Si tuviera que definir al "Cristikirchnerismo", o de que otra vomitiva forma se la pueda
denominar, diría que es un régimen populachista-oportunista que cuenta con una
fachada progre zurdosa (el relato maravilloso) y con un eje
conservador (la práctica.)
Han logrado recaudar en impuestos como nadie _en
la historia_ cuyos fondos se desvían o "evaporan", constituyendo así un sistema
de acumulación y poder económico para disciplinar intendentes, empresarios y
jueces, entre otros.
Dicho eje conservador de sistema de acumulación,
para decirlo en términos vulgares y chabacanos consiste en:
A) El fajo gordo: Es para los jerarcas
(ellos) quienes manejan las multimillonarias sumas de dinero público destinados
a subsidios en general y enriquecimiento ilícitos propios, y sumas provenientes
también de sobreprecios en la obra pública y de los impuestos de los ciudadanos.
Que se malgastan además, en propaganda estatal.
B) El fajo delgado: Es para la
"redistribución" de la riqueza (las migajas) que reparten en planes,
asistencialismo que, lo que menos logra es erradicar la pobreza (útil
electoralmente para perpetuarse en el poder.)
Todo en
nombre del pluralismo y de los DD.HH, que, bajo ese alegato doblemente
discursivo, solo se persiguen sus mas oscuros y deleznables intereses de
corporativismo de poder.
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