06/09/2019 - 17:37
El regreso de Maldonado: algas, billetes y PASO
Tras las PASO que ganó el kirchnerismo, un tribunal de Chubut ordena reabrir la investigación en base a detalles menores que los mismos jueces relativizan.
La ex presidenta Cristina Kirchner, con un cartel de
Santiago Maldonado. TELAM
Héctor Gambini
Del editor
Los hechos son fugaces. Las investigaciones, eternas. En la Argentina, dilucidar una muerte ocurrida en 20 segundos puede llevar 20 años, aún cuando las respuestas objetivas y científicas lleguen mucho antes.
El tribunal federal chubutense que acaba de ordenar reabrir el caso Maldonado se pronuncia sobre apelaciones que con todo derecho hicieron la familia, el CELS y organismos de derechos humanos que se habían opuesto al cierre de la causa, luego de que el juez de instrucción dijera que no había detectado delito.
El juez se basó en una autopsia en la que participaron 36 peritos y dos veedores de todas las partes involucradas. Ellos dijeron, sin disidencias, que Maldonado se ahogó sin la intervención de terceros.
La Cámara de Comodoro Rivadavia ratifica ese principio, pero aparece ahora para preguntarse si alguien vio morir a Maldonado y no lo ayudó.
Es sugestivo por cuándo y cómo lo hace: según fuentes vinculadas al expediente, los jueces tenían el fallo escrito desde varios días antes de las PASO. Pero lo dieron a conocer ahora, 25 días después del triunfo del kirchnerismo, en un caso que fue bandera contra una supuesta represión del gobierno macrista en un choque de Gendarmería con los mapuches.
El kirchnerismo sostuvo esa denuncia aún defendiendo falsos testimonios como el famoso relato del mapuche de los binoculares o del Testigo E, un joven que cruzó el río con Maldonado y al que le hicieron decir fuera del expediente que vio a gendarmes golpeándolo. El cuerpo de Santiago no tenía golpe alguno.
Los jueces piden una reconstrucción 3D para ver quién pudo ver a Maldonado cuando se hundía en el río, pero mandan a revisar cinco detalles que no tienen nada que ver con eso y que ellos mismos relativizan:
Que se revise la data de muerte, luego de decir que, según la comunidad científica, "estimar el tiempo de la muerte en el agua no es una ciencia exacta".
Que se investigue "qué tipo de depredador" pudo haber provocado lesiones posmortem en el cuerpo. Si estuvo sumergido la mayor parte de los 77 días en que lo buscaron y luego emergió. ¿Qué cambiaría si fue un pez, una nutria o un pájaro?
Que se determine por qué había diferencias en la cantidad de algas microscópicas (se llaman diatomeas) que entraron al cuerpo con el agua. La presencia de esas algas significa que Santiago se ahogó y su tipo coincide con las que están en el río Chubut. Es decir, se ahogó en ese río. Pero piden aclarar una diferencia de cantidad, cuando ellos mismos dicen que eso puede variar según el día: Santiago se ahogó un día diferente al que se tomaron las muestras de agua.
Que por qué había polen en la ropa de Santiago, si ese polen se va debajo del agua. Y ellos mismos responden: puede ser que "se hubiera adherido en el momento en que el cuerpo emergió", por contacto con el aire.
Y, finalmente, que se hagan pericias sobre billetes hallados en la ropa, para ver cuánto tiempo estuvieron sumergidos. Las pericias se habían hecho sobre el DNI, y ya concordaban plenamente en que estuvo sumergido desde el día en que Maldonado desapareció.
¿Quién le pondría billetes a un cuerpo?. O, si con eso quieren probar que el cadáver estuvo afuera del agua, ¿quién le agregaría un DNI tras sumergirlo 77 días?
En la dirección del viento -de las PASO, no patagónico- el expediente Maldonado vuelve a la calesita de la política argentina. No a la estabilidad de los hechos comprobados.
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