martes, 3 de diciembre de 2019

¿Macri es un fenómeno al final de su mandato...?








2 diciembre, 2019


¿Macri es un fenómeno al final de su mandato o los demás son unos hipócritas, desestabilizadores y oportunistas?




Por  Rubén Lasagno



Antes de iniciar este análisis, debo dejar en claro que no es una pancarta macrista, es un hecho objetivo de la observación política actual, dado que el actual presidente (y desde hace 4 años) es Mauricio Macri. Tampoco es una nota antikirchnerista porque, a decir verdad, no son los únicos hipócritas en este amplio espectro de rufianes de la política que dicen una cosa hoy y mañana dicen y hacen otra, incluyendo un gran sector peronista y el propio Macri antes y después de asumir, ciertos desechos radicales y la izquierda oportunista que no pierde la costumbre de sumarse a cualquier causa, con tal de generar caos y alentar conflictos.

Es muy notorio y evidente el comportamiento oportunista e hipócrita que tienen políticos (sin distinción), grupos sociales, sindicatos y agrupaciones militantes, cuando accionan en nombre de “el hambre”, “la desocupación”, “la pobreza”, “los derechos humanos”, “la inflación”, o el “cierre de empresas”, entre otras realidades palpables y dolorosas del día día argentino que ellos manejan como excusas de sus intereses propios, cortan la 9 de Julio, se amontonan en el obelisco, interrumpen tránsito y le complican la vida a los trabajadores que no llegan a sus labores, pierden el presentismo o son despedidos por faltas reiteradas.

Sin embargo, después de las PASO y particularmente dos semanas antes de las elecciones del 27 de octubre y hasta la fecha, las calles del centro de la capital del país dejaron de ser el escenario diario de manifestaciones organizadas por los sectores políticos, sindicales y sociales como los de Grabois; la CGT, la CTA, ATE, el Polo Obrero, el Partido Obrero, etc quienes se olvidaron del hambre y el peronismo junto con el kirchnerismo dejaron de lado los cantos contra “Macri gato” y el consecuente pedido del helicóptero.

¿Qué nos perdimos en el medio? ¿Es un conquista de Macri?, lo cual significaría que estamos bien y no lo vemos ¿O estamos igual de mal que siempre, pero los sectores de protestas accionan según convenga usar el hambre, la desocupación, el salario y todo lo demás?.

El llamado “Teorema Baglini”, dice: Cuanto más lejos se está del poder, más irresponsables son los enunciados políticos; cuanto más cerca, más sensatos y razonables se vuelven. A medida que un grupo se acerca al poder, va debilitando sus posiciones críticas al gobierno. 


Si esto no fue lo que ha ocurrido en estos últimos dos meses del actual gobierno ¿Qué sucedió entonces?. A nadie le resulta extraño que mientras en otros países vecinos hay agitación pública, en Argentina, un país cruzado por las protestas sociales, de la izquierda política y los grupos militantes organizados con dirigentes comandando grupos de extranjeros que no saben ni para qué marchan por las calles de Buenos Aires, han desaparecido extrañamente en las manifestaciones diarias a las que asistimos en estos 4 años?.



Sin embargo no solo eso; las voces se han acallado. Pareciera que Mauricio Macri se va “con pobreza 0”, porque ya nadie le recuerda sus mentiras de campaña ni ve la pobreza de la calle en la capital del país (la cual persiste y se desparrama en todo interior de la Argentina), donde los “líderes sociales” y hasta el propio Marcelo Tinelli armaban operativos para cobijar a los indigentes en la cancha de River y otros lugares de “acopio de pobres”; casi podría decirse que desapareció el hambre, porque ya nadie habla de él como lo hacían hasta hace dos meses.

Ni hablar de los sindicatos nacionales. Estos duros luchadores por el derecho de los trabajadores como la CGT, la CTA, ATE y un buen número de gremios nacionales, fueron multiplicadores a destajo de las protestas, reclamos y exigencias de mejoras salariales, hicieron paros letales para la economía del país y año a año exigieron con uñas y dientes el pago del bono de fin de año. Pero éste fin de año, no solo no lo exigen sino que están conformes con todo. No piden paritarias ni recomposición salarial, ni actualización por la caída de los salarios y por supuesto, al contrario de años anteriores; hoy no hay piquetes, marchas ni paros. ¿Entregaron la lucha social o se acomodaron al gobierno que viene y la defensa de los afiliados quedó en el segundo plano?.

Baradel el maestro bonaerense que en cuatro año paró hasta por las dudas con el Suteba, en contra de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri, parece que ha resuelto todos los problemas de sus afiliados, porque ha llamado a los docentes a empezar las clases en marzo (2020) sin paros y ganando los mismo que éste año. Lo mismo pasó con el insufrible Yasky y los líderes piqueteros, para quienes (aparentemente) “el hambre” se ha tomado vacaciones.
No es menor tampoco la actitud de empresas que amenazaron cerrar o cerraron por realidades absolutamente atendibles como “falta de condiciones” en el país, la presión tributaria, la falta de objetivos de la economía, las leyes y los costos laborales, los costos en la energía, el dólar alto etc y cómo se ha logrado el milagro de que Musimundo o Hilado I del empresario Teddy Karagozian en La Rioja, vuelvan a abrir sus puertas para tranquilidad de muchos, aún cuando las condiciones del país no hayan cambiado, por el contrario, se han profundizado. ¿O fue una presión directa al gobierno para impactar en la economía, el mercado y generar desocupación?.

Esto, claro, es solo por citar algunos ejemplos, pero la lista es demasiado larga y las conclusiones evidentes. O Mauricio Macri ha hecho muy bien las cosas, dado que llega al final de su mandato con la posibilidad de que nadie le pueda reclamar nada o bien durante estos cuatro años asistimos a una operación desvergonzada de los sectores de la oposición al gobierno nacional, que solo tenía como fin esmerilar al gobierno, debilitar sus cimientos y derribarlo del poder.

Claro está que este objetivo se vio compensado y favorecido por la inutilidad de un equipo de CEOs quienes no pudieron dar una sola puntada positiva en el entramado económico del país y claro está (también) que nada mejoró en Argentina en los últimos dos meses. Todo sigue igual o peor. Lo único real y concreto es la vuelta al poder, a través de las urnas, del sector populista que dejó interrumpida en el 2015 “su tarea” de saqueo y sumisión de las instituciones y al encontrarse con éste regalo que le hizo Mauricio Macri, se dieron cuenta que de nada serviría insistir en batir el caos en las calles, por cuanto las consecuencias les llovería en la cabeza a ellos mismos, a partir del 10 de diciembre.

Esto nos lleva a realizar la segunda conclusión: fueron casi cuatro años de operaciones desestabilizadoras de la democracia, producidas, organizadas, potenciadas y llevadas a cabo por los sectores kirchneristas, peronistas y la izquierda cómplice, para impedirle al gobierno llegar al fin del mandato o en su defecto, ser derrotado en las urnas como finalmente sucedió por errores del propio Macri y no por méritos del peronismo kirchnerizado.

Por consiguiente, cuando estos mismos que nombramos te vuelvan a hablar de “hambre”, “desocupación”, “pobreza”, “indigencia”, del “bono” y las “paritarias”, pensá que todo es una farsa; no porque esas urgencias no existan en la sociedad, claro que existen y son sumamente graves, sino porque estos hipócritas y oportunistas, usan las verdaderas luchas y reivindicaciones sociales y sindicales, para construir poder y armar sus negocios propios.

(Agencia OPI Santa Cruz)

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