martes, 23 de febrero de 2016

¿Mala comunicación o creer que se dan buenas noticias?






22/02/2016



Por Guillermo Cherashny


Cuando un gobierno dice que no se comunica bien, generalmente quiere decir que hace las cosas más o menos o cree que anuncia cosas buenas que en realidad no son. En efecto, el gobierno, que recibió una pesada herencia cuya contra más grande es la inflación reprimida, pensó que la semana que pasó sería buena en novedades con el anuncio de la baja del mínimo no imponible que fue muy limitada y motivó que sindicalistas y kirchneristas lo acusaran de incumplir una promesa electoral, cuando no fue así, sino que Macri habló siempre de subir el mínimo y nunca habló de eliminar el impuesto a las ganancias, salvo en alguna declaración equívoca. El único que lo prometió es Sergio Massa, quien criticó el poco efecto de la baja pero no lo acusó de incumplir algo que no había dicho claramente.

Son bastante comunes las críticas a Marcos Peña y Durán Barba. Ellos se defienden diciendo que así lo llevaron a Macri a la presidencia y ahora piden tiempo para criticar al gobierno y tienen toda la razón, ya que el cristinismo no le dejó ninguna buena noticia para dar, porque el cepo se liberó con profesionalismo pero aumentó la inflación anterior, cosa bastante lógica cuando estaban reprimidos el tipo de cambio y los servicios y también los precios, porque Kicillof dio piedra libre para que subieran antes de irse y el estado nacional no tiene instrumentos para castigar a los monopolios y recién ahora está por hacerlo.

La otra supuesta buena noticia era anunciar el inicio de las clases, para lo cual Esteban Bullrich, acostumbrado en la ciudad a darles lo que querían a los docentes por la buena situación financiera de la CABA, les dio un poquito menos de lo que pedían los gremios pero las provincias no podían pagar -especialmente Buenos Aires- y además, no sólo superó la pauta del 25% sino que superó el 30% y en el mínimo llegó al 40%, lo que motivó la lógica reacción de Macri, que ordenó marcha atrás.

El viernes a última hora surgió la única buena noticia real de esta nueva administración: el fallo del juez Griesa que abre las puertas para negociar y que les pone límites a los buitres. Pero la noticia se perdió en los diarios del fin de semana, porque la gente, en su gran mayoría, no ve todavía sus buenos efectos. Aunque hay que destacar que es un gran paso adelante, como muchas de las medidas de Macri, en realidad son casi todos pasos para adelante que no colman las expectativas. Pero realmente no le dejaron nada bueno y habrá que esperar un tiempo hasta que tengan efecto, quizás en abril o mayo. Y la mayoría de la opinión pública lo entiende y le sigue dando un cheque en blanco al presidente.

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