martes, 16 de febrero de 2016

Obras, usuarios y política






16/02/16


Del editor al lector

La inauguración de un tramo del Roca es positivo pero, también, es una medida del gran atraso en infraestructura
Hace 40 años que se anunció la electrificación del Roca, que sigue incompleta, pero que ha completado una sucesión de actos que lo que en verdad significan es el enorme atraso de la infraestructura básica en el país.

El gobierno de Macri acaba de inaugurar una porción como si fuera una torta entera y el convidado no se diera cuenta. La porción es un viaje en tren eléctrico de una media hora entre Constitución y Quilmes. Es un alivio para los usuarios, por supuesto. Y eso es lo importante. Pero, al mismo tiempo, es un símbolo de la lentitud exasperante y, a la vez, de la inflación de la propaganda K.

Macri invitó al ex ministro Randazzo a la ceremonia. Era lo que correspondía. Pero esas cosas, en la Argentina caníbal, son tan raras que estos gestos brillan con luz propia. Randazzo asistió, como correspondía también. No se privó en decir que agradecía al Presidente “poner en marcha este sueño que tuvo Cristina”y luego también explicó sus diferencias políticas que tiene con Macri. El énfasis que puso el ex ministro en sus críticas a la actual gestión más parecieron dirigidas a la interna justicialista como si alguien podría sospechar de que, por estar en ese andén con Macri, esté preparando su migración.

Si el Roca fue el sueño de Cristina, se desconoce la categoría que tuvo el tren bala a Rosario en el imaginario de la ex Presidenta.

Como jefe de Gobierno, Macri había inaugurado en marzo de 2014 una porción de la autopista Illia que corre paralela al Aeroparque y cuya apertura dio bastante fluidez al tránsito porteño hacia el norte. Ese tramo estuvo demorado por una absurda disputa política entre la Ciudad y la Nación. Los únicos que perdieron en esa puja fueron los usuarios. 

Casi una media docena de veces se anunció o se inauguró el soterramiento del Sarmiento. Todo sigue como era entonces. En el último tramo del gobierno de Cristina, la obra iba a ser financiada por un banco de desarrollo brasileño. Sin embargo, Kicillof condicionó el préstamo, según fuentes seguras, de tal manera que todo quedó congelado. La tensión entre Cristina y Dilma, dicen, se manifestó en ese tira y afloja que, otra vez, perjudicó a los usuarios.

Desde ayer está en el país Matteo Renzi, el primer premier italiano que nos visita desde que Romano Prodi lo hiciera en 1998. Entre sus papeles trae planes para el soterramiento de la línea del Sarmiento. 

El día que el Sarmiento soterrado libere la barrera que parte a la Ciudad en dos, ojalá que estén allí todos los que impulsaron el proyecto, entre ellos Cristina Kirchner.

Pero no será lo más importante.

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