viernes, 20 de septiembre de 2019

Chubut, ¿espejo de lo que puede venir?




20/09/2019



Chubut, ¿espejo de lo que puede venir?




Las puertitas del gobernador Arcioni





Chubut arde. Chubut es una provincia rica en petróleo, este año recibirá $24.000 millones en regalías petroleras. Es rica en diversidad ictícola y entre las ballenas francas en Puerto Pirámides, los pingüinos en Punta Tombo y los lobos marinos, atraen el turismo internacional y nacional.

Es la 3ª provincia en tamaño del país, 224.286 km2 y tiene menos de 600.000 habitantes, de los cuales hay 109 empleados públicos por cada 1.000, mucho menos que otras provincias. Pero no puede pagar los sueldos. Ni a docentes, ni a judiciales, ni a administrativos. ¿Por qué?

Tiene un gran puerto de aguas profundas, Puerto Madryn, donde atracan cruceros internacionales, que dejan dinero. Comodoro Rivadavia es la ciudad más importante y la cuna petrolera del país. La capital es Rawson. ¿Por qué arde Chubut? ¿Por qué la provincia está en pie de guerra?

Mario Das Neves fue electo gobernador de Chubut 3 veces. En 2015 llevó como vice a Mariano Arcioni. En 2017 Das Neves pidió licencia por enfermedad y murió el 1º/11. Arcioni ocupó su lugar. Comenzaron a pagarse los salariales escalonados, hasta que empezó la campaña 2019.

¿Quién es Arcioni? Nació en Comodoro Rivadavia en 1970, estudió en el liceo militar Gral. Roca y derecho en la Universidad de Belgrano, CABA. Ya abogado, se recibió de escribano en la Universidad del Salvador, CABA. Ejerció su profesión en su ciudad, Comodoro Rivadavia hasta el 2015.

Fue escribano de Lázaro Báez, entró en la política de la mano de Das Neves y es amigo personal de Sergio Massa. En la campaña 2019 prometió aumentar los salarios de los empleados públicos. Salarios que aún sin aumento no podía pagar. Una vez electo, no pagó. Chubut, paralizado.

El 4/9 una protesta de petroleros cortó las rutas 3 y 26. La represión indignó a la gente y sumando a la falta de pagos, hizo que Chubut ardiera. Ese es el momento en que Arcioni decide aumentarse el sueldo al doble. Aún teniendo razones para pretenderlo, no era el tiempo adecuado.

Chubut está sin clases, los chicos no van a las escuelas. Dijo el delegado gremial de la provincia, Santiago Goodman, “es mejor que nuestros alumnos aprendan a luchar que a saber la raíz cuadrada”. Así está Chubut, asusta pensar después de escuchar a Goodman, que estará peor.

Los judiciales, de paro. Administrativos, de paro. Incendiaron la legislatura que debería analizar el “aumento de sueldo“ del gobernador. Arcioni exige que el gobierno nacional le envíe dinero. El gobierno de Macri dice tener pruebas, que hace unos días le envió a Chubut casi $1.300 millones.

Arcioni dice que es mentira. La plata salió del gobierno nacional. En algún lugar debe estar. No está en los salarios que se les deben a docentes, judiciales y administrativos provinciales. Esas personas siguen sin cobrar lo que se les debe, más lo que se les prometió. ¿Estará en algún bolsillo?


¿Estará Arcioni esperando un cambio en el gobierno nacional? ¿Esperará que gane Alberto Fernández? ¿De ser así, que este le gire más plata de la que le corresponde como coparticipación? Todo es posible. Sería bueno recordar que los gobiernos K no cumplieron con la coparticipación a las provincias.

Hoy, Chubut está paralizado y arde. La gente está en la calle y pide juicio político para el gobernador. Que no se hará porque entre Arcioni y el kirchnerismo hay mayoría en la legislatura. Hoy, el pueblo chubutense sabe que se equivocó al votar. Arcioni fue una equivocación.


Mariano Arcioni prometió. No pudo o no quiso cumplir. Pero demanda que le suban el sueldo, esa remuneración que él no paga a los empleados de su provincia. Una broma macabra. ¿Caerá la Argentina en la trampa en la que cayó Chubut? ¿Será la Nación el espejo de Chubut?

Malú Kikuchi

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