lunes, 10 de febrero de 2014

ALBERTO SAMID: A ENTERERSE


CARTAS Y NOTAS DE NUESTROS AMIGOS LECTORES

Argentinos:

Recién he tomado contacto con la infausta noticia que Alberto Samid, es el nuevo Regente del Mercado Central de Buenos Aires.

Es lo que sucede cuando alguien se encuentra muy lejos de la Patria y las noticias arriban con cierto retraso.

Pero ello no es óbice, para que me inhiba de echar un párrafo sobre este deleznable lombrosiano, cuya morfología es bien típica de estos canallas K.

Por ello vienen a cuento, algunas misceláneas sobre este hampón.

Corria el mediodía de 1980 y un día, en la Rueda del Mercado de Liniers, se traba en una ofuscada discusión con uno de sus clientes que al parecer le adeudaba una abultada suma de dinero, por la compra de menudencias (achuras) de las que este Samid, era el principal comercializador en la Plaza.

Las cosas parecieron irse de madre y Samid se retira, tan solo para regresar pocos minutos después.

Sin mediar palabra y con una escopeta calibre 12, ultima a su deudor con dos disparos a la cavidad torácica.

Como era el socio operativo en todo lo relacionado con lo cárnico, de los Generales Albano Harguindeguy, por entonces Ministro del Interior y también de Llamil Reston de la cartera de Trabajo y Previsión, los operarios del Mercado, procedieron a retirar el cadáver que con un enorme charco de sangre fue dejado en absoluta soledad por la nutrida concurrencia.

La operación termino a la hora habitual y Samid con el resto de los comparecientes a esa Feria, se retiro sin ser siquiera interrogado.

Cualquier Matarife, Abastecedor o miembro de cualquier casa Consignataria de aquellos tiempos, podrá respaldar esta cita.

Años después, cuando el primer episodio del Golfo, a principios de los noventa, se las ingenio por su amistad con Menem, para enviar varios cargamentos de carnes enfriadas a Irak, por entonces, nada mal visto, por la alianza que Hussein mantenía con los Gringos.

Sin embargo, el entonces muy eficiente Servicio de Inteligencia de la Armada, detecto que la carne era solo un cebo, para encubrir un formidable contrabando de fusiles Fal que Samid, había adquirido a precio irrisorio a Fabricaciones Militares, como material de rezago y pretendía vendérselos a los iraquíes al quíntuple de su valor.

Cuando su compatriota -El Turco-, fue anoticiado que Samid pretendía "dormirlo" en esa operación, lo excomulgo del circulo áulico de los gangsters de esos tiempos y lo hizo ingresar en un prolongado ostracismo.

Pero Menem, no se conformo con esa intentona de "mejicaneada" y le impartió la orden a Cavallo, para que la Afip, lo cargara en una inspección integral.

El resultado: la remisión de la causa al Fuero en lo Federal Criminal, con una pretensión Fiscal de cinco millones de dólares.

Pero tuvo, nuevamente una enorme dosis de suerte, porque el Magistrado en turno era un coimero de siete suelas, de apellido Liporaci, quien paso de vivir en un oscuro departamento de tres ambientes en la calle Bogotá del barrio de Flores a una mansión en Vicente López, de la noche a la mañana siguiente.

Al cohechado juez lo obligaron a renunciar pero retuvo el chalet.

Con su propio letrado -ex secretario privado de "Isabelita"- Samid, cuando le pregunto al desechable juzgador lo que había percibido por el "arreglo", ordeno que tan solo le pegaran un par de tiros en las piernas, porque lo había "girado" en el doble de la coima.

Y fue así que la causa penal, naufrago en el olvido y Samid resulto indemne, con una moratoria, de esas que nunca se pagan. 

Ahora esta a cargo del timón del Mercado Concentrador mas grande de la Argentina. 

Espero que nadie se atreva a polemizar con este grasiento, porque quien lo haga se arriesgaría a finalizar su existencia como el  desdichado que se olvido de pagarle una cuenta.

Cordialmente El Primer Cuchillero.-

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