jueves, 27 de febrero de 2014

LA ÚNICA SOLUCIÓN ES QUE MADURO Y SU BANDA CASTRO-COMUNISTA SE VAYAN








27 de Febrero del año 2014 - 1232


Altas personalidades eclesiásticas y de los países "democráticos occidentales" están pidiendo que en Venezuela haya diálogo y paz. Los heroicos venezolanos rechazan ese consejo envenenado porque saben que eso es un salvavidas para el régimen tiránico que oprime el país. Y han obligado a los líderes tibios y entreguistas, como Capriles y el MUD, a rechazar la propuesta. 

“Paz” es tranquilidad en el orden y mientras el gobierno esté en manos de usurpadores comunistas, fruto del escandaloso fraude electrónico y de todos los demás tipos de fraude que cometieron, mientras las tropas cubanas estén dominando el ejército venezolano, no puede haber paz porque la usurpación que sufre Venezuela es un desorden mayúsculo, y a menos que ese desorden cese, la paz es imposible. Nada de lo que prometan los comunistas en un “diálogo” lo cumplirán. Cuando estén firmes de nuevo en el poder, empezarán la represión uno a uno.   

El asunto es si los militares que están en contra de Maduro tendrán fuerza y ánimo suficientes para vencer a los militares chapistas apoyados por los cubanos y si se animarán a exigir la salida de Maduro y de todo el Parlamento fraudulento. La ocasión se la están brindando a costa de su vida los valientes venezolanos civiles. Habrá que ver si tienen el coraje de aprovecharla. No veo otra solución porque el comunismo NUNCA deja el poder si no es forzado a dejarlo. 

Ayer salieron las mujeres y llenaron las calles de Caracas, encabezadas por María Corina Machado y, lo que es más importante, por una imagen de la Santísima Virgen que una de las valientes de primera fila llevaba en sus manos y en alto (ver foto de “Clarín”, 27/2/2014, pag.18). ¡Esa es la esperanza! Los comunistas y sus aliados del "establishment" pueden mucho, pero la Madre de Dios puede más. 

Suponiendo que Maduro y su banda comunista se fueran, ¿cómo se reorganiza el país?  No podrá ser Capriles, que ya probó ser un traidor al reconocer dos victorias electorales inexistentes. Tampoco Leopoldo Lopez, que se entregó extrañamente en manos de Maduro, obviamente porque tenía una acuerdo con él y de esa manera quedó fuera de los riesgos de una insurrección popular que ya cuenta con 16 muertos. Sólo podría ser María Corina Machado, a condición de que rompa todos los pactos que haya hecho para no denunciar el fraude electrónico que le hizo perder las primaras del 2012 y que le dio el "triunfo" a Chavez en Octubre del 2012 y a Maduro en Abril del 2013. 

No la conozco sino por sus discursos y por el coraje con que enfrentó a Chavez en el Congreso venezolano. Me desilusionó su silencio sobre el fraude electrónico evidente y decisivo. Pero después se reivindicó desde el 12 de Febrero, fecha en que empezaron las marchas, encabezádolas y exigiendo como una única solución la salida de Maduro y de toda su banda. 

Los militares, si se resuelven a enfrentar a los matones castro-cubanos y a sus colegas narcotraficantes, deberían darle a ella la presidencia y ésta debería comprometerse a llamar a elecciones en un plazo no muy breve (el país está en ruinas) pero, en todo caso, con ella como candidata, con proscripción total de todos los que hubieran apoyado el régimen chavista y garantizando que los magos del fraude electrónico no participarán en los cómputos. 

Durante su gobierno de emergencia la Sra. Machado deberá recomponer la economía, cortar todos los lazos con Cuba y el comunismo, acabar con los subsidios petroleros a la isla-cárcel y a los países pro-marxistas de America, como argentina, nicaragua, ecuador, bolivia, etc., expulsar a los rusos y chinos comunistas, reanudar las relaciones con los EEUU a condición de que Obama no pretenda intervenir en favor del marxismo en Venezuela, combatir la delincuencia, y todo lo que sea necesario para que Venezuela vuelva a la normalidad. Su gobierno no debería ser una "coalición" con la izquierda sino exclusivamente de patriotas venezolanos amantes de la Justicia y servidores del bien común. 

Estas son ideas desde 10.000  kms de distancia, dictadas por el enorme afecto que siento por Venezuela y sus valientes. Si alguien pretende calificarla como una intervención indebida en los asuntos de otro país, será por pura mala fe porque mi influencia en la situación del país hermano es nula. Sólo doy estas ideas porque a veces, estando lejos del teatro de las operaciones, uno puede ver con más claridad cuales son los peligros que amenazan al día siguiente de una victoria heroicamente obtenida. 

Cosme Beccar Varela     

La presente nota del Dr. Cosme Beccar Varela es publicada en La Misère Porc, por gentileza de su autor.

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