19 diciembre, 2019
El kirchnerismo busca la suma del poder público y el gobierno imita rasgos y prepara giros chavistas
Por Rubén Lasagno
La burla descarada del kirchnerismo tras la presentación de la mal llamada “Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva” un oximorón que se acompaña de la eterna “Emergencia Pública”, son dos instrumentos que buscan los Fernández para manejar el poder total en la Argentina, con la complicidad de los gobernadores, intendentes, Sergio Massa, el peronismo y también gran parte de la oposición.
Atento a provocar el shock del que tanto se habla, el gobierno pone toda la carne a la parrilla para que el Congreso vote con la menor discusión posible, los aberrantes aspectos de este proyecto literalmente atentatorio contra la población y confiscatorio a niveles superiores de aquel realizado por Carlos Menem en los ´90 cuando a través de una medida similar, dejó al país en ruinas.
OPI pública el cuerpo completo de la ley sumamente extenso para que el lector tenga la oportunidad de saber lo que se debate, pero básicamente lo que implica para la sociedad, que un gobierno k tenga la potestad absoluta del poder, con la amarga experiencia que tenemos de los “absolutismos” criollos y más aún si viene de manos del kirchenrismo.
Fernández busca la suma del poder para hacer lo que quiera. Inicialmente, a una semana de gobierno, ha comenzado a destruir la clase media y digamos que lo está logrando de manera muy prolija. Ésta ley le dará el espaldarazo que necesita para ir por todo, como siempre fue el sueño de CFK y después de ellos, vendrán por las libertades.
Todo esto era previsible y anunciado. Ahora hay 4 años por delante para “gozar” del congelamiento de las jubilaciones, los manejos espurios de los fondos públicos, la regresión de impuestos confiscatorios como los bienes personales, el impuesto al salario, a las compras en el exterior, el cepo recargado, tampoco escapa el nuevo valor del dólar, un 30% más caro que el declarado “oficial” o la reinstalación del impuesto del 50% a la compra de un auto, la penalización impositiva por tener una casa y un automóvil para la familia y podríamos seguir enumerando por horas, cuestiones que no vienen al caso, porque son hechos consumados del plan de sábana corta por el cual atacan a la clase media para mantener la política clientela en los estratos más bajos.
El giro chavista que está tomando Argentina interna y externamente, tampoco nos sorprende; fue algo largamente comentado por nosotros y adelantado en cada análisis previo. Si algo faltaba para que Alberto y Cristina, muestren como emulan al criminal Maduro, baste decir que el ingenio no descansa y Argentina lanza la “Tarjeta del Hambre”, similar a la de Venezuela, allí denominado “EL carnet de la Patria”, un elemento de control social a través del cual a cualquiera que se le oponga le quitan “el carnet” o bien cuando van al cajero para cobrar el subsidio, no encuentran saldo, ya que a través del mismo se premia y castiga a quienes incumplen con los propósitos del gobierno (concurrir a actos, marchas, demostrar desacuerdos etc).
Nada es casual en Argentina. La llegada del kirchnerismo convalida un giro de 180º en la política interna y exterior con el reestablecimiento y reconocimiento del gobierno de Nicolás Maduro, el levantamiento de la categoría de estado terrorista a Irán, la canonización del hezbollah, el asilo a Evo Morales con la categoría de “refugiado” para que pueda hacer política desde nuestro territorio y una serie de “adecuaciones” que llevarán a cabo, lo cual terminará sacándonos del mundo como ya ocurrió en la “década ganada” y es normal en estos regímenes populistas.
Como dijimos en nuestra nota anterior, nunca creímos que volverían “mejores”, como anunciaba el manejable Alberto Fernández. Con la decisión tomada de anular la justicia, los próximos pasos que dará el gobierno nacional es avanzar sobre las libertades constitucionales, los derechos establecidos de los ciudadanos y la libertad de expresión.
El replanteo por haberlos votado se lo tienen que hacer aquellos que los eligieron. Por lo pronto, por muchísimo menos, al gobierno anterior le llenaban plazas, al Congreso le tiraban 14 toneladas de piedras y las manifestaciones de la izquierda colaboracionista anulaba con piquetes la ciudad de Buenos Aires. Ninguno de ellos está hoy en las calles a pesar de que esta ley pasa por arriba todos los derechos consagrados y muchas conquistas gremiales obtenidas en estos años.
La única y más clara conclusión que se obtiene de esta falta de respuesta “popular” es que el kirchnerismo y la izquierda son los grupos desestabilizadores que han buscado la caída del anterior gobierno usando el hambre y la desocupación como excusa. Hoy el hambre y la desocupación continúan, el actual gobierno acaba de devaluar el 30%, con la imposición del dólar más caro por decreto, congelaron las jubilaciones por 180 días (inicialmente) y a pesar de todo, NADIE protesta en las calles.Todo un ejemplo de lo que son ellos como personas, nosotros como sociedad y el oscuro destino que nos espera como país.
(Agencia OPI Santa Cruz)
No hay comentarios:
Publicar un comentario