18/11/2013 | 22:30
La Presidenta le dedicó a "Simón", el mucuchíe que le regaló Venezuela, casi tres minutos de los siete que duró el video tras su reposo.
El regreso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, tras 45 días de licencia médica, tuvo como protagonista excluyente a Simón, su nuevo perro mucuchíe, al que la mandataria le dedicó casi tres minutos del descontracturado video con el que reasumió sus funciones al frente del Poder Ejecutivo.
"Ay, me olvidaba que entre todos los regalos hasta perros me regalaron. Quiero presentarles a uno muy especial", dijo la mandataria antes de mostrar por primera vez al cachorro, en el cuarto minuto de la grabación. "Miren lo que es esto, espero que no me haga pis encima porque lo mato", susurró divertida la jefa de Estado, mientras acariciaba a Simón.
De esa forma, Cristina presentó a su sexta mascota en el año ante los 40 millones de argentinos. Es que en mayo, la Presidenta había subido fotos a Twitter de Lolita, Vito, Kala, Martita y Rosita.
Hoy, lejos de agradecerle al vicepresidente Amado Boudou, por el reemplazó de 41 días, o referirse a los cambios en el Gabinete que una hora más tarde anunciaría su vocero desde Casa Rosada, la Presidenta prefirió hablar de Simón.
Bautizado en homenaje al prócer Simón Bolívar, el perrito fue un regalo del gobierno de Venezuela y lo trajo a la Argentina el hermano del expresidente Hugo Chávez. "Me lo voy a llevar a Calafate porque es un perro de altura y de zona fría", contó la mandataria.
En un momento, Simón se puso a masticar el pelo de la Presidenta. "¡Con el pelo no! Porque rompemos relaciones con Venezuela", lo retó Cristina. Y cuando la mascota se puso más molesta, le advirtió: "No, Simón, que van a acusar a los chavistas de malos".
"Ahora sí, nos vamos a trabajar. Simón a dormir y yo a trabajar", saludó al final la Presidenta.
El animal se convirtió en un éxito inmediato en las redes sociales y algunos usuarios le crearon a Simón su propia cuenta de Twitter. "GUAU", escribió en su primer mensaje.
N de R La Misère Porc:
El pobre perrito no tiene culpa de nada, pero ella está cada día más rayada y las pavadas siguen siendo su fuerte.
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