viernes, 19 de febrero de 2016

RESPUESTA A LAS OBJECIONES DE LOS “AMIGOS” CONTRA EL INDULTO








17 de Febrero del año 2016 - 1373


INTRODUCCIÓN: Recibí ayer copia de una carta que el Sr. Alvaro Alsogaray (hijo del ministro famoso, según creo) en la que se opone a mi propuesta de que se escriba al Presidente Macri pidiendo el indulto de los secuestrados políticos. Me pareció una muestra de la reacción negativa que ha hecho fracasar mi proyecto. La publico junto con la respuesta a sus penosos argumentos.

Cosme Beccar Varela


16/2/2016

Me parece que el procedimiento (N: de pedir un indulto) es incorrecto.

Y seamos realistas , el presidente por mas cartas que reciba nunca va a actuar para liberar a los presos politicos.

Además el indulto es una facultad presidencial que opera sobre los que tienen condena pero no antes de la misma.

En el caso de los presos politicos tengo entendido que que hay muchas personas detenidas que ni siquiera estan siendo procesadas

Lo que Macri deberia hacer, es asegurar ante la opinion publica que la justicia a partir de ahora va a ser realmente independiente y que se cumplan estrictamente las garantias constitucionales del debido proceso.

Ej , una persona mas de 70 años no puede seguir en la carcel, y esto no se esta cumpliendo y al juez que no lo cumple denunciarlo ante quien corresponda, la misma justicia o el consejo de la magistratura para ver si no le corresponde un juri de enjuiciamientoa  (no soy abogado).

Alvaro Alsogaray

16/2/2016

Sr. Alvaro Alsogaray

De mi consideración:

Se opone Ud. a que se mande una carta al Presidente Macri para pedirle que indulte a todos los secuestrados políticos y alega para ello que "el presidente por mas cartas que reciba nunca va a actuar para liberar a los presos políticos" Es posible que su falta de amor a la Justicia le haga despreciar el angustioso pedido que le hacemos los argentinos que, por el contrario, amamos la Justicia y odiamos la injusticia. Pero si recibiera miles de cartas pidiendo el indulto de personas que están secuestradas (no presas) en violación de numerosos y fundamentales derechos consagrados por la Constitución y los Tratados Internacionales de los que la argentina es parte, se vería tal vez obligado, por razones políticas, a no hacer oídos sordos y decretar un indulto que prometió implícitamente durante su campaña política.

Alega también que el indulto sólo puede concederse a quienes están condenados por sentencia firme.  Eso no es así. La Corte Suprema ha dicho -en tiempos mejores- que lo que se exige es que el beneficiario del indulto esté sometido al poder de algún Juez a causa de un supuesto delito federal (ver "Derecho Constitucional", Gonzalez Calderón, tomo 3, pag. 387): El indulto "supone necesaria y correlativamente la existencia de una causa y la de un juez o tribunal que conoce de ella".

Bielsa, por su parte dice: "El acto por el cual se indulta a un acusado o a un condenado, es acto de gobierno y como tal, un acto de poder, pero no una atribución reglada". ("Derecho Constitucional", pag. 650)

Ahora bien, TODOS los secuestrados políticos están bajo el poder de algún juez o tribunal, sea que los hayan procesado formalmente o que les hayan dictado una resolución de prisión preventiva a causa de un delito federal supuesto del que son acusados por una secta infame que gobernó el país durante 12 años, integrada por ex-terroristas y que eran todos de izquierda o sirvientes de ella.

Es público y notorio que los "juicios" realizados o por realizarse por esos jueces facciosos han violado y violarán en lo sucesivo varias normas constitucionales y Tratados por lo cual no reúnen ni los más mínimos requisitos de un juicio lícito conforme al art. 18 de la Constitución Nacional.   Esos no son jueces sino "comisiones especiales" designadas por un gobierno que despreció todos los derechos individuales para que condenaran a los acusados, con razón o sin ella.

Por lo tanto, lo que hicieron y hacen esos "jueces" constituye una usurpación de poder por el cual cometieron y cometen "actos de fuerza contra el orden institucional", en especial, contra los derechos individuales de las víctimas que están amparados por la Constitución, en especial, contra el art. 18 que garantiza la libertad individual salvo en caso de delitos juzgados por jueces en base a leyes anteriores a los hechos. De acuerdo al art. 36 de la Constitución (versión 1994), sus autores son pasibles de la pena de los traidores a la Patria y todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra sus actos de usurpación. 

Es decir, los actos supuestamente judiciales realizados no son tales y los que están en la cárcel a causa de ellos, están en realidad secuestrados por la fuerza pública que depende del Presidente de la Nación quien, de acuerdo al art. 99 de la Constitución (versión 1994) es "el jefe supremo de la Nación, jefe del gobierno y responsable político de la administración" (inc.1) y debe hacer cumplir las leyes sin alterar su espíritu ni por acción ni por omisión (inc.2).

Por lo tanto, el secuestro de los "acusados" por la secta kirchnerista durante los últimos 12 años, fue un delito de abuso de poder cometido por los dos Kirchner y ahora, si el Presidente Macri no los lilbera de inmediato, es un delito cometido por él, ya que es bajo su poder supremo que están padeciendo.   

