Viernes 24 de enero de 2014 | 11:56
Por Orlando J. Ferreres |
Para LA NACION
Se anunció una flexibilización del cepo cambiario,
pero con autorización previa según la capacidad económica declarada
impositivamente. Esto ya funcionaba para la compra de pasajes al
exterior y para gastos de viaje, aunque nunca se conoció la fórmula que
determinaba cuánto podía comprar cada persona. En la práctica era muy
poco lo que se lograba obtener por ese mecanismo.
El próximo lunes se podrá comprobar el funcionamiento
de este esquema ampliado a la compra de divisas para portafolio
financiero o para gastos en dólares. La retención impositiva bajó del
35% en el que estaba actualmente al 20 % tanto para para las compras de
dólares como para los gastos con tarjeta. Los gastos al exterior por
compras de libros u otros productos mantienen su restricción
cuantitativa anunciada hace dos o tres días.
Nunca se conoció la fórmula que determinaba cuánto podía comprar cada persona
El flujo de reservas del Central ha sido negativo en
u$s 92 millones por día en el último mes, pero esta tendencia se ha
acentuado en la última semana a un promedio diario cercano a los u$s 140
millones diarios, que implica una pérdida de reservas de algo más de
u$s 3.000 millones equivalente por mes. Como hay u$s 30.000 millones en
el Central, y si el ritmo se sostuviera, llegar a un punto crítico
hubiera sido una cuestión de meses, contando inclusive con la
liquidación de la cosecha gruesa de abril-junio. Con un criterio
realista, el presidente del Banco Central decidió flotar el tipo de
cambio oficial, lo que fue correcto.
Hace falta un plan integral, explicado en detalle, que incluya una política antiinflacionaria explícita
La devaluación de los últimos 12 meses rindió un 59% al
tenedor de dólares, contando el dólar oficial, en tanto que un tenedor
de un plazo fijo en pesos obtiene solo 21% anual. Hace falta ordenar
estas variables para que los agentes económicos prefieran el peso antes
que invertir en activos denominados en dólares. En otras palabras, hace
falta que el rendimiento de ahorrar en pesos argentinos sea algo mayor
que el de tener un portafolio de inversiones basado en dólares. Este
aspecto aún no se ha balanceado.
Si bien las medidas van en el sentido correcto, al
anunciarse deshilvanadas y de una en una, no generan el mismo efecto
positivo que el que se podría lograr con un plan general anunciado con
coherencia y de una sola vez. Es fundamental poder cambiar las
expectativas de la población para que las medidas tengan éxito y para
esto hace falta un plan integral, explicado en detalle, que incluya una
política antiinflacionaria explícita.
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