó Héctor Gambini en Clarín hay un “mecanismo” en marcha para liberar presos en el que intervienen jueces y funcionarios provinciales, además de militantes del ala más a la izquierda del Frente de Todos.

El virus dejó a la inseguridad en segundo plano. Cuando la pandemia pase y vuelva la “normalidad”, es decir la inseguridad, la factura la pagará Fernández.

El doble discurso, o mejor dicho la ambigüedad, en nombre del equilibrio interno de la coalición oficial, tendrá costo.

Un presidente incómodo en el Mercosur

LA NACION


29 de abril de 2020 


Un presidente incómodo en el Mercosur

                              LA NACION


Algo le falta (o le sobra) a una política exterior cuando el Presidente debe remendar permanentemente lo que se dijo o se hizo el día anterior. El lunes, Alberto Fernández habló 45 minutos por teléfono con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, para suturar las heridas que había dejado el propio mandatario argentino cuando habló por videoconferencia con varios dirigentes de la oposición chilena.

Alberto Fernández les aconsejó a estos que se unieran para ganarle en la próxima elección al partido de Piñera. Esa conversación motivó una formal queja del gobierno chileno al argentino, que se manifestó en la expresión de "profunda extrañeza" de la administración de Piñera por lo que había pasado.

Ayer, el Presidente debió hablar durante media hora con el mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, para aclarar las declaraciones de su canciller y de él mismo sobre el Mercosur. Alberto Fernández había desafiado el día anterior a los socios de la alianza sudamericana, en una entrevista radial, a que disolvieran el Mercosur si cada uno quería negociar tratados de libre comercio por su cuenta.

El viernes, el canciller Felipe Solá anunció que la Argentina se levantaba de todas las negociaciones de libre comercio que está llevando a cabo el Mercosur, salvo las de la Unión Europea. Pareció el principio del fin de la presencia argentina en esa alianza de países creada en 1985 por los entonces presidentes Raúl Alfonsín, de la Argentina; José Sarney, de Brasil, y Julio Sanguinetti, de Uruguay. El Mercosur y la democracia como sistema político son las dos únicas políticas de Estado argentinas que perduran desde hace casi 37 años.


En aquellas declaraciones radiales, Alberto Fernández señaló que Macri y Bolsonaro iniciaron una política en la que cada país hacía sus propias alianzas comerciales. Esa afirmación le sirvió como argumento para respaldar la teoría de que los países sudamericanos querían ir cada uno por su lado. El Mercosur debe respetar un viejo acuerdo, el de Ouro Preto, que le dio jerarquía institucional internacional, según el cual los tratados de libre comercio deben ser negociados por el organismo, no por sus países miembros en particular.

En rigor, el primer país que buscó un acercamiento propio con otras alianzas regionales fue Uruguay durante los gobiernos del Frente Amplio. En 2012, la administración de Pepe Mujica se convirtió en país observador de la Alianza del Pacífico (integrado por México, Perú, Chile y Colombia), y cinco años después, en 2017, durante la gestión de Tabaré Vázquez, Uruguay fue aceptado como Estado asociado por esa alianza. Es cierto que Macri promovió siempre el acercamiento del Mercosur a la Alianza del Pacífico, pero también es veraz que siempre aclaró que debía "hacerse desde el Mercosur". La historia es como es.

Hay una primera pregunta que cualquier presidente argentino, más allá de la historia y de las ideologías, debe hacerse: ¿puede la Argentina prescindir del Mercosur? La respuesta es simple: no. Dentro del Mercosur está Brasil, que es el primer destino de las exportaciones industriales argentinas. Es también el primer socio comercial del país. La industria automotriz argentina no tendría destino sin Brasil. El comercio con Brasil es el gran creador de puestos de trabajo industriales en la Argentina. Además, Brasil es el principal comprador de trigo argentino. Desde ya, en Brasil está Jair Bolsonaro, un presidente imprevisible y caótico, mal hablado y poco respetuoso de las reglas de la diplomacia sobre la cortesía necesaria con los gobiernos de otros países.

Los primeros chisporroteos entre Bolsonaro y Alberto Fernández comenzaron cuando el argentino era presidente electo. Bolsonaro lo maltrató verbalmente, y el argentino le replicó de la misma manera. Luego, las cosas se calmaron. Bolsonaro hizo algunos gestos: recibió al canciller Solá, y al que en ese momento se creía embajador argentino ante Brasil, Daniel Scioli. Scioli se presentó luego en el Congreso argentino, permitió el quorum en Diputados a una reunión clave para el Gobierno y aclaró que todavía no era embajador en Brasil. Cosas de argentinos, no de brasileños.

