martes, 24 de marzo de 2020

DÍA DE LA HIPOCRECÍA


DÍA DE LA HIPOCRECÍA



Otro 24 de marzo que será utilizado por distintos grupos de izquierda, políticos con muy poca memoria y muchísima menos vergüenza, jóvenes que sólo repiten un sinfín de historias irreales que maliciosamente les han inculcado y una parte de la ciudadanía no tan joven, totalmente “desmemoriada” o hipócritamente olvidada de los acontecimientos que llevaron a esa situación de total desmadre Institucional.

Realmente es incomprensible, cómo algunas personas con más de cincuenta años, no recuerden el estado de situación a la que se había llegado, donde diariamente se producían atentados aberrantes con explosivos; escondrijos a los que llamaban cárceles del pueblo, con el fin de torturar y matar de manera atroz, a las víctimas de secuestros; tiroteos infernales con miles de víctimas inocentes, en medio de ciudades densamente pobladas y muy especialmente en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.

Precisamente recuerdo muy bien la noche del día 23, hasta bien entrada la madrugada del 24 de marzo de 1976, ya que me encontraba haciendo cola por más de cuatro horas, para poder cargar “algo” de nafta, puesto que como en todos los gobiernos peronistas, escaseaba y sólo se expendía un mínimo de combustible y luego había que cambiar de estación de servicio y volver a hacer nuevamente varias horas de colas interminables, para poder cargar otra “ración” mínima.

Lógicamente, como suele ocurrir en ese tipo de acontecimientos tumultuosos y con los ánimos bastante alterados, el 90% de los que allí estábamos, sólo esperábamos el desarrollo de los acontecimientos, que unánimemente se convertía en algo que era mucho más que un reclamo y pasaba a ser una rogativa generalizada, para que se terminara de una vez el desgobierno de María Estela Martínez de Perón, alias “Isabelita”.

La misma, ya se encontraba sola y más desorientada que nunca, puesto que su titiritero López Rega, alias “El Brujo Daniel”, había “desaparecido” con valijas cargadas de “metal dorado” y muchos “papeles verdes”, junto a su pareja María Elena Cisneros, una maestra entrerriana, más joven que la propia hija del esotérico brujo. Las malas lenguas, dicen que ella misma, después de once años de convivencia en el anonimato, fue quien lo entregó a las autoridades de EEUU, puesto que tenía pedido de captura internacional.

Muchos de los que nos fuimos a dormir bien entrada la madrugada, luego de esperar los acontecimientos que eran “Vox Pópuli” y el deseo manifiesto de “la mayoría de la población”, sabíamos que ese era el único final de un “desgobierno”, que si bien era Constitucional, también muchos peronistas deseaban que se terminara con la débil ineficiencia de esa mujer que no sabía hacer nada más, que portar el apellido de su cónyuge fallecido.

Por supuesto que luego ocurrieron acontecimientos que eran de esperar, ya que los “jóvenes idealistas”, los mismos que se habían levantado en armas en contra del gobierno Constitucional de Perón y que fueron expulsados por él, de la Plaza de Mayo con el mote de jóvenes imberbes; recrudecieron sus ataques de guerra de guerrillas, continuando sus crímenes contra unidades militares, secuestros de civiles y militares, asesinatos a mansalva de ciudadanos inocentes, sin importar si entre ellos había niños o adolescentes.

Desde luego, lo que sucedió fue una guerra con todas las letras, ya que distintas organizaciones de bandas armadas al igual que el autodenominado ERP (EJÉRCITO Revolucionario del Pueblo) vestían uniformes militares y se auto asignaban grados de mando militares. Por lo tanto se había desatado una GUERRA entre dos bandos militares; por un lado las FFAA de la Nación, al cual el Gobierno Constitucional Peronista, con las firmas de María Estela Martínez de Perón e Ítalo Argentino Luder, “ordenaron Aniquilar” a la subversión apátrida y por el otro, las organizaciones guerrilleras armadas y muy bien pertrechadas, que precisamente no eran Boy Scouts.

Volviendo al DÍA DE LA HIPOCRESÍA; parece ser que los argentinos somos bastante proclives a olvidarnos de situaciones y hechos que NO queremos recordar. Sin ir más lejos, después de setenta años de peronismo, cuando algunos de sus integrantes cometen tropelías y desastres, son negados por sus mismos partidarios y así, ni Isabel Perón era peronista, ni López Rega era peronista, ni Menem es peronista y ni hablar de los hipócritas K, que se auto titulan peronistas, según el momento o conveniencia. Por tanto y según la magnitud de la macana que se manden; ninguno es peronista.

Para cerrar la nota de HIPOCRESÍA; recordemos una síntesis de Winston Churchill, el enemigo más recalcitrante de Argentina y de Perón, pero que en cierta forma es admirado por los peronistas, puesto que tomaron como suyo, el gesto de los dedos índice y medio, formando la “V” de Victory que inmortalizó a Churchill durante y después de la segunda guerra mundial. ¿A ningún peronista se le ha ocurrido otro gesto más autóctono? O sabiendo que es un gesto bien inglés lo dejamos, total… “Ya que lo tenemo, lo usemo, lo”. ¿Esto, no es Hipocresía?

Dijo Churchill: “Perón es el único militar de la historia, que ordenó quemar su propia bandera y el único católico que ordenó quemar las iglesias”. El Papa Francisco, que es un peronista acérrimo y confeso ¿Recordará estas acciones de su líder? ¿O Juan Domingo Bergoglio, también conmemorará el 24 de marzo como el Día de la…?. Si como dicen es de la memoria; no olvidemos a los grandes maestros de la Hipocresía. Son muchos y también son muchos los alumnos que siguen sus enseñanzas y algunos, superan muy holgadamente a sus maestros.

Francisco Viotti

@lamisere_porc14

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