Alberto fue a recibir las órdenes ...

20 noviembre, 2019

Alberto fue a recibir las órdenes de armado por parte de Cristina y Máximo





Por  Rubén Lasagno



No había duda de lo que iba a ocurrir. El presidente electo, Alberto Fernández dilató obligadamente “el armado” de su gabinete, lisa y llanamente porque no estaba autorizado por su vice a elaborar algún tipo de estructura de poder hasta que la viuda no llegara de su periplo en Cuba, donde – nadie lo dice – no solo visita a su hija (en dudoso tratamiento de salud) sino concurre a diagramar el rearmado del populismo latinoamericano de cara a los 4 años por venir, el cual trastabilló al caerse Evo Morales, el principal pilar de la nueva construcción y a partir de su salida del poder, quedó demolido “el nuevo orden” populista en los países del cono sur.

En los sucesivos viajes de CFK a las tierras de Castro, realizó reuniones con hombres de Correa, cómplices de Nicolás Maduro, de Lula Da Silva, enviados de Morales y el propio Evo y otros cultores del fascismo cubano, tierra en la cual se diagramó la reconstrucción en la cual Cristina Fernández pretende ser la líder, pero sin el apoyo del esquema populista de la década pasada donde las bases estaban sólidamente reforzadas por el pentágono Kirchner-Chávez-Morales-Da Silva-Correa. Hoy, nada de eso existe.

Alberto Fernández se la pasó todo este tiempo hablando de Bugs Bunny y cuestiones tan trascendentes como House of Car o la insuperable analogía con la serie VEEP donde pareciera que el Presidente electo adelanta su caída en manos de su vice . No se supo (en todo este tiempo) de ningún armado de gabinete, hasta que de regreso la “Vicepresidenta” al país, ella y su hijo Máximo se reunieron con el presidente electo y allí sí, comenzó a forjarse un armado que nada tiene de “profesional” ni “técnico”. Es un rejunte de ocasión, más de lo mismo, al punto de que se habla de Agustín Rossi como Ministro de Defensa, puesto que ya ocupó en la presidencia de CFK cuando se “perdieron” varias docenas de fusiles FAL y un misil TOW 2 en una unidad militar de La Plata.

Si Cristina

Como hemos adelantado con suficiente anticipación Alberto Fernández no tiene la mínima injerencia en el armado político, hoy a cargo de CFK, Zaninni y Máximo Kirchner. Pero también comenzó a hacerse evidente el malestar entre los gobernadores quienes ven que La Cámpora busca regir los destinos políticos de la Argentina y decidir quién sobrevive, quién continúa o quién se va. El hecho de haber corrido al inefable Rossi de su banca para posicionar al hijo de la viuda, es un punto más que relevante de cómo acomodan las fichas los Kirchner en su vuelta al poder.

Uno de los primeros chispazos entre gobernadores no K y Alberto Fernández, provienen precisamente de este hecho y podría acarrearle muchos dolores de cabeza al presidente electo si el senado y diputados, sufre alteraciones más allá de los acuerdos cerrados con los mandatarios provinciales ante los cuales Alberto asumió su compromiso. De hecho, Carlos Caserío del PJ cordobés adelantó que en la Cámara Alta habrá dos bloques, uno K y otro peronista. Esto, claro está, no suma a la hora de pensar en la unidad y por el contrario condicionará al gobierno de Fernández-Fernández.

El otro interrogante es cómo accionará Sergio Massa, de acuerdo al rol que le asigne CFK en el armado legislativo, aunque ya se filtró la complacencia del tigrense para que Máximo esté al frente de la cámara baja y algunos anticipan en el Congreso que Massa (de no existir inconvenientes) suena con la fórmula Máximo-Sergio para presidente y vice en el 2023.

Lo que ahora parece un delirio, no es descabellado de pensar si nos situamos “en la cabeza” del Frente para la Victoria, que no es de todos, nunca los será y por el contrario, está restringido a sólo tres personas, las cuales hace dos días le ordenaron a Alberto Fernández que se sentara para comunicarle cómo van a ser las cosas de aquí a cuatro años.

(Agencia OPI Santa Cruz)

N de R La Misère Porc:

Pedimos mil disculpas a OPI Santa Cruz, por no publicar las fotos en los tamaños que figuran en la nota. Por tanto las publicamos lo más pequeñas que podemos, sólo para no producir vómitos propios y seguramente muchos ajenos.