jueves, 6 de febrero de 2014

Política ¿El que depositó dólares, recibirá dólares?







06/02/14 



El BCRA limitó las reservas de los bancos en divisa extranjera, lo que provocará menor liquidez en caja para el ciudadano medio que atesora billetes verdes. Preocupación por un “efecto 2001”

Ayer, el Banco Central de la República Argentina ordenó a las entidades financieras que operan en el país limitar su tenencia de divisa extranjera por debajo del 30% de su “responsabilidad patrimonial”. Con la normativa, que se distribuyó en los bancos al comenzar la jornada, el gobierno logró una leve baja en el precio del dólar oficial, pero abrió otros frentes. 

En medio del estado de incertidumbre en el que se encuentra nuestra economía, una menor liquidez de billetes verdes en la banca provocaría que estos no puedan hacer frente a los requerimientos de todos sus clientes, que depositan sus ahorros en esa moneda para defenderlos de la inflación. 

Si la crisis continúa su rumbo descendente y un “efecto 2001” repercute en el comportamiento de los ahorristas argentinos, el sistema financiero encontraríauna grieta dificil de cerrar. Pero vamos por parte. 

La medida 

La “Comunicación A-5536” que emitió el Central, conducido por Juan Carlos Fábrega, establece nuevos límites a la tenencia promedio de saldos diarios de divisas que las entidades financieras deben mantener en su poder. El plazo de adecuación será hasta el 30 de abril y está destinado a aquellos bancos cuyas posiciones netas están sobre “el límite” de lo establecido. 

La primera reacción a una medida que obliga a los bancos a vender el exceso de dólares fue una baja de 12 centavos en su precio oficial, que cerró a $7,91, mientras en el mercado paralelo se consigue sólo a más de $12. Como había más oferta circulando, el precio bajo, pero este efecto es tan solo a corto plazo, ya que, pese a todo, los pronósticos de ayer en la “City porteña” estimaban una devaluación cercana al 45 por ciento para fin de año. 

Los riesgos 

En las últimas semanas, con la flexibilización del cepo, se vendieron 42 millones de dólares para atesoramiento a ciudadanos argentinos en poco más de 80 mil operaciones en la banca nacional. A este requerimiento de los pequeños compradores se suma la necesidad de dólares por parte de la administración central y las gobernaciones provinciales, quienes contrajeron deuda en moneda extranjera y desde enero les cuesta un 23% más de sudor y lágrimas. No a los funcionarios, sino a los contribuyentes, a nosotros. 

Si esta situación se combina con la escasez de reservas del BCRA, se forma un combo explosivo que amenaza con dinamitar el sistema financiero local. 

La tendencia

El comportamiento financiero acompaña la tendencia general: el aumento de las tasas (ver página 4), el fin de las 12 cuotas sin interés con tarjeta, el incremento de la inflación (superior al 4% en el primer mes del año), hacen prever un estancamiento de la economía. A menores compras, menos venta, menos producción y menos trabajo. Menos es igual a crisis. 

El 2001 

No es el fantasma del comunismo, ni el fantasma de la B, pero un miedo con sabor a crisis recorre la Argentina. Devaluación, inflación, conflicto social y represión. Después de una década “ganada”, volvemos al mismo lugar, como un deja vú de lo que no queremos ser, ni sufrir. Pero siempre en el mismo lugar. De todas esas palabras que marcaron a fuego la última gran crisis, una sola está, todavía, ausente. Con cuidado, y bien bajo, hay que decirla: corralito.  

“Son manotazos de ahogado” 

Para el diputado Claudio Lozano, las disposiciones del Banco Central “son manotazos de ahogado” del Gobierno nacional, que está “desesperado por contener la fuga de dólares, pero no lo puede hacer porque ya nadie cree en el tan mentado modelo”. 

El economista rechazó así las últimas medidas implementadas a instancias de Cristina Kirchner, señaló que “el viraje conservador ya es más que claro”, y advirtió que lo que se viene es un período de fuerte ataque “contra el bolsillo de los trabajadores”, quienes serán los verdaderos perjudicados de esta crisis que recién comienza.

Por eso, comentó, la presidenta fue tan enfática “contra las organizaciones que reclaman en las calles”, en referencia al último discurso de Cristina por cadena nacional, donde cuestionó al sindicalismo y pidió a sus militantes invitar a quienes protestan a revisar precios en los comercios.   

Pronostican una mayor devaluación 

Si bien desde la Casa Rosada insisten en que el dólar se estabilizará en $8, en el mercado financiero se barajan otras hipótesis. Los contratos para el dólar oficial a mitad de este año ya están en trono a los diez pesos, marcando una tasa de devaluación cercana al 45 por ciento anual. Es decir, quienes juegan en las grandes ligas y hacen negocios en divisa extrangera a largo plazo, barajan una suba importante para los próximos meses en el precio del dólar. 

Para peor, el Banco Central no ha intervenido para clamar estas expectativas como lo suele hacer, colocando “posturas de ventas” para generar que las cotizaciones del dólar futuro caigan”. En este sentido, y según señalaban ayer desde el mercado financiero, "decirle a quienes producen soja que liquiden si el dólar futuro está marcando tasas de devaluación del 40% no tiene sentido. No van a vender porque no te creen el dólar a $8".

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