17, feb, 2014 - 15;00
Caleta Olivia hace veinte días que están sin agua. Como ya es común en estos últimos 7 años, la población sufre semanas de cortes de este indispensable elemento por la vida y el desempeño diario de la comunidad. Las obras fueron anunciadas con bombos y platillos, antes de las elecciones, claro. Después, la nada. Todo sigue igual.
Los pobladores marchan, protestan y el problema parece ser de financiamiento. Mientras tanto, en El Calafate, el gobierno muestra su imagen más fulgurante y dispendiosa, con jornadas millonarias en festejos.
Gran cantidad de ciudadanos de Caleta Olivia se manifestaron al pie del Gorosito donde cortaron la calle y de allí se trasladaron ante las oficinas de la empresa Servicios Públicos Sociedad del Estado. Reclaman por el agua. Hace veinte día que la ciudad padece el corte de este vital elemento, dado que el acueducto que proviene del lago Muster y abastece a Comodoro, Rada Tilly y Caleta, sigue rompiéndose, a pesar de los grandes anuncios que hizo la propia presidenta, en días previos a las elecciones legislativas, cuando mostrando un perfil “ejecutivo” le asignó la obra a CPC SA, empresa perteneciente al amigo del poder, Cristóbal López que presupuestó $ 329.980.383,67.
Corría el 25 de julio de 2013, a menos de 4 meses de las elecciones, los arlequines locales del gobierno nacional en Santa Cruz, generaron una movida tendiente a que la población de zona norte registrara que quien se ocupaba realmente de darle solución definitiva al tema del agua, era el gobierno nacional, ante la incompetencia de la provincia.
En esos días, CFK se hizo eco del “pedido de “Magdalena García y Alejandro Maidana de Caleta Olivia”, quienes alertaron en el muro de la Presidenta sobre la falta de agua en esa ciudad. Inmediatamente, la mandataria tuiteó: “Ya se licitó. Se adjudica la obra el 29 de julio y se firma el contrato para empezar la obra en 10 días subsiguientes“. La prensa complaciente, entonces, agregó “la mandataria anunció en Twitter un convenio con el gobierno de Chubut para realizar un nuevo acueducto por $ 329.980.387,67, financiado por la administración nacional, y les respondió a los dos usuarios que le habían pedido ayuda”.
Ya pasaron casi 8 meses de que CFK respondió el twit y unos 5 meses desde que el FPV perdió las elecciones en manos de la UCR. El acueducto sigue roto, Caleta Olivia sin agua y los vecinos padecen, protestan y piden a gritos que, al menos, cumplan con lo que prometió Cristina y que diera lugar al pedido de una sesión extraordinaria por parte de Fernando Cotillo, el diputado Mauricio Gómez y Rubén Contreras “para tratar especial y puntualmente la emergencia del agua en Caleta y buscarle una solución definitiva al problema”, señalaba en los fundamentos el expediente de convocatoria.
El caos sanitario vuelve a imperar en Caleta Olivia. Las autoridades han decretado la “Emergencia hídrica”, vuelve a implementarse el reparto de agua en camiones cisternas y arrecian las quejas sobre las especulaciones sobre el precio de los bidones de agua potable y el cobro que hacen algunos encargados de llenar los tanques en los domicilios debido “a que el gobierno no les paga los acarreos”.
Mientras todo este aquelarre con el agua sigue, sin solución de continuidad y constituye un mal permanente en Caleta, cuyos más de 60 mil habitantes sufren cortes generales o por sectores en la red domiciliaria, el Intendente José Córdoba, no pierde de vista la visita presidencial a El Calafate y se mezcla con lo más representativo de la política provincial y nacional, para festejar el aniversario del Lago Argentino y admirar el millonario gasto que hace el estado nacional, a través del municipio de Javier Belloni en 9 días donde el amplio escenario del predio festivalero calafatense, es recorrido por los artistas top de Argentina que cobran un importante cachet para sus presentaciones y gozan de una logística impresionante que cargan a las cuentas del Estado.
En este grado de contradicciones cae el gobierno nacional que por un lado, incumple la solución del agua, un tema grave y acuciante de la población caletense, que proviene de hace muchos años y que jamás tuvo una solución de parte del poder político y por la otra, es el mismo gobierno que gasta más de 20 millones de pesos para posicionar a El Calafate como meca del turismo nacional e internacional, vistiendo sus días y noche con las mayores galas artísticas, a un precio que parece, no importarle a nadie, pero que podría servir para resolver otros problemas que urgen a los habitantes de Santa Cruz.
(Agencia OPI Santa Cruz)
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