La presidente utilizó la cadena oficial para hacer propaganda del
plan instrumentado para los ni-ni, es decir, los jóvenes de 18 a 24 años
que utilizó para demostrar su preocupación, porque en esas edades el
desempleo es mucho mayor, para luego seguir con el relato y decir que el
desempleo batió el récord de 6,4% desde hace diez años y de paso podría
decir que también se batió la marca de diez años del superávit
comercial, ya que el saldo favorable fue sólo 25 millones de dólares,
con una caída importante exportaciones y menor de importaciones. Por lo
cual se demuestra que la devaluación se quedó corta y no asegura que se
mejore la oferta de divisas, como espera el gobierno para el mes de
abril, con la cosecha de granos y oleaginosas.
Cabe señalar que el gobierno también dice que no devaluó, por lo cual tampoco tiene la culpa del traslado a los precios, pero el problema es que en realidad se quedaron cortos con la devaluación, ya que ayer recuperaron 3 millones de dólares de reservas contra 95 millones que perdieron anteayer. Así lo señala Guillermo Nielsen, quien dice que la devaluación no alcanza si no se aumentan las tarifas y se baja el gasto público en forma considerable. Y sobre las tarifas, los próximos aumentos se los trasladaron a los gobernadores provinciales, quienes ya tienen aumentos propios.
Todo esto para licuar de este modo los que se produzcan en Capital Federal y el conurbano, de modo que no lo anuncie el gobierno nacional sino los gobernadores de provincias, en lo que constituye otro verdadero disparate. Esta política negacionista de todas las variables económicas que genera los desaciertos del gobierno no se las cree nadie y un 75% está convencido de que la economía va mal y va a seguir peor y le atribuye la responsabilidad al gobierno nacional, que ahora prepara una gran movilización para el 1 de marzo, cuando se inicien las sesiones legislativas.
Habrá entonces un discurso presidencial con barra de La Cámpora presente, lo que hace que la oposición amenace con retirarse del recinto al primer agravio de la señora.
1 de marzo con show
Ayer también Jorge Capitanich y Juliana di Tullio, presidente del bloque de diputados nacionales del FpV, tuvieron que aclarar que el proyecto de ley presentado por Héctor Recalde y Carlos Heller no era una iniciativa del ejecutivo sino de unos 15 diputados, con lo cual no desinstalaron el miedo que provoca este proyecto que establece multas y penas gravísimas para los empresarios que suban los precios. Este conocido doble discurso se suma a los escraches de Quebracho a los supermercados y cadenas de electrodomésticos para hacerlos responsables de la inflación que recién en enero el cristinismo la reconoció en el IPC-UN. Así es que dijeron la verdad sobre un mes desde el 2007 hasta acá. O sea que la inflación no la generaron los empresarios sino el gobierno, que devaluó, que aumentó el gasto público y la emisión monetaria.
Cabe señalar que el gobierno también dice que no devaluó, por lo cual tampoco tiene la culpa del traslado a los precios, pero el problema es que en realidad se quedaron cortos con la devaluación, ya que ayer recuperaron 3 millones de dólares de reservas contra 95 millones que perdieron anteayer. Así lo señala Guillermo Nielsen, quien dice que la devaluación no alcanza si no se aumentan las tarifas y se baja el gasto público en forma considerable. Y sobre las tarifas, los próximos aumentos se los trasladaron a los gobernadores provinciales, quienes ya tienen aumentos propios.
Todo esto para licuar de este modo los que se produzcan en Capital Federal y el conurbano, de modo que no lo anuncie el gobierno nacional sino los gobernadores de provincias, en lo que constituye otro verdadero disparate. Esta política negacionista de todas las variables económicas que genera los desaciertos del gobierno no se las cree nadie y un 75% está convencido de que la economía va mal y va a seguir peor y le atribuye la responsabilidad al gobierno nacional, que ahora prepara una gran movilización para el 1 de marzo, cuando se inicien las sesiones legislativas.
Habrá entonces un discurso presidencial con barra de La Cámpora presente, lo que hace que la oposición amenace con retirarse del recinto al primer agravio de la señora.
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