martes, 20 de agosto de 2013

SOPLO


Un  soplo de aire fresco, ha recorrido el país luego del domingo 11 de agosto. No solo climático. Sino político, social, económico.
 Tal vez sea un renacimiento .
Ha abierto sus ojos una cantidad y calidad de gente que desde el gobierno no se esperaba.
Tal vez creerían que las falacias, los fracasos sucesivos y graves que han provocado, el avisoramiento de un futuro negro, muy negro, que lo argentinos ya conocemos, serían ignorados por los ciudadanos , y que continuarían con el manejo indiscriminado de lo social, lo económico, lo judicial.
La enorme grieta que se había instalado en la sociedad argentina, por la acción deletérea del gobierno, atacando a todos los ángulos que forman nuestro país, puede comenzar a cerrarse.
Esperemos.
El pueblo ha sabido, como lo pidió Sáenz Peña, votar. No hace mucho, pedí, con la tristeza y la desesperación de ver en marcha la destrucción de la república, por un gobierno centralista, unitario, ignorante de la provincialización con la que está formada la Argentina, QUE SALVÁRAMOS LA REPÚBLICA.
Y hoy parece, a pesar de lo no vinculante de la elección pasada, que comenzamos a recorrer un camino, que será barranca arriba, porque el daño que se ha hecho en todos los niveles es severísimo, que nos llevará, o llevará a nuestros descendientes, a vivir en un país digno de ser disfrutado.
El tiempo que llevará será semejante al que se invirtió desde la  ineficiencia, la mentira, la corrupción, la negativa comunicación entre gobierno y pueblo (todo el pueblo) de los datos fundamentales para la vida ciudadana, en la destrucción de la sociedad argentina.
Tal vez sean muchos años. Tal vez no lleguemos a ser testigos del renacer de la Patria. Pero por nuestros descendientes , debemos seguir poniendo ladrillos de concordia donde se produjo destrucción, ladrillos de honestidad donde gobernó la corrupción, ladrillos de verdad donde gobernó la mentira, ladrillos de proyectos de estado, donde gobernó la improvisación, ladrillos de eficacia, donde gobernó la ignorancia, ladrillos de amor donde gobernó el odio.
Este es el futuro que preveo y que espero que nuestros descendientes vean edificado.
Sobre las ruinas de nuestra patria, un monumento a la vida feliz, productiva, honesta.
Dios ayude a que los ojos que se abrieron , continúen abiertos, y que sean abiertos más ojos, para que vean la luz .

Claudio Giglio
DNI4134981

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