Alberto Fernández no hizo ningún gesto posterior de acercamiento a Bolsonaro. Es imposible que Bolsonaro cambie a estas alturas de su vida y es inconveniente, al mismo tiempo, que la Argentina rompa con el Mercosur. ¿Qué hacer entonces? Los líderes racionales tienen la obligación de quedarse cerca de los presidentes inciertos para convencerlos (o intentar, al menos) de la bondad de políticas sensatas. Irse no es una opción, salvo que la ideología pueda más que los intereses concretos del país.

Es cierto, como dice el Gobierno, que la crisis económica provocada por la pandemia del Covid-19 pondrá en riesgo la estructura productiva de los países. Las grandes potencias económicas, que también están en recesión, tratarán luego de la crisis sanitaria de colocar sus exportaciones en los países menos fuertes. Y es cierto también que hasta los empresarios brasileños están preocupados, sobre todo por las tratativas de libre comercio del Mercosur con Corea del Sur.

Pero la Argentina contribuirá más a resolver esos problemas estando dentro de la negociación que fuera de ella. Todos los acuerdos de libre comercio estarán en discusión después de la pandemia. Hasta el acuerdo con la Unión Europea entrará en una fase de sucesivas postergaciones, también desde Europa. Es igualmente verdadero que el poderoso ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, viene anticipando que si la Argentina quisiera cerrar las puertas del Mercosur a otras alianzas, Brasil se iría de la alianza del sur de América.

Guedes ha tenido también en los últimos días frases destempladas (cuando no ofensivas) hacia la Argentina. No es solo Bolsonaro; es un estilo de gobierno que responde a los modos de Bolsonaro. Las cosas serían mucho más tolerables si, en cambio de lo que sucede ahora, la diplomacia argentina estuviera más activa en Brasilia. O si Alberto Fernández hubiera promovido un encuentro personal con Bolsonaro cuando podía hacerlo. Ahora, por al aislamiento que impone la pandemia, es imposible. Las oportunidades que se pierden no se recuperan más.

Alberto Fernández debe sentirse incómodo en la región. Está rodeado de países gobernados por líderes de corrientes políticas opuestas a la suya. Bolsonaro en Brasil; Piñera en Chile; Lacalle Pou en Uruguay; Abdo Benítez en Paraguay, y Jeanine Áñez en Bolivia. Piñera podría darle consejos sobre cómo sobrellevar tales soledades. En su primera presidencia, entre 2010 y 2014, debió convivir con Cristina Kirchner en la Argentina; Pepe Mujica en Uruguay; Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, y Evo Morales en Bolivia.

El presidente chileno pasó esos años desparramando simpatía entre políticos que nada tenían que ver con él. Hasta Cristina Kirchner -todo hay que decirlo- lo trataba afectuosamente. "Sebastián", lo llamaba familiarmente en público. La lección del político chileno, que antes fue empresario y no político, es que hay realidades que los presidentes no pueden cambiar. Solo debe primar en tales situaciones el interés nacional de sus países.

Un caso especial es el papel del canciller Felipe Solá. Fue él quien estiró la cuerda del Mercosur hasta extremos cercanos a la ruptura. Alberto Fernández trató ayer, en su conservación telefónica con Lacalle Pou, de poner paños fríos. Falta una conversación con Bolsonaro, presidente, guste o no, del principal país que integra el Mercosur. Los cancilleres están por lo general para moderar las posiciones de sus gobiernos o para encontrarles un modo simpático y diplomático. Fue así desde Dante Caputo hasta Rafael Bielsa.

Existe además la influencia en Alberto Fernández del dirigente político chileno Marco Enriquez-Ominami, amigo personal del Presidente. Enriquez-Ominami alcanzó ya un récord propio de derrotas políticas en su país. Nunca pudo ni contra los socialistas ni contra Piñera. El canciller exacerba las posiciones del Gobierno y algunos amigos del Presidente lo instigan a posiciones extremas. No debe extrañar, entonces, que Alberto Fernández deba recurrir permanentemente a la diplomacia del teléfono.

