martes, 3 de marzo de 2020

Reforma judicial o maniobra judicial

Clarín


03/03/2020 - 22:10


Reforma judicial o maniobra judicial



¿Quién puede estar en contra de despolitizar la Justicia? Nadie...o, justamente, la política.


Alberto Fernández y Cristina Kirchner, el 1° de marzo
en el Congreso. Foto: EFE





  Ricardo Roa
                                                                   Del editor al lector




Si hay un cuarto poder junto al Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial no es la prensa, por más que la política o una buena parte de la política se empeñe en sostenerlo. El cuarto poder acá se llama Comodoro Py.


Esto es, la decena de jueces que hoy maneja o ha manejado causas tan resonantes como el atentado a la AMIA, la tragedia de Once, los cuadernos de las coimas o las muchas que por corrupción complican a Cristina Kirchner. Son la crema del sistema y son los más conocidos del sistema. Y aunque Comodoro Py se ha renovado casi por completo, sigue en la picota desde que Corach, el ministro de Menem, le acercó a Cavallo la servilleta con los nombres de los jueces menemistas.

Los tuvo apuntados Macri y ahora los tiene apuntados Fernández, aunque siete de los diez jueces actuales fueron designados por el kirchnerismo y muchos prestaron grandes servicios al kirchnerismo y dejaron de prestarlo después del kirchnerismo.

Fernández le ha puesto título pomposo a su operativo: despolitización de la Justicia. Ojalá sea verdad. ¿Quién puede estar en contra de una justicia independiente del poder político? El mismo poder político. La intención del operativo parece otra: diluir el poder de Comodoro Py y llenar con jueces propios asientos vacíos clave del sistema judicial.

Se conoce la música pero no la letra de la movida del presidente, que busca fusionar los doce juzgados federales de Comodoro Py (dos de ellos, vacantes) con juzgados de otros fueros. Parece y es un embrollo difícil de explicar. Una idea china pero que no es china: mezclar los 12 federales con los once jueces en lo penal económico y la mitad de los 60 jueces penales nacionales. Nadie sabe cómo se podrá armar semejante rompecabezas. Sólo se sabe que así se diluirá el poder de Comodoro Py .

Otros imaginan una mixtura más moderada: juntar Comodoro Py con una parte de los jueces penales nacionales. También es diluir aunque el número final sería mucho menor.

La pregunta del millón es la que se hace todo el mundo: ¿por dónde esto puede beneficiar a Cristina?, porque es lo que Cristina está pidiéndole a Alberto y lo que Alberto se ha comprometido a hacer.

El enroque de jueces no mejora la situación de Cristina casi en nada: la mayoría de sus causas ya han pasado a juicio oral. Lo que sí puede ayudarla es la eventual renuncia de jueces de esos tribunales orales y de camaristas de Casación por la reforma jubilatoria.

Son puestos estratégicos ocupados por jueces con edad de jubilarse o cerca de jubilarse que se irán para no perder el 82% móvil.

El proyecto de ley aprobado en Diputados elimina el llamado estado judicial. Traducido: no se podrá llamar a jueces retirados a cubrir vacantes. Y los jueces que se vayan serán reemplazados por aquellos que propondrá el Gobierno. El título ya no sería entonces despolitización de la Justicia sino desembarco kirchnerista en la Justicia. Los nombres de los jueces subrogantes saldrán del Consejo de la Magistratura, pasarán por el filtro del Gobierno y terminarán en el Senado, que los aprobará por mayoría simple. Que es como decir, con el voto del kirchnerismo.

Otro título podría ser: Gracias Scioli. O Massa​ lo hizo. Le costó poco convencer al embajador de que vuelva a ser diputado por un día y sacar la reforma. Scioli estaba en deuda con Massa, que había conseguido voltear a la jueza Garmendia que lo investigaba por corrupción. El juicio está parado.

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