jueves, 28 de noviembre de 2019

¿COMO SE DEFIENDE UN PAÍS CATÓLICO FRENTE A LA SUBVERSIÓN PROMOVIDA POR EL MISMO PAPA?





28 de Noviembre del año 2019 



¿COMO SE DEFIENDE UN PAÍS CATÓLICO FRENTE A LA SUBVERSIÓN PROMOVIDA POR EL MISMO PAPA?


¿Cómo puede defenderse un país católico como Chile contra la insurgencia marxista envuelta en un protoplasma de frivolidad de las clases medias en ascenso, cuando quien la promueve es el mismo Papa? Si a eso se le suma la izquierda internacional encastillada en organizaciones supuestamente defensoras de los derechos humanos, como "Human Rights Watch" que en vez de exponer a los subversivos por sus crímenes se ensañan con las fuerzas de seguridad acusándolas de usar violencia cuando es eso lo que deben hacer, o sea, reprimir la subversión; la acción de países de gobiernos comunistas como Cuba y Venezuela con Embajadas que son verdaderos nidos de agitadores y "correos" para la entrega de plata y armas; el oportunismo suicida de los partidos políticos de tendencias socialistas y un Presidente que no tuvo coraje para denunciar desde los primeros días la organización y los dirigentes de la sedición incendiaria, saqueadora y asesina, ni para tomar las medidas de gobierno que son necesarias para salvar al país que preside, con esos componentes sumados, Chile está perdido.

De todo eso lo más grave es la actitud del Papa. Si en vez de Francisco el Papa fuera un santo como San Pio X, todos los demás factores disolventes podrían ser derrotados, pero cuando el propio Vicario de Cristo justifica la rebelión sin condenar a los criminales que la cometen con profusión de incendios, saqueos, daños y muertes, entonces realmente la situación no tiene remedio.

Y eso es precisamente lo que ha hecho el Papa. En la conferencia de prensa que dio durante su viaje desde Tailandia dijo: "Lo de Chile me asusta porque está saliendo de un problema de abusos que ha causado tanto sufrimiento y ahora un problema que no entendemos bien." ("La Nación", 27/11/2019, pag. 3).

En esa frase hay combustible suficiente como para enardecer la revolución que desde hace más de 40 días está destruyendo el país. Que el Papa diga que Chile "está saliendo de un problema de abusos que ha causado tanto sufrimiento" coincide con las consignas de los sediciosos. Ni siquiera aclara cuales son esos "problemas" con lo cual deja abierta la interpretación que más convenga a la sublevación armada desde Cuba y Venezuela.

Para colmo, el Papa no dice la verdad cuando declara que "no entiende bien" el "problema" actual. Por lo pronto llamarle meramente "problema" a un estado caótico provocado por agitadores violentos claramente de izquierda, y agregar que el país "está en llamas y debemos buscar el diálogo y el análisis" ("La Nación", ibidem) es lisa y llanamente una falsedad: cualquier persona medianamente culta, frente a un panorama como el de Chile (seguido ahora por el de Colombia, Bolivia y antes en Ecuador) entiende perfectamente que es una revolución social en marcha, organizada y financiada por especialistas en la materia, ciertamente comunistas audaces, organizados, armados y financiados desde Cuba y Venezuela, como lo denunció la OEA en un comunicado que publiqué el 15 y el 19/11/2019, en los Nros. 6135 y 6140 de Correo del Lector de este periódico. Con más razón lo entiende un Papa a cuyo servicio está una de las Cancillerías más eficientes del mundo, o sea, la gran organización vaticana.

Por eso no es verdad que "no entienda" lo que pasa en Chile: le entiende y lo alienta con declaraciones como la que acabo de transcribir. Y menos aún es verdad que el orden puede volver mediante “el diálogo y el análisis”... ¿con los sediciosos? Es notorio que a esas fieras entrenadas y llenas de odio el diálogo no les interesa. El Papa ya usó ese artilugio para consolidar la dictadura chavista: promovió el diálogo con la oposición (traidora, para colmo) y lo único que se obtuvo fue reforzar la tiranía comunista venezolana y revelar la inoperancia de los supuestos “opositores”.

Esta actitud del Papa es gravísima e implica una complicidad activa con la subversión comunista. Pidamos a la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, que interceda ante su divino Hijo para que haga cesar la influencia nefasta de quien oficialmente es Su Vicario y salve a la nación hermana de su angustiosa encrucijada.

Cosme Beccar Varela

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