Por:  Joaquín Morales Solá

Las falacias tuiteras de Alberto sobre los presos





29/04/202



Las falacias tuiteras de Alberto sobre los presos




Nada de esto fue un error





En estas horas, las sensaciones aparecen encontradas. Unos están indignados, otros asustados, incluso hay quienes denotan preocupación. Refiere a la eventual liberación de presos, detrás de lo cual muchos ven la mano del gobierno de Alberto Fernández, con alcances que aún no han sido del todo precisados.

¿Cuántos quedarán libres? ¿Cuál será el patrón, si es que hay alguno? ¿Está realmente el oficialismo detrás del fenómeno que se observa en estas horas, donde más de mil reclusos ya han sido enviados a sus domicilios?


El presidente no es ajeno al malestar social que se vive en estas horas —las redes sociales son un espejo cabal de ello— y por eso ha decidido aclarar los puntos a través de su cuenta de Twitter. Es curioso, porque allí solo aporta confusión y engaño. Veamos:

Dice Alberto: “Es conocida mi oposición a ejercer la facultad del indulto. Digo esto en momentos en que una campaña mediática se desata acusando al Gobierno que presido de querer favorecer la libertad de quienes han sido condenados”.

Vaya "acto fallido", diría algún psicoanalista... nadie ha hablado de “indulto”, sino de conmutación de penas, beneficio que aparece mencionado en el documento que firmó el gobierno con los presos de Devoto y que fue publicado por Tribuna de Periodistas. Dicho sea de paso, ¿hay que presumir que se otorgue algún indulto puntual? Habrá que esperar.





Respecto de la presunta “campaña mediática”, es el típico caballito de batalla del kirchnerismo cuando intenta desligarse de sus propios “mocos”. Ellos se mandan las cagadas, pero la culpa siempre es de los periodistas que las dan a conocer.

Prosigue Alberto: “La Argentina, como todo el mundo, enfrenta una pandemia de enormes proporciones. El riesgo de contagio se potencia en los lugares de mucha concentración humana por lo que las cárceles se convierten en un ámbito propicio para la expansión de la enfermedad”.


El argumento no es válido, toda vez que se ha demostrado que los casos de coronavirus en prisiones federales argentinas se cuentan con los dedos de una mano.

Avanza el jefe de Estado: “Organizaciones internacionales como la Organización de Naciones Unidas o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han formulado recomendaciones para evitar que el hacinamiento en las cárceles ponga en riesgo la vida de los reclusos”.

Ídem anterior: está demostrado que en las cárceles federales argentinas no hay hacinamiento. Hoy en día el sistema cuenta con 119 plazas disponibles cuando hace un año la sobrepoblación era del 12,2 por ciento. Entonces sí se acumulaban los fallos sobre las condiciones de detención.

Avanza el presidente: “En el mundo, muchos gobiernos han dispuesto libertades tratando de minimizar ese riesgo. Algunos han conmutado penas, otros han indultado condenas y otros han dejado el tema en manos de la Justicia”.



Es conocida mi oposición a ejercer la facultad del indulto. Digo esto en momentos en que una campaña mediática se desata acusando al Gobierno que presido de querer favorecer la libertad de quienes han sido condenados
La Argentina, como todo el mundo, enfrenta una pandemia de enormes proporciones. El riesgo de contagio se potencia en los lugares de mucha concentración humana por lo que las cárceles se convierten en un ámbito propicio para la expansión de la enfermedad.

2.087 personas están hablando de esto


Es cierto, los ejemplos más concretos son EEUU, Francia e Italia. El tema es que esos países tienen un sistema de control inquebrantable. En la Argentina, ello no es así. Por caso, el propio Sergio Berni, ministro de Seguridad bonaerense, advirtió que la pretensión del control domiciliario de presos en el país “es un verso”. Nuevamente, hay que detenerse en la reiteración del término “indulto”. ¿Hay algo que aún no sepamos y se haya negociado con los reos?

Prosigue Alberto: “Formulo estas aclaraciones tan solo ante la malintencionada campaña que se ha desatado en redes y medios de comunicación induciendo a hacer creer a la ciudadanía que el Gobierno prepara una salida masiva de gente detenida en virtud de procesos penales”.

Ninguna campaña malintencionada: el mismísimo secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, ha pedido formalmente la liberación de corruptos de la talla de Luis D’Elía y Ricardo Jaime. Es sintomático que, luego de avanzar en tal sentido, nadie le haya pedido la renuncia.

