28/09/2019 - 0:06
Voces, reclamos y esperas de jubilados
Protesta. Jubilados contra el recorte de medicamentos por PAMI.
La nueva Ley de Movilidad sancionada en el Congreso, bajo 14 toneladas de piedra, no benefició a los jubilados. Si establecemos una comparativa entre el aumento de las jubilaciones y la inflación, entre marzo/2016 y febrero/2018, los jubilados iban perdiendo un 0,51%. Al mes siguiente, en marzo de 2018, se aplica el primer aumento de la nueva ley y nuestros jubilados empiezan a perder poder adquisitivo a velocidad biónica. En sólo nueve meses ya se encontraban 13% por debajo de la inflación, lo que representaba para un jubilado de la mínima una pérdida acumulada de $ 12.317.
Debido a la inflación que disparó la reciente devaluación, en los próximos meses, la pérdida porcentual superará el 16%. Es decir que este diciembre los jubilados habrán perdido 3 haberes, los aguinaldos de 3 años y todo por un cambio de ley que venía a garantizarles “un futuro mejor”. Los jubilados no pueden esperar más. Necesitan que el Congreso no les dé la espalda. Los legisladores deben impulsar de manera urgente un cambio en la fórmula. Si esto no ocurre, debemos estar atentos. En marzo del año que viene los jubilados cobrarán los aumentos atados a la alta inflación de julio, agosto y septiembre.
No sea cosa que justo en marzo se cambie la fórmula y se opte por un índice que no les compense la pérdida de este trimestre. De lo contrario, quedarán otra vez intentando alcanzar el tren por el furgón de cola.
Andrea L. Falcone
ABOGADA ESPECIALISTA EN PREVISIÓN SOCIAL
afalcone@jubilarnos.com
Todo ser humano, sueña con tener o hacer algo. Algunos cosas materiales, otros espirituales o simplemente mejorar lo que está hecho. Así tenemos los que quieren y son avaros, egoístas o banqueros. Otros desprendidos, dadivosos o simplemente colaboradores. Los hay quienes sueñan con ver un mundo mejor, con cosas no contaminadas por políticos ni burócratas. También hay personas que dicen que para reconstruir primero hay que destruir. Claro que si después agarran la manija, se la quedan. Pero están aquellas personas que se indignan cuando ven injusticias y buscan modificarlas. Algunos buscan una forma violenta, los sabios la pacífica. Es que cuando no se tienen argumentos que exponer, recurren a la fuerza. Es la falta de cerebro.
Eso nos recuerda lo que le hacen a los jubilados. Para ellos es importantísimo estar a las seis de la mañana esperando que abra el banco a las ocho. Pero muchos, hacen tremendos esfuerzos para llegar antes del cierre. ¿No se les pasa por la imaginación a los políticos pagar con cheque a domicilio las jubilaciones y pensiones?
Está bien, tienen razón, no les da la neurona. Pero ¿y si cambiamos?
Carlos Delacroix
carlos.delacroix@yahoo.com.ar
En 2008, siendo los dos Fernández gobierno, se apropiaron los fondos de las AFJP. Entre esos fondos, pasaron a “la caja” de la ANSeS S los aportes voluntarios. Desde entonces hasta ahora no se volvió a hablar de ese “choreo”, ya que era dinero que salía voluntariamente del bolsillo de los aportantes. No eran retenciones a las jubilaciones. Ese dinero tenía y tiene dueños.
Señor Fernández, ¿qué piensa hacer con ese dinero? En 2010 se aprobó la Ley del 82% móvil. Al día siguiente, la ex presidente Fernández la vetó. Ahora que usted es jubilada y/o pensionada: ¿piensa levantar el veto? Respuestas, por favor. Tenemos que decidir por quienes votaremos.
Tomás Fernández Iramain
tfi@fibertel.com.ar
Esto, posiblemente le duela a la ANSeS, pero es algo que se debería hacer por nuestros mayores. El tener una obligación u ocupación nos mantiene alerta, entusiasmados y activos. Eso es malo para las finanzas de la Administración de Seguridad Social. Si los jubilados tienen o mantienen una ilusión, será como la zanahoria al burro y prolongará la vida de los mayores. Toda máquina, cuando se la detiene de golpe, se rompe. Los seres humanos somos una máquina perfecta.
El sistema pretende que luego de hacer una tarea por más de 30 años, cambiemos radicalmente de ritmo de vida. De plena actividad, aunque dicen que en algunas provincias no, se pasa violentamente a la quietud más absoluta. Eso daña la salud y acorta los años de vida. ¿Por qué no hacemos que haya un período pre-jubilatorio? Lentamente, se iría deteniendo la máquina y se podrían aprovechar los conocimientos y experiencias. Los jóvenes absorberían todas las vivencias de los que lo antecedieron y obtendríamos calidad en los puestos laborales.
El llegar a la época de júbilo, (¿para quién?) se debe esperar un tiempo mientras se comprueba lo evidente. ¿Y de qué se vive? “¡Ah! Eso no es cosa mía”, dicen los políticos. Si un día extendieron los años para jubilarse, bien podrían acortarlo, por ejemplo, el último año trabajaría media jornada y la ANSeS comenzaría a devolver lo que corresponde.
No condenemos a los mayores a una partida anticipada. Todavía les queda mucho para dar. Absorbamos esos conocimientos y démosle más años de vida, aunque al ministro le duela.
Felipe Enrich
enrichfelipejuan@yahoo.com.ar
Soy un jubilado de 84 años, con 42 años de servicios reconocidos, con un haber de $ 16.000. Soy un privilegiado porque hay miles de jubilados que ganan alrededor de $ 11.000.
Escuché a la ministra Stanley decir que a pesar de los aumentos generalizados, a los jubilados nada les hace falta, ya que en setiembre tendremos un ajuste del 12,02%, olvidando que en enero nos quitaron el aumento que nos correspondía. Ridículo, nos quitaron dinero para repartirlos a los gobernadores, diciendo ahora que este año tendríamos un aumento mayor a la inflación. Pregunto, ¿la señora ministra vive con el mínimo jubilatorio? Voté por el cambio pensando que realmente lo lograrían. Viejo iluso, una vez más me siento engañado junto a millones más. Políticos, que son elegidos para que sigan luchando por la próxima elección. Jueces que tardaban más de cuatro años para que nos den lo que nos corresponde. En tanto, la ANSeS apelaba, todos jugando con las penurias de los retirados. Demostraron no hacer nada para cambiar esta situación en que nos encontramos. ¿Será que nos convendría dedicarnos a ser cartoneros, planeros, etc?
!Qué pena! Nos engañaron una vez más. Pero quiero aportar una solución. Consiste en que suspendan el pago de jubilaciones y pensiones, y nos manden a los viejos a trabajar. Tal vez, de esa manera, podrían utilizar a la ANSeS para fines que vengan bien a los políticos, senadores, ministros que, pobres, luchan día a día para ser elegidos en la próxima elección, justificando que trabajan presentando proyectos como “El día del chorizo”, “El día de la vaquillona con cuero”, “El día de la bondiola”, “El día del salame casero”, etc, etc, y muchos otros más que no le solucionaban la vida a nadie.
¡Pobre Argentina!, desde hace años la están destruyendo.
Roberto Vitale
rovitale@ymail.com
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