05/02/14
La pensión mínima que cobrán más de 4 millones de personas será de $2.757 desde marzo, apenas 280 pesos más que el haber actual. Es menos de lo esperado.
Después de cuestionar a la prensa, a la oposición, a los empresarios y a los sindicalistas, Cristina Kirchner anunció que el aumento de la jubilación correspondiente a marzo, dispuesta por la Ley de Movilidad, será de apenas 11,3 por ciento, tres puntos menos que lo pautado en la anterior actualización de septiembre. Con sus pensiones devaluadas y los remedios a precio dólar, a la presidenta sólo le faltó criticar a nuestros abuelos para darles la estocada final.
"Una vez más los derechos en la Argentina se siguen ampliando", dijo la primera mandataria por cadena nacional, y ante su séquito aplaudidor agregó: "hay tanta cadena nacional con mala onda a partir de pronósticos que nunca se cumplieron, que me pareció importante comunicarle esta noticia". Pero los pronósticos, desgraciadamiente, se vienen cumpliendo, uno a uno.
Con el incremento del 11,3%, los más de cuatro millones de jubilados que cobran la mínima y que representan el 75% del total, pasarán a percibir 2.757 pesos, apenas $280 más que lo percibido durante los últimos meses. La pensión media, por su parte, quedó en $4.808 y la máxima, una excepción para afortunados, se ubicará en $20.199.
En la suma interanual, el aumento reprsenta un 27%, cuenta mentirosa pues este porcentaje comenzará a correr recién a partir del mes próximo y por los siguientes seis meses, mientras la inflación viene al galope comiéndose los ingresos y desactualizando las actualizaciones.
Además, las recientes medidas del gobierno han impactado con fuerza sobre los sectores más vulnerables. La devaluación repercute en los laboratorios que trasladan los precios de insumos importados a los medicamentos, y de allí, al bolsillo de los abuelos. Por eso la inflación a pegado tanto a un sector que cobra, por toda una vida de trabajo, menos que el salario mínimo, valuado en $3.600. De hecho, el haber de un jubilado es apenas la mitad de una canasta básica.
Como si fuera una tomada de pelo, una burla, una ironía, el Gobierno pretendió ayer dar buenas noticias. Con la inflación como palabra prohibida, Cristina inauguró un slogan: “Aumentamos”. Sí, se refería a todo lo positivo que el relato puede contar, o inventar. Lo anunciado no fue un aumento, fue una dádiva, una miseria, pero la presidenta remató: “Una sociedad que se desentiende de sus mayores es una sociedad que no tiene memoria ni futuro”. Fue la única verdad que se escuchó anoche en los salones de la Casa Rosada.
Un incremento así no cambiará nada”
“Un aumento del 10 o el 15% no cambiará en nada la vida de nuestros jubilados”. Contundente, el Defensor del Pueblo para la Tercera Edad en la Ciudad de Buenos Aires, Eugenio Semino (foto), contó a Hoy cómo afecta la crisis a nuestros abuelos.
“Después de lo que ha sido la brutal pérdida de ingersos, vía la inflación, del jubilado, un aumento así no va a modificar la situación de un haber que hoy no llega a cubrir siquiera la canasta básica”, señaló Semino, especificando que ésta “se encuentra en $4.885 por mes”, según los cálculos la Defensoría, cuyo relevamiento contempló los bienes imprescindibles que necesita un jubilado para vivir. De todas formas, aclaró que estos datos ya están desactualizados, por el informe se realizó en noviembre pasado, con datos de octubre. “En noviembre, diciembre y enero, vimos que se dispararon muchísimos precios, sobre todo de aliementos frescos, y a esto se sumó lo que tiene que ver con medicamentos, que aumentaron promedio, en diciembre, un 25% todos los rubros”, agregó Semino.
Ante esta situación, desde la Defensoría vienen reclamando desde 2013 que “el haber mínimo del jubilado llegue a lo que es el haber mínimo del trabajador activo, que está en 3.600 pesos”.
PAMI, símbolo de los negociados K
Según Cristina Kirchner, gracias a los subsidios del PAMI, miles de jubilados consiguen y compran sus medicamentos que, de otra forma, le serían vedados por sus altos costos. Llamó la atención que la presidenta mencioné a la obra social que desde hace tiempo es involucrada en resonados casos de corrupción por desvío de fondos para campañas políticas y por la utilización de recursos e influencias para negocios personales de sus principales dirigentes. Tal malversación ha generado un caos en la atención de los pacientes en la región platense y una crisis en el sistema de salud.
Tal como denunció Hoy en investigaciones realizadas en 2013, los fondos del PAMI se usan con fines políticos y electorales, financiando a la organización “La Güemes”, creada por el titular del organismo, Luciano Di Césare, y su mano derecha, Mariano Cardelli. De allí salieron, con el aval de Cristina, varios de los candidatos K para las pasadas elecciones.
Además de las denuncias por el recorte de un otorgamiento de subsidios a los afiliados más vulnerables, y de otros desmanejos con los fondos, se descubrió el vínculo entre el médico de Hebe de Bonafini y la titular de PMI La Plata, Araceli Mastellone, que posibilitó numerosos negociados en el manejo de recursos con las clinicas privadas de la región.
Los juicios y el olvido de la presidenta
Cristina criticó nuevamente los juicios a través de los cuales los jubilados reclaman lo que les corresponde, y criticó a quienes, habiendo ganado dichos procesos legales, hoy reciben todo lo que el kirchnerismo les negó durante los últimos años.
Sin embargo, la presidenta se olvida que su propia madre, Ofelia Wilhelm (foto), inició en 2008 (es decir, durante su gobierno) un juicio a la Anses por el reajuste de su pensión, el pago retroactivo correspondiente y los intereses por los haberes mal percibidos, y lo ganó. La causa tuvo fallo favorable a Wilhelm en 2010, pero de eso, nada dice Cristina.
Por otro lado, cabe recordar que en la Anses, por las nuevas demandas, la cantidad de juicios en trámite siguió aumentando: pasaron de 266.145 en mayo de 2012 a 325.121 en diciembre de 2013. El 8 de enero de 2013, en un informe similar referido a 2012, la Anses comunicó que había entonces 295.917 causas en trámite, de las cuales 257.415 eran por reajuste de haberes. Esto significa que en el último año la cantidad de juicios aumentó en 29.204 casos, en su gran mayoría por reajuste de haberes.
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