jueves, 30 de enero de 2014

CARTAS Y NOTAS DE NUESTROS AMIGOS LECTORES




Son 2 cartas mías, que publicó Clarín (la semana pasada y hoy) La de Campagnoli nació en un mail que le envié a Osvaldo Pepe, a raíz de un muy buen editorial que titulaba "No se olviden de Campagnoli" instándolo a no dejar que pueda caer en el olvido o la prescripción. Creo yo que tiene que ser el caso emblemático, capaz de convertirse en el empujoncito que la justicia argentina necesita para cambiar la historia.

Juanjo



Reclama no aflojar en el caso de Campagnoli      22/01/2014
Muy bueno el recordatorio hacia una opinión pública que suele cambiar de  intereses con la misma facilidad con la que un hecho nuevo o trascendente la suele anoticiar.
Es imperioso no aflojar en el seguimiento de ésta,  que yo creo, es la causa madre del kirchnerismo.
Campagnoli tiene que ser en el Baez-gate lo mismo que Garganta profunda en el Watergate
Todas las razones que el kirchnerismo expuso para justificar el avasallamiento de la justicia, con un ejército de abogados, muy bien recompensados, a los que ubicó en lugares estratégicos tienen su origen en el temor a ir presos y/o perder gran parte de lo ilícitamente obtenido en la década ganada.
Está visto que con la composición actual el Congreso nada hará para apoyar esta investigación. La oposición se debate entre sus dudas y los únicos que pueden resistir los durísimos embates de Cristina son los fiscales no enrolados en “justicia legítima” y los periodistas independientes.  Fuerza, carajo !!!   
Saludos  juanjo 
Mario Andeguz mandeguz@gmail.com
 
 
 
Los pibes de La Cámpora     28/01/2014
Los pibes de La Cámpora son de salidas ingeniosas, pillos de barrio. Como Aníbal Fernández, que no es pibe, pero sin dudas, el pícaro número 1, ideales para jugar con ellos al scrabble o resolver un crucigrama (nunca una Claringrilla), incluso para rescatar una sonrisa por una humorada ligera. El problema de ellos es que no son amigos ni amigables, ya no son de barrio, ahora viven en Puerto Madero o cercanías y han adquirido un dejo de soberbia que los hace sentir superiores.
Son funcionarios de áreas donde hay que aplicar conocimientos, tener fundamentos, estar debidamente preparados para poder entender problemas mucho más complejos que los juegos de mesa o las chanzas de ocasión.
La problemática está dada porque la irrupción de ellos en la administración pública inundó de incapaces los puestos clave para que los organismos funcionen como tendrían que hacerlo, mínimamente.
El amontonamiento de problemas no solucionados quedarán como herencia para la próxima administración.
Juan Manuel Irala jumirala@gmail.com

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