martes, 2 de febrero de 2016

¿Se hará Justicia con los corruptos?





02/02/2016 - 06:12hs

Finalizó la feria judicial y la Cámara de Apelaciones debe definir si reabre la causa por enriquecimiento ilícito contra Daniel Scioli. Corruptos K que siguen gozando de impunidad



Una de las historias más destacadas de la mitología japonesa es conocida como “La Leyenda de los 47 Ronin”, que a grandes rasgos relata a un grupo samuráis movidos por la libertad y la Justicia. Una de las máximas que inspiraban a estos guerreros era la siguiente: “Cuando un crimen no es castigado el mundo pierde su balance”.

Precisamente, es lo que está ocurriendo en la Argentina, ante la impunidad reinante que hace que aquellos que dejaron un país devastado, y a la provincia de Buenos Aires en quiebra, hoy puedan caminar por la calle como cualquier vecino de barrio que se gana la vida honestamente. Esto genera un enorme desequilibrio que atenta contra las instituciones y contra la república porque muestra que, en pleno siglo XXI, no todos ciudadanos son iguales ante la ley.

Excepción que confirma la regla

La única excepción parece ser la de piquetera Milagro Sala, quien hoy se encuentra presa ante la firme decisión del gobierno de Gerardo Morales al que no le tembló la mano para aportar contundentes pruebas ante la Justicia sobre como la organización Tupac Amaru, en complicidad con las altas esferas del gobierno de Cristina Kirchner, malversaron recursos millonarios que deberían haber servido para ayudar a los sectores socialmente postergados.

 El caso de Sala, hasta el momento, es la excepción que confirma la regla: delincuentes como el ex vicepresidente Amado Boudou, que podría ser procesado nuevamente en una causa por dádivas (ver Piden el procesamiento de Boudou por dádivas) y se encuentra vacacionando con su novia en México, gozan de absoluta libertad.

A su vez, el testaferro de la familia presidencial, Lázaro Baez, que vació sus empresas y dejó a casi 2000 personas en la calle luego de haber lavado cientos de millones de pesos de la obra pública, también goza de una impunidad pocas veces vista. Lo mismo ocurre con CFK y su hijo Máximo Kirchner, que jamás pudieron justificar su enorme crecimiento patrimonial durante la era K ni sus sospechosos negocios hoteleros en la Patagonia.  
  
Sin feria judicial

Ya terminó la feria judicial, y muchos magistrados deberán decidir si, finalmente, se ponen los pantalones largos y comienzan a resolver el destino d distintas denuncias de corrupción. Por caso, en la provincia de Buenos Aires, la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal deberá expedirse en los próximos días sobre un recurso de queja que se presentó ante el escandaloso archivo que se dictaminó, en tiempo récord, en la causa en la que se investigó al gobernador Daniel Scioli por supuesto enriquecimiento ilícito. La decisión que favoreció a Scioli fue adoptada por el juez platense Esteban Raele en octubre del año pasado, pocos días antes de los comicios presidenciales. El magistrado dictó el sobreseimiento sin ordenar un peritaje contable que analizará la evolución de los bienes del entonces gobernador bonaerense, que pasó de declarar un patrimonio negativo de $ 45.273 en 2005 a informar $ 13,6 millones en 2014, en la primera declaración jurada que difundió en ocho años de gestión, el 21 de agosto pasado.

Sin justicia no hay cambio

A su vez, los valores de los bienes de Scioli informados en su declaración jurada no cierran por ningún lado: por ejemplo, consignó una lancha de 1200 pesos, un auto del 1998 y una propiedad –Villa La Ñata, en Tigre- que debería costar no menos de 10 millones de dólares pero apareció como valuada en menos de 2,5 millones de pesos.  El trámite de la causa generó todo tipo de sospechas: por ejemplo, el fiscal a cargo de Investigaciones Complejas, Jorge Paolini decidió no cumplir con la obligación de apelar la decisión del juez.  En ámbitos tribunalicios se comenta, y mucho, que en la resolución del juez y del fiscal habrían influido las operaciones del entonces ministro de Justicia, Ricardo Casal, que más temprano que tarde también debería dar explicaciones por la triple fuga de la cárcel de máxima seguridad de General Alvear. Recordemos que, hasta horas antes de que los hermanos Lanatta y Víctor Schilacci salieran caminando del penal de máxima seguridad, el Servicio Penitenciario estuvo al mando de Florencia Piermarini y César Albarracín, dos espadas de Casal que intentaron inreciclarse en el Poder Judicial bonaerense. 


“La realidad es que la denuncia contra Scioli no fue bien investigada, se mantuvo oculta y para colmo en el resolutorio se incluyeron períodos fiscales que no se condicen con lo que estaba contemplado en la demanda. Están dados todos los elementos para reabrir la causa”, le dijo a Hoy el abogado Marcelo Peña, quien interpuso el recurso de queja ante el tribunal de alzada.  Los argentinos, y particularmente los bonaerenses, estamos atravesando por una nueva etapa. La mayoría del país se inclinó por el cambio en las últimas elecciones, algo que nunca podrá plasmarse si no hay Justicia. Es decir, si todos aquellos delincuentes de guante blanco siguen sin pagar por el daño que le hicieron a la Argentina y a la provincia de Buenos Aires.

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