15/02 – 11:00
La gobernadora envió una nota al gobierno nacional pidiéndole 600 millones “para hacer frente a diferentes obligaciones” que deberá afrontar Santa Cruz en los próximos días. El mecanismo impersonal y remoto de la gobernadora para pedir ayuda financiera, deja varias lecturas: que le han cerrado las puertas a su presencia en la Rosada, que pretende hacer pública la necesidad para fundamentar en los próximos meses el “se lo dijimos…” o que está desesperada implorando por mantener la gobernabilidad que se le puede escapar de las manos si no paga los sueldos.
Los medios en general han replicado una nota que la gobernadora de Santa Cruz le envió al Ministro del Interior Rogelio Frigerio, pidiéndole una asistencia financiera de 600 millones de pesos, con la amplia excusa de “hacer frente a diferentes obligaciones que tendrá que afrontar en los próximos días”. Sin embargo, ninguno de los medios se ha detenido en el análisis de esa nota, que es tan extraña su existencia como extraña es la forma de dirigirse al gobierno nacional, por parte de un gobernador de provincia.
Alicia Kirchner, le pide a Macri que “tenga una actitud federalista demostrando una asistencia igualitaria a todas las provincias sea cual fuere el color político en cual la población haya depositado la responsabilidad de la gestión”, dice la carta y nos debemos preguntar si el federalismo solo vale cuando uno está en la oposición y habría que consultarle a la mandataria santacruceña, por qué a ese federalismo no lo notó ni practicó, cuando estuvo en el poder a nivel nacional, siendo que el kirchnerismo fue el artífice de la discriminación partidaria, tanto de gobernadores como intendentes que no conculcaban con sus ideas ni obedecían sus mandatos.
Alicia Kirchner le informa al Ministro Frigerio, que en el interior de la provincia (de Santa Cruz) “todas las localidades han ido recibiendo la ayuda que desde el ejecutivo provincial ha podido brindarse y pese al estado crítico de sus finanzas se ha colaborado últimamente con el doble salario de manera equitativa a todos los municipios, sin importar colores políticos porque todos somos santacruceños”, una mentira más de la hermana del difunto, por cuanto es claramente visible que municipios como Caleta Olivia, Río Gallegos, Las Heras, San Julián reciben poco y nada de manos del gobierno provincial, por no responder a los colores K.
El gobierno de Santa Cruz le echa en cara al gobierno nacional lo recibido por las otras provincias de manos de la nueva administración y enumera: mil millones que ya han recibido por ejemplo las provincias de Mendoza y Jujuy (esta última en dos pagos de $500 millones cada uno), Córdoba ($ 800 millones), Jujuy ($ 500 millones), Mendoza ($1000 millones), Chubut ($ 250 millones), Santa Fe ($ 600 millones), Neuquén ($ 500 millones) y Entre Ríos ($300 millones), Buenos Aires aumento de coparticipación en un 168%, que le redituó unos 17 mil millones de pesos más, etc.
El problema, que no refleja la nota del gobierno de Santa Cruz, es que en 12 años la provincia fue la más beneficiada con los fondos públicos y la obra pública desde Nación y no logró, en todo ese tiempo, establecer un equilibrio que al menos hoy la haga financieramente viable. Es decir, derrocharon, dilapidaron y rifaron, todos y cada uno de los pesos que ingresaron sin control a través del puente de plata tendido por Néstor, primero y Cristina después, sin haber aprovechado los buenos tiempos para dejar a Santa Cruz en un lugar privilegiado.
La ausencia de autocrítica en esta nota y en la actitud permanente del gobierno provincial en general, con respecto al manejo indiscriminado de los fondos, la ausencia de un plan de gobierno en más de 25 años de kirchnerismo y 12 de un gobierno compartido (provincia-nación), la falta de una planificación, el excesivo gasto público, la escasa o nula rentabilidad fiscal, la inexistente vocación de gravar a las mineras y a las petroleras por el uso del agua, la magra recaudación y la nunca practicada idea del fomento industrial para impulsar a los escasos 300 mil habitantes en la búsqueda de sustento propio en la actividad privada y no en el empleo público, han llevado a la propia madre de la criatura, a tener que sufrir los embates de una realidad plagada de carencias, devastación, desfinanciamiento, deudas y errores, que ellos mismos (su familia y su partido) generaron a lo largo de todos estos años.
Finalmente Alicia intenta con esta nota, advertir públicamente a los sindicatos y trabajadores estatales de la provincia, que en poco tiempo (no más de un mes) se terminan los fondos que CFK mandó desde Nación en los últimos días y que OPI informara oportunamente, donde señalamos que hasta marzo había plata para sostener a Santa Cruz y la profecía se va cumpliendo. Hoy Alicia Kirchner entendió que ir a la Rosada, es exponerse al ridículo y cree que si no puede sostener el desfinanciamiento de las cajas y mucho menos pagar los sueldos, su gobernabilidad corre peligro.
Éste y no otro, es el objetivo de la nota enviada a Frigerio. Alicia pasa un aviso; lamentablemente para ella y para Santa Cruz, debe saber que una provincia, como una empresa, se sostiene y administra con dinero. Si la plata no está, los conflictos son ineludibles y cuando el bolsillo está seco, los mismos empleados públicos que de a miles y miles, el kirchnerismo ha hecho entrar en todos los órdenes de la administración provincial, no pensarán en términos de apoyo político a la nueva gobernadora; le exigirán que cumpla con la obligación de pagar en tiempo y forma. De no hacerlo, la calle se lo recordará durante un año que recién empieza y amenaza con ser muy duro. Ninguna carta de Alicia a Macri, podrá cambiar la realidad de esta provincia. La única forma de cambiar la realidad es con los fondos necesarios para cumplir con las obligaciones contraídas. Ninguna nota ni excusa, silenciará a los gremios y sindicatos en sus reclamos, ni los sacará de la calle si no se actualizan los haberes en paritarias y muchos menos, si no se pagan los sueldos mes a mes.
(Agencia OPI Santa Cruz)
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