domingo, 28 de febrero de 2016

Milani se llevó 36 millones de dólares en vehículos espías sin dejar rastro




27 Febrero 2016 


Nacido en Cosquín, provincia de Córdoba, el 30/11/1954, el General que quería ser Perón, llegó a Jefe de Estado Mayor del Ejército de la mano de Cristina Fernández, a pesar del CELS, y su mención en el Nunca Más de La Rioja y a pesar del soldado Ledo y su familia. Periodismo y Punto publicó hace un par de meses una nota que menciona la desaparición de las camionetas del ejército equipadas para asalto y comunicaciones, de las que nada se supo, ni se sabe, hasta ahora. Los equipos "extraviados" de Milani, su tormentoso pasado y la vigencia del hombre que nunca se fue.

El mundo de los espías es oscuro, como oscura es la figura de Milani, que no sólo carga en su curriculum la sospecha de delitos de lesa humanidad, sin que esto le moviera un pelo a los organismos de Derechos Humanos, sino su enriquecimiento ilícito y la colocación de todos sus hijos en empleos estatales. Sigue con poder, primera prueba de ello es que asistió, ya con el nuevo gobierno, a la asunción del nuevo Jefe de Estado Mayor del Ejército, a pura sonrisa y abrazo, como si no hubiese sido un duro hueso de roer, mientras duro su mandato, para todos los militares presentes.

Dos nuevas historias suman oscuridad al pasado y presente del ex - Jefe del Ejército. Desde este portal, pudimos acceder a una fuente, que utiliza el pseudónimo de "señorita Cluney" por seguridad, que asombra por las precisiones y detalles sobre las camionetas de César Milani. Todo comenzó con la creación de la red #Ciberdefensa, que se diseñó en 2008, momento desde el cuál, el ministerio comenzó a disponer de una partida de fondos de carácter secreto. El militar en quién más confió Cristina llegó a disponer de esa partida que ascendió a más de quince millones de pesos por año. De esas partidas, no se guardan comprobantes, sino que se hacían actas de incineración de la documentación, que se quemaban al final de cada ejercicio.

Según nuestra fuente el conocido Proyecto X mutó a un estado superior, el proyecto #CiberDefensa. Se ubicaba en el séptimo piso del Edificio Libertador y desde allí planificaban todas las operaciones de inteligencia, sobre todo, las del arco opositor. En recursos humanos, Milani empleó, llamativamente, a sus compañeros del Colegio Militar, promoción 106, y en #Ciberdefensa incorporó mas de cien agentes de inteligencia entre 2012 y 2013. En ese periodo adquirió motos todo terreno, botes inflables, GPS, cámaras fotográficas digitales con potentes zoom y equipos de escuchas con scanners incorporados para VHS. También compró sistemas de computación con capacidad para hackear información de equipos personales, redes institucionales, empresas y servidores.

Los vehículos. Se sumaron las seis Hilux, mencionadas desaparecidas en la nota citada anteriormente, equipadas con la más alta tecnología de intercepción de comunicaciones, y sistemas de video de visión nocturna como los usados en Irak y Afganistán, por Estados Unidos.

Estos vehículos, únicos en el país, equipados bajo licencia internacional INTEL, para poder ingresar a Argentina debieron contar con la autorización directa del departamento de Defensa de los Estados Unidos. Su costo de equipamiento, según nuestra fuente, son seis millones de dólares cada una. La flota de Toyotas espías ha desaparecido. En las oficinas de Inteligencia del Ejército no hay rastros del paradero de los vehículos ni su documentación. El General K tendría en la calle desde hace años su flota de camionetas espiando opositores de todos los sectores, en abierta violación a las leyes de Seguridad Interior, Defensa e Inteligencia.

La fuente agrega que algunas están ploteadas con publicidad o nombres de empresas de tecnología. Lo que hace que el aparato de inteligencia más moderno y sofisticado que posee el país esté fuera del control del gobierno. También afirma que las camionetas no aparecerían en ninguna dependencia militar porque formarían parte de ARSAT satelital, que dependía de Julio De Vido, y esta habría sido una pantalla, para no poder detectar con facilidad su accionar en la órbita del Ministerio de Defensa de Agustín Rossi. “Las Hilux nos vigilan y siguen fuera del control del estado nacional” concluye la fuente consultada.

El otro punto que oscurece aún más la figura del ex - General de CFK es llegar a saber cuál había sido su destino durante la guerra de Malvinas en 1982 cuando era Teniente Primero y ya se dedicaba a la inteligencia. Según su propia cuñada, Clara Waite, durante la guerra y desde antes de ella, estuvo destinado en comisión especial en la base Naval de Puerto Belgrano, donde funcionaban dos centros clandestinos de detención. En la Sexta Batería de la base de Infantería de Marina, ubicada a 20 km de la Base, funcionó uno de esos centros de detención, que operó de forma coordinada con Puerto Belgrano. Algunos de los detenidos provenían de los centros clandestinos de la Base Naval Mar del Plata y de la Escuela de Mecánica de la Armada, ESMA. Según un ex miembro de la armada, Milani era del entorno ligado del Tigre Acosta, o Jorge Eduardo Acosta, ex Capitán de Fragata, jefe del grupo de tareas 3.2.2 de la ESMA.

La fuente consultada, dice que le constan comisiones conjuntas en esa base, agregando que hubo detenidos hasta pasado julio de 1982.


Alicia Panero


No hay comentarios:

Publicar un comentario