El Presidente tiene la obligación de hacer cumplir la Constitución y las leyes dictadas conforme a ella en forma lícita. El derecho a la libertad personal es uno de los más sagrados de esos derechos. Teniendo Macri el poder supremo, del cual dependen todas las cárceles en que se encuentran los secuestrados, debe liberarlos de inmediato. He sugerido el indulto como el instrumento más expeditivo e incontrovertible, pero en realidad, debería ser por un decreto en cuyos "Considerandos" se enumeraran todos los ilícitos cometidos por los secuestradores y ordenando al Servicio Penitenciario abrir las puertas a todas las víctimas de estas atrocidades. Si no lo hiciera de inmediato (ya han pasado más de dos meses desde que se hizo cargo del poder) será pasible de las penas que le caben a los secuestradores y a los tiranos que violan la Constitución (art. 29 de la Constitución)

La formalidad de pedir un informe previo a los mismos "jueces" culpables de las iniquidades que se trata de reparar, sobre cada uno de los secuestrados antes del indulto, debe cumplirse con celeridad, poner un breve plazo para ello y asegurarse por medio de abogados imparciales designados a ese efecto para  controlar que no mientan (cosa que es posible dado que todos ellos son prevaricadores, incluyendo los miembros de la Corte Suprema ).

En el pedido de informes el Presidente deberá incluir preguntas que obliguen a esos malos jueces a decir si hubo una amnistía general que los benefició a todos; que esa amnistía fue anulada en forma inconstitucional por un Congreso faccioso; que se les aplican retroactivamente leyes penales; que las prisiones preventivas decretadas exceden con creces los plazos legales; que las pruebas presentadas por los Fiscales son casi exclusivamente testigos parciales, ex-terroristas y enemigos de los secuestrados políticos, o sea, esos testimonios son inválidos; que la duración de los "procesos" o "procedimientos" exceden en mucho la celeridad que exigen los Tratados sobre Derechos Humanos, por ejemplo, el de Costa Rica cuyo artículo 7, inciso 6 dispone que el Juez de un detenido "decida sin demora sobre la legalidad de su arresto o detención y ordene su libertad...(si) fueran ilegales".

Por último, es tan manifiesta la ilegalidad de los secuestros, y tan vehemente la sospecha de que los 366 muertos tras las rejas por esa causa lo fueron por sendos homicidios de Estado, que el Presidente Macri no puede dudar en decretar el indulto, como una forma expeditiva de devolver la libertad a esos olvidados en su desgracia. Y como es la cabeza del Poder Ejecutivo, tiene facultad para ordenar la apertura inmediata de las cárceles federales para liberar a los indultados. Si alguien tuviera la desfachatez de objetar la legalidad de ese indulto, hay argumentos de sobra para refutarlo.

Junto con eso, debería acusar a los responsables de los homicidios de los 366 muertos en las cárceles, jueces y funcionarios de todos los niveles e iniciar de inmediato los procedimientos para remover a todos los jueces que se prestaron a este iniquidad, incluyendo a los miembros de la Corte Suprema , en especial al Dr. Lorenzetti que declaró que esos encarcelamientos y esos juicios inicuos y nulos de nulidad absoluta, son una "política de Estado" en la actuaron de común acuerdo los tres poderes del Estado, o sea, que los Jueces fueron sirvientes del Poder Ejecutivo y de su política de odio ideológico.

Por último, el Presidente debe ordenar que se indemnice a los secuestrados y a sus familias por los daños y sufrimientos padecidos.

Para terminar quisiera expresar mi asombro horrorizado de que tantos "buenos patriotas", como Ud. Sr. Alsogaray, se opongan al pedido de indulto cerrando de ese modo la única salida posible para los prisioneros de la injusticia y dejando al Sr. Macri libre de su falacia de prometer en campaña lo que luego olvidó en el poder.  Desgraciadamente, hasta los camaradas de las víctimas desdichadas que han perdido su libertad, se oponen al pedido de indulto y hasta alguno de ellos lo ha hecho con violencia y vituperio contra mi persona. ¿Qué futuro le espera a un país en el que hay más presos políticos que en Cuba y en Venezuela juntas y en el que los "buenos" no quieren serlo y prefieren lavarse las manos y no hace nada antes que molestarse en escribir una carta pidiendo el indulto?

La sugerencia final del Sr. Alsogaray de que de ahora en adelante la Justicia sea independiente y de que los mayores de 70 años tengan prisión domiciliaria es una frase hueca. Él sabe muy bien que los jueces que hay ahora son los mismos de los tiempos de Kirchner, o sea, han prevaricado sin ningún embarazo y, por otro lado, Macri no ha acusado a ninguno de los ladrones de la era Kirchner a pesar de que sabe que se han llevado miles de millones de dólares. ¿De qué "Justicia" estamos hablando?

Cosme Beccar Varela 

El presente artículo del Dr. Cosme Beccar Varela es publicado en La Misère Porc, por gentileza de su autor.

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