Más allá de los tuits del presidente, diversos referentes K salieron a minimizar la cuestión. Uno de ellos fue el mega procesado Fernando Esteche, quien aseguró que las eventuales liberaciones beneficiarían solo a reos que cometieron delitos menores. Incluso provocó en su cuenta de Twitter, desafiando a que alguien le mencione a algún violador que hubiera sido liberado y enviado a su casa.

¿Habrá leído el líder de Quebracho el caso de Pedro Olmos, el violador de Burzaco que fue liberado y que vive a metros de la nena a la que violó? Por si fuera poco, en Cipoletti beneficiaron a una peligrosa mujer narco llamada Ruth Montecino.

Los referidos, ¿le parecerán delitos menores a Esteche? Habrá que preguntarle.

Finalmente, merece recordarse aquella vieja frase de Alberto Fernández, en 2012, cuando el concepto de impunidad parecía mucho más claro en su cabeza, en el marco del femicidio de Wanda Taddei.

“Siempre la impunidad produce desazón. La misma desazón que genera ver salir de la cárcel a Eduardo Vázquez a 10 días de su condena por femicidio”, dijo entonces el hoy presidente. Está claro que debería releer sus propios tuits.


miércoles, 29 de abril de 2020

VOMITIVO

POR FAVOR, VEAN ESTE VIDEO, PERO ANTES ASEGÚRENSE DE TENER A MANO...




YA QUE EL MISMO PRODUCE...



ES ALTAMENTE VOMITIVO, VER A TODAS ESTAS RATAS INMUNDAS JUNTAS




Gran cacerolazo nacional

Gran Cacerolazo Nacional 

 Jueves 30, 20:00 horas 

 Contra la liberación de los presos



Para decirle al Gobierno que no queremos que se libere a los presos, que no ha hecho esto ningún país del mundo.


Estamos hartos de la falta de seguridad y de la complicidad de funcionarios y jueces con el delito, y queremos que se proteja y se privilegie a las víctimas y no a los asesinos, violadores, narcotraficantes y corruptos de toda laya.


Y que, tarde o temprano, quienes hayan emprendido esta campaña para permitir el armado de un nuevo "Vatayón Militante", formado por sicarios al mejor estilo de las milicias paramilitares chavistas, deberán responder por ello.


No olvidemos preguntar a #NiUnaMás por qué guarda silencio ante la liberación de un abusador de menores autorizado a vivir al lado de la niña.


¿Qué será de los policías y gendarmes, de los fiscales y jueces que los encerraron y condenaron y de las familias de todos ellos, que serán amenazadas ahora por los delincuentes nuevamente en libertad?


Ya hay más de 2800 excarcelados y el Estado no puede controlar las conductas porque carece de tobilleras electrónicas y de personal para afectar a su vigilancia.


Por favor, difunda todo lo que pueda este mensaje.

SANTA CATALINA DE SIENA

Hoy es fiesta de Santa Catalina de Siena, de analfabeta a Doctora de la Iglesia


HOY ES EL DÍA DE SANTA CATALINA DE SIENA, DOCTORA DE LA IGLESIA; PIDAMOS QUE NOS PROTEJA DE ESTA ARMA BIOLÓGICA , CREADA PARA ATACAR "SELECTIVAMENTE" A LA HUMANIDAD, PERO MUY ESPECIALMENTE A LA OCCIDENTAL.


La Misère Porc

martes, 28 de abril de 2020

MUY FELIZ DÍA, AMIGUITOS



La Misère Porc

De nada vale estar aislados...







28 abril, 2020


De nada vale estar aislados si el gobierno provincial trae cinco vuelos, micros con gente de Ecuador y no hace los mínimos controles







Por  Rubén Lasagno



Alrededor de 1.200 personas oriundas de Santa Cruz llegaron a la provincia durante este mes con cuatro vuelos que llegaron a Río Gallegos y uno a El Calafate más los micros que trajeron “repatriados” (como les gusta decir al gobierno) incluyendo personas que provienen de Ecuador, zona roja si la hay, en realción al coronavirus. Esto, sin contar el estallido de positivos en Caleta Olivia, un colador sanitario que el intendente Fernando Cotillo simula controlar, pero la incapacidad para actuar en evidente y se observa en los resultados.

