jueves, 15 de agosto de 2013

CFK rumbo al choque de la calesita






agosto 15, 2013

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El discurso presidencial de ayer al mediodía no daba para sorprenderse, sobre todo si antes se había leído el documento de La Cámpora “Ni un paso atrás”. O sea, profundizar el modelo e ir por todo. 

La presidente dijo que los que vienen por todo son las corporaciones y los medios de comunicación, que tergiversaron la victoria del FpV del domingo. Hay en esto síntomas crecientes de autismo, o sea, de no reconocimiento de la realidad. En su enfatización de que el kirchnerismo es la primera fuerza nacional con el 30%, suma el gobierno a la cordobesa Olga Riutort, que se enfrentó con Néstor Kirchner y quien votaron los que odian a José Manuel de la Sota, y también supone que cuenta con otras fuerzas provinciales que no son kirchneristas. Sí puede sumar a los radicales K Gerardo Zamora y Maurice Closs, de Santiago del Estero y Misiones respectivamente.
 

Incapacidad de cambiar

 

Algunos sondeos realizados inmediatamente después del domingo registran una caída de Martín Insaurralde al 25/26% de intención de voto y el discurso beligerante de la presidente de ayer no ayuda a su candidato estrella. El descenso del oficialismo puede aumentar aún más, no sólo en la provincia de Buenos Aires sino en todo el país. La referencia de CFK al triunfo oficial en la Antártida y en La Primavera, reserva de los Quom en el Chaco, se debe sobre todo a votos comprados u obligados. Y el hecho de destacar como significativos estos números absolutamente marginales indica un serio estado de confusión mental. Está claro que quienes pensaban que la presidente podría optar por cambiar la política económica que la llevó a la derrota imponiendo nombres y políticas racionales, se equivocaron de cabo a rabo. Vendrá más de lo mismo, es decir, más cepo cambiario y más intervención del Estado, que producirán a su vez más fugas de divisas.

 El 4 de septiembre se tienen que pagar 2.000 millones de dólares del BONAR 2013, con lo cual quedarán 35.000 millones de dólares. De éstos, 6.500 son depósitos en dólares que se van yendo por el goteo de 30 US$ millones por día. Así las cosas, a fin de año, sin contar los depósitos en dólares, quedarán con suerte 27.000 millones de dólares, en su gran mayoría papeles como las Lebac y Nobac y poco cash, que quedaría a tiro de una corrida cambiaria y bancaria. Esta combinación de desaciertos políticos y económicos sería suficiente como para crear las condiciones de un estallido económico.

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