domingo, 21 de febrero de 2016




19 Febrero 2016

 INVESTIGACIONES

Luis Gasulla


En los años del saliente Gobierno de CFK, se han implementado programas oficiales para fortalecer el sistema educativo e implementar las nuevas tecnologías al servicio del aprendizaje y la formación de los jóvenes. El resultado: netbooks que no funcionan, cursos imposibles y ayuda que nunca llegó. 

La política del relato: presentar grandes ideas que fueron una cáscara vacía, sin seriedad ni una dinámica eficaz para su aplicación. Conectar Igualdad, Progresar y Empleartec, entre otros, fueron respaldados con todo el aparato del Estado. Sin embargo, miles de jóvenes relataron sus experiencias en las páginas de Facebook pertenecientes a cada programa y los testimonios muestran una travesía interminable a la hora de buscar asistencia, además de burocracia, decepción y resignación.

El plan Conectar Igualdad fue una iniciativa del Poder Ejecutivo Nacional de 2011 y el objetivo es la inclusión digital por medio de entrega de computadores a docentes y alumnos de colegios públicos de todo el territorio. En 2012, por ejemplo, se asignaron 950 millones de pesos para el plan. Aunque el programa fue premiado por organismos extranjeros, para algunos especialistas fue negativo. Según el sociólogo Alejandro Artopoulos, Director del Laboratorio de Tecnologías del Aprendizaje de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés, el plan "fue un fracaso" ya que no mejoró el aprendizaje y no redujo la brecha digital.

 En Facebook, una usuaria comentó: "En la escuela técnica 1 de José.C Paz (Provincia de Buenos Aires) ya hace 3 años que los niños están esperando las notebook, ya nos hicieron llenar los formularios en tres oportunidades, que paradoja los niños están en el área de informática, creo q son los niños que mas usarían las compu, pero nada. Creo que es jugar con la ilusión de los chicos ". Así, los relatos se repiten. Las netbooks se bloquean después de un tiempo determinado y no reciben el servicio técnico adecuado. Y jamás las reparan. Además, las computadores no llegan a las provincias o lugares de mayor necesidad. Los docentes no recibieron la capacitación necesaria para usarlas y poder enseñarle a los alumnos. El dinero se gastó pero muchos chicos esperaron sus pc´s por años.

Progresar se pensó a partir de 2014 para brindar una ayuda económica para culminar los estudios y realizar experiencias de capacitación laboral. Con un presupuesto de 11.000 millones, la burocracia de inscripción se tornó una pesadilla para los aspirantes a obtener este beneficio. Fallos en la página web y en la descarga de formularios, desidia y nula respuesta a las consultas. Una joven compartió en la red social su experiencia: "Yo me anoté y sigo reclamando pero nunca cobro nada... lo único q me dicen en q si no me pagan q haga el reclamo todo los meses, lo hago pero nada, ya me cansé".

El caso de Empleartec es más ambicioso aún, ya que intenta ofrecer clases gratis con herramientas más avanzadas para aprender a utilizar diversos tipos de software. Es menos conocido y divulgado por los medios. No escapa a la lógica, en las redes los estudiantes cuentan las peripecias para lograr ser asignado a algún curso pero las vacantes son escasas. Este es otro caso paradigmático expresado en un foro: "que impotencia esto, hace 2 años que intento hacer cursos acá porque valen una fortuna en instituciones privadas. La idea es genial, los cursos son muy interesantes, pero la falta de atención, la manera en la que te ignoran es deprimente ". Nadie se interesó por los infinitos reclamos. Nadie escuchó las voces que se pierden en los aparatosos anuncios que sólo buscan rédito electoral.

Millones invertidos y Argentina está entre los diez países que tienen más alumnos con bajo rendimiento en matemáticas, lectura y ciencia, según el informe que presentó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, sobre 64 naciones basado en las pruebas PISA, el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes. Sin dudas, el modelo fracasó y se deberá replantear de raíz qué camino tomar en el futuro para lograr conocimiento y preparación de calidad para las siguientes generaciones.

Sebastián Turtora

@sebiturtora

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