Mientras la gobernadora, su equipo de gobierno, el intendente de Caleta Olivia, Fernando Cotillo, Pablo Grasso en Río Gallegos y el intendente de El Calafate Javier Belloni actúan para la tribuna prohibiendo todo tipo de actividad para los ciudadanos, alientan el encierro y hasta eluden adherir al DNU de Alberto Fernández sobre las salidas para esparcimiento, planifican, permiten y deciden traer 1.200 personas que deberían estar cumpliendo la cuarentena en el lugar donde estuvieran, como les ha pasado a muchos argentinos a quienes, el propio gobierno nacional, les ha comunicado que no pueden ser movilizados debido a los peligros que implica el contagio de las zonas más afectadas por el coronavirus.

Fuentes del propio gobierno, alertaron a esta Agencia de que esta decisión de traer gente de otros lugares (Buenos Aires y el exterior), no responde a una “actitud solidaria” del gobierno ciertamente, sino a la necesidad de “traer a la provincia mucha gente de ellos mismos”, que de otra manera no podrían movilizarse. “Hay que leer la lista de los pasajeros para conocer por qué se tomó la decisión de hacer esta movida masiva de gente, poniendo en riesgo a la población de Santa Cruz”, dijo nuestra fuente que prometió conseguir los nombres de quiénes fueron embarcados.

La fuente afirma que en el contingente de “repatriados” se va a encontrar gente vinculada al gobierno, a funcionarios, familiares, estudiantes, amigos y todo tipo de apellidos vinculados a la política y a la parte empresarial, entre otros. “Sin la decisión de despachar estos vuelos por parte del gobierno y de recibirlo por parte de El Calafate y permitir entrar por Caleta Olivia y Río Gallegos, nada de esto hubiera pasado”, se nos dijo, a la vez que la alta fuente consideró que “se desmadró todo” y “se perdió el control”, temor que ahora preocupa al área de Salud y al Ministerio de Gobierno.

En un estado de coherencia política y sanitaria, no se tendría que haber autorizado el ingreso a la provincia de 1.200 personas. Es como abrirle las puertas al coronavirus, más aún teniendo en cuenta la falta de controles y la vulneración de protocolos de manera permanente por parte de los sistemas de Salud.

“Los 48 casos positivos, con el aparecido en Puerto Santa Cruz, que informa el gobierno, no es creíble. Son muchos más y hay una duda: si el gobierno en realidad los oculta o no los conoce”, le dijo a OPI una fuente de Salud. “No podemos olvidar que cinco casos positivos entraron en Caleta Olivia (parientes y amigos de un funcionario de Cotillo), después de bajar de un avión proveniente de Ecuador y arribado a Ezeiza, regresaron por tierra a Caleta y allí tomaron contacto con todo el mundo. Es decir, hoy Caleta Olivia es una zona roja de contagio”, explicó el médico.

Otro paciente provino de Buenos Aires, el día 18 llegó a Río Gallegos, tuvo contacto con los familiares en el aeropuerto y viajó a Puerto Santa Cruz, donde comenzó a dar positivo, quedando internado en el hospital de la localidad y de allí, con sospechas de infección y sin que el intendente se opusiera, derivado al Hospital Regional de ésta capital y luego de ser atendido por el personal de enfermería manifestó provenir del exterior y cuando se activó el protocolo, la transmisión por contacto directo con otras personas, era irreversible. No se había activado ningún protocolo. “Éste caso, como otros tantos, no deberían haberse dado. Esa gente jamás tendría que haber entrado en Santa Cruz hasta que no se levantara la pandemia. Hoy no sabemos a cuántos puede haber infectado este hombre y las decenas de casos similares que permitieron entrar por este mecanismo de “repatriación””, indicó la fuente hospitalaria.

Cuando el gobierno nacional cierra las fronteras, la gobernadora y los intendentes exigen cuarentena estricta para todos y ni siquiera se habilitan horas de esparcimiento y recreación, Alicia Kirchner, Javier Belloni, Pablo Grasso y Fernando Cotillo (entre otros intendentes) junto con todos los funcionarios del gobierno central y sus respectivos equipos de gestión con el aval de las autoridades de Salud de la provincia, han permitido el movimiento interno de 1.200 personas, poniendo por delante el interés personal y familiar, por delante del interés público.

