19/02/2016
LA SANGRE EN EL OJO
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, gobierna desde 2009, pero esperó a que se fuera Cristina Fernández para visitar la Argentina.
Ayer jueves se conoció la noticia de que el mandatario norteamericano visitaría la Argentina el 24 de marzo, y hay quienes aseguran que no sabían cómo darle la noticia a la expresidenta.
La fecha que eligió Obama para arribar al país es bastante simbólica para nuestro país, pero si bien es cierto que solamente corresponde a una gira que tiene como protagonista principal a Cuba -un presidente norteamericano visitará la isla luego de 88 años- el kirchnerismo se lo tomó a pecho.
«El 24 de marzo de 1976 se producía el golpe cívico-militar que terminaría dando lugar a la dictadura más sangrienta de la historia argentina. Los Estados Unidos habían inspirado, entrenando y promoviendo a golpistas y a represores. Al cumplirse 40 años de aquella funesta fecha, el presidente norteamericano Barack Obama estará en la Argentina para ‹empezar un nuevo capítulo de mejoradas relaciones› entre su país y la Argentina, según informó la Casa Blanca», dice uno de los pocos medios K que aún quedan sobreviviendo sin la teta estatal. De hecho, convocan a repudiar esta visita en la Plaza de Mayo con premisas como «vuelven las relaciones carnales» y «Obama y Macri, ustedes son la dictadura».
Pero lo cierto es que a poco más de 70 días de nuevo gobierno, la memoria de los simpatizantes K se volvió más que frágil y olvidaron completamente momentos clave de Néstor Kirchner y Cristina con respecto a sus relaciones tanto con Obama como con el expresidente Bush. Más concretamente hablando, ambos siempre murieron «por la foto», y tuvieron a los medios aliados para festejarlo.
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