Todos esperaban que la anunciada reaparición pública de la presidente
serviría para que diera su opinión sobre la crisis energética y la
grave tensión cambiaria de ayer, cuando el BCRA se abstuvo de intervenir
para no perder cientos de millones de dólares, dejando que el dólar
oficial diera un salto del 3,5% por ciento y llegara a los 7,15 pesos.
Esto deja vislumbrar en principio que se dejaron de lado las
minidevaluaciones diarias y se pegaron saltos cambiarios mayores.
Así, el dólar blue pasó la barrera de los 12 pesos y terminó en $ 12,15 y el Central perdió igual 80 millones de dólares por pedido de importaciones que aumentan exponencialmente todos estos días. Lo mismo ocurriría con la inflación, fracasando ya mismo el plan de los precios cuidados. Además, ningún economista serio duda que entramos en recesión y así lo manifestó ayer Tomas Bulat que, coincidiendo con esta columna, dijo que desde el último trimestre del 2013 la economía entró en una leve recesión, aunque ahora, debido al salto cambiario, podemos terminar el año con una caída similar a la del 2009, que fue del 4% del PBI.
La señal que intentó dar el gobierno con el viaje de Kicillof a Francia chocó contra la pared cuando el Club de París oficialmente dijo que no recibió ni está estudiando ninguna propuesta. Y solamente el siempre optimista David Blejer, cercano al empresario kirchnerista Eduardo Elztain, dijo que se puede arreglar con el Club de París sin el aval del FMI, en un verdadero disparate verbal. Este enero parece interminable en cuanto a movimientos cambiarios que sólo se esperaban para la segunda quincena pero arrancaron a principios de mes y ayer se marcó un hito con la devaluación más importante en los últimos doce años, lo que nos hace recordar los peores momentos de la crisis del 2002.
Por lo visto, para la presidente no hay crisis energética ni problemas cambiarios sino que tenemos el salario mínimo más alto de Latinoamérica y estamos mejor que nunca, con una cobertura universal que va desde la niñez hasta la jubilación. Un grave desconocimiento de la realidad y con una reservas del BCRA que se reducen a los 29.443 millones de dólares. Esto teniendo en cuenta que ingresaron los fondos de Chevron, de las cerealeras y del crédito de YPF. Y hasta entrado el mes abril no ingresará un solo dólar y todos los días se seguirán fugando las reservas, ante la inacción de un equipo económico que sólo da señales a los mercados que duran un solo día y al otro vuelven las tensiones cambiarias cada vez más graves.
Así, el dólar blue pasó la barrera de los 12 pesos y terminó en $ 12,15 y el Central perdió igual 80 millones de dólares por pedido de importaciones que aumentan exponencialmente todos estos días. Lo mismo ocurriría con la inflación, fracasando ya mismo el plan de los precios cuidados. Además, ningún economista serio duda que entramos en recesión y así lo manifestó ayer Tomas Bulat que, coincidiendo con esta columna, dijo que desde el último trimestre del 2013 la economía entró en una leve recesión, aunque ahora, debido al salto cambiario, podemos terminar el año con una caída similar a la del 2009, que fue del 4% del PBI.
La señal que intentó dar el gobierno con el viaje de Kicillof a Francia chocó contra la pared cuando el Club de París oficialmente dijo que no recibió ni está estudiando ninguna propuesta. Y solamente el siempre optimista David Blejer, cercano al empresario kirchnerista Eduardo Elztain, dijo que se puede arreglar con el Club de París sin el aval del FMI, en un verdadero disparate verbal. Este enero parece interminable en cuanto a movimientos cambiarios que sólo se esperaban para la segunda quincena pero arrancaron a principios de mes y ayer se marcó un hito con la devaluación más importante en los últimos doce años, lo que nos hace recordar los peores momentos de la crisis del 2002.
El show de la irrealidad
En tanto, la presidente anunció un subsidio de 600 pesos que para los jóvenes de 18 a 24 años, o sea, los ni-ni, estudien. Reconoció además que pasó un mal momento de salud y que viajará a Cuba para desmentir a los dicen que está débil de salud. Se vio a la misma presidente chicanera, malhumorada, enojada con la sociedad. y con la disfunción degenerativa del lóbulo frontotemporal izquierdo, que le produce grandes cuotas de histrionismo y desinhibición, que brindó en casi todo su discurso. Poco le faltó igualar e identificó a toda la juventud argentina con La Cámpora, la que dijo fue agredida por la policía municipal de San isidro en un hecho que sólo ella conoce.
Por lo visto, para la presidente no hay crisis energética ni problemas cambiarios sino que tenemos el salario mínimo más alto de Latinoamérica y estamos mejor que nunca, con una cobertura universal que va desde la niñez hasta la jubilación. Un grave desconocimiento de la realidad y con una reservas del BCRA que se reducen a los 29.443 millones de dólares. Esto teniendo en cuenta que ingresaron los fondos de Chevron, de las cerealeras y del crédito de YPF. Y hasta entrado el mes abril no ingresará un solo dólar y todos los días se seguirán fugando las reservas, ante la inacción de un equipo económico que sólo da señales a los mercados que duran un solo día y al otro vuelven las tensiones cambiarias cada vez más graves.
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