El Ministro de Salud Juan Carlos Nadalich, sobre el hecho consumado salió a decir que se debe detener el movimiento interno. Tarde, ahora que se hagan responsables todos y cada uno del papel que han jugado en este tramo de la historia que estamos viviendo los santacruceños.

Javier Belloni un intendente que tiene en su localidad la mayor cantidad de infectados, por ser destino turístico y recibir el primer impacto negativo del coronavirus, aceptó que un vuelo completo de “repatriados” ingresara a esa localidad, cuando la responsabilidad de un verdadero hombre político, era la de detener la migración interna, en todo caso ayudando a quienes estaban afuera, pero impidiendo el ingreso masivo de gente que, además, no estaban debidamente controlados.

Lo del intendente Fernando Cotillo es algo recurrente. Nunca ha servido para servir, sino para servirse. Y en esta coyuntura, donde el virus no hace diferencia entre políticos y ciudadanos comunes, la actitud negligente del intendente, repatriando a mansalva gente que estuvo en Ecuador, marca a las claras la calidad de funcionarios públicos que tenemos en la provincia.

Con respecto al Intendente de Río Gallegos Pablo Grasso, es un actor fundamental en esto, ya que herido porque lo denunciaron en relación con un escenario móvil de espectáculos que había implementado, salió por LU12 y dijo (entre otras cosas) “cuidar la salud implica que no puedas salir a trabajar. Esta es la diferencia; el que vive del Estado y se fue a su casa tranquilo a cumplir con la cuarentena y que a fin de mes los gobiernos tienen que juntar la moneda y pagar. Y aquellos que están en una situación difícil y que la desocupación aumenta. No va a ser rápido ni momentánea la salida“.

Un par de cosas ciertas, la cuarentena implica que nadie pueda salir a trabajar y por eso es más incompresible cómo puede aceptar que lleguen vuelos a la madrugada trayendo miles de personas. Pero lo más importante que dijo Grasso es que “los que viven del Estado” (¿Y por casa como andamos?) están en la casa, “tranquilos” y la frutilla del postre la puso al decir que los gobiernos tienen que juntar las monedas para pagarles los sueldos.

Tarde, como con el coronavirus, Pablo Grasso ve ahora el resultado del populismo berreta que representa. Ese que todo estatiza y el cual utiliza al Estado como agencia de colocación laboral, para tener prisionero y dependiente de los dineros públicos a la gente en un municipio, el gobierno provincial o nacional. Ahora le duele, porque debe hacerse cargo de pagar y pone la culpa en el que “está en la casa tranquilamente”. Bueno, lo lamentamos: es parte de este juego que la política K inventó: todos dependen del Estado, ahora, es momento de responder o pagar las consecuencias.
Otras fuentes gubernamentales nos confiaron “Esto empezó a gestarse en Casa de Santa Cruz por pedido expreso de padres de jóvenes que estaban en Buenos Aires” y a partir de allí, el gobierno habría decidido ampliar el área de cobertura de la “repatriación” con el fin de disimular los apellidos que debían traer (necesariamente) a la provincia, con otra gente que estando varada, pedía volver a Santa Cruz.

Por todo esto sostenemos desde mediados de la cuarentena que el gobierno provincial no informa bien y oculta cifras. No es un tema inédito. OPI publicó cómo se vulneran los protocolos con gente que sale de las mineras y las Represas y llegan a Río Gallegos, San Julián, Perito Moreno, Las Heras, Gregores, Los Antiguos, etc con certificados de salud falsos, a los fines de que cada trabajador llegue a su destino y le permitan el ingreso a cada localidad. El gobierno nunca hizo nada al respecto y cada uno de los intendentes fue cómplice de todas estas acciones en contra de la salud pública.

Las 1.200 personas que ingresaron por vía aérea y terrestre, es solo una parte de los que seguramente entran diariamente a Santa Cruz y evaden los controles o no se aplican protocolos. La mayoría de los que llegaron los vuelos nocturnos trajeron gente que caminan entre todos nosotros sin ningún tipo de control.

No podemos ahora, horrorizarnos por lo que pasa. OPI y News lo advirtieron hace mucho tiempo atrás, cuando hablar de estas cosas en el inicio de la cuarentena, parecía una operación en contra del gobierno, cuando en realidad era una verdad que escondían las autoridades municipales y provinciales, para ocultar sus propias ineficiencias, corruptelas y mentiras.

(Agencia OPI Santa Cruz)