Volvió el frío y cortaron hasta un 40% del gas a las industrias

24/08/13

Por Antonio Rossi

Para cubrir la mayor demanda de hogares, también limitaron la provisión a las usinas.

Tal como sucede cada vez que una ola de frío se hace presente, ayer el Gobierno se vio nuevamente obligado a cortar buena parte del suministro de gas a las grandes industrias y a las centrales térmicas.

 
Con el fin de asegurar el “abastecimiento prioritario” a los hogares, hospitales y estaciones de GNC que registraron una mayor demanda por las bajas temperaturas, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) –que depende del ministro de Planificación, Julio De Vido– ordenó una reducción de 15 millones de metros cúbicos a las industrias y otra de casi 20 millones de metros cúbicos a las generadoras térmicas.

Los cortes afectaron a los 300 grandes usuarios industriales que existen en el país y que, en promedio, recibieron un 40% menos del combustible que consumen habitualmente.

Las restricciones en la provisión de gas alcanzaron a todos los contratos que las industrias tienen pactados bajo la modalidad “interrumpible”, por los cuales pagan una tarifa diferenciada y pasible de cortes durante una determinada cantidad de días al año.

También se vieron reducidas las entregas de los “contratos firmes” y las “adquisiciones directas”, que las grandes industrias tienen firmados con las empresas petroleras y que, en teoría, deberían estar a salvo de los cortes. En este segmento, el nivel de cortes se ubicó en torno del 30%, lo cual derivó en una menor actividad en casi todas las industrias afectadas.

Por el lado de las usinas térmicas, la reducción del suministro de gas del orden de los 20 millones de metros cúbicos fue compensada con la utilización de combustibles líquidos que no sólo son más caros, sino que además se tienen que importar y pagar prácticamente de contado.

Mientras los funcionarios de Planificación siguen negando los problemas energéticos, el retorno de los cortes por el frío ha vuelto a confirmar que la producción gasífera local no puede frenar la caída que arrastra hace una década.

Las estadísticas oficiales muestran que en la última década la producción de gas bajó casi un 30%. En tanto, los datos del primer semestre de 2013 también ponen de relieve una reducción del 7% con respecto al mismo período del año pasado. 

En ese contexto, la restatizada YPF tampoco ayudó a revertir la situación: su producción de gas en el primer semestre fue 1,3% inferior a la de igual período de 2012.

De no haber sido por las importaciones récord de Bolivia y del GNL (gas natural licuado) que llega por barcos que están previstas para este año, los cortes a las industrias hubieran sido mucho más fuertes y prolongados.

Durante el período invernal, las importaciones del Altiplano y de GNL superan los 40 millones de metros cúbicos diarios y representan casi el 30% de la demanda del país.