martes, 11 de febrero de 2014

EXCELENTE DOCUMENTO ECONÓMICO TESTIMONIAL, DEL Dr. ROBERTO CACHANOSKY

El presente documento es de carácter exclusivamente empresarial. El mismo ha llegado a nuestra mesa de trabajo, enviado por una activa lectora de La Misère Porc que redise en un país de Medio Oriente.

Desafortunadamente no hemos podido editar los gráficos, puesto que los mismos son muy valiosos, por el trabajo efectuado por su autor. No obstante, con mucha perseverancia, hemos podido publicar el texto, pero de ha quedado en forma un tanto desordenada o desprolija, pero este Documento de Trabajo, que es extraorinariamente testimonial, vale la pena leerlo hasta el final, puesto que es la cruda realidad que estamos afrontando.
LMP 




DOCUMENTO DE TRABAJO 26




Por: Roberto Cachanosky

Escenarios políticos y económicos de muy corto plazo
Asumir un ajuste peor que en el 2002 o …

¿Preparando la retirada? ¿Para cuándo?

Cuando uno ve los discursos de CFK, Capitanich, Kicillof y demás k de paladar negro, se encuentra con continuas denuncias de conspiración y ataques destituyentes.

En su último discurso, antes de viajar a Cuba, CFK afirmó, sin
nombrarlos, que hay sectores que conspiran contra el gobierno. Su
línea de argumentación fue que el gobierno defiende al pueblo, por
eso los sectores conspirativos quieren desestabilizar al gobierno para atacar al pueblo. Sumergirlo en la pobreza. Un discurso similar utilizó Capitanich días pasados.

Es más, el Jefe de Gabinete pasó por tres etapas. Primero intentó
cambiar el estilo de confrontación por el diálogo. Luego comenzó a
patinar con sus discursos matinales y a entrar en contradicciones y
ridículos y ahora se ha transformado en un k de paladar negro en que todas las mañanas denuncia una nueva conspiración. Es decir, volvió al más puro estilo de confrontación de CFK. Y a medida que la crisis económica se acelera, más apelan a las conspiraciones. Las últimas dos que podemos citar al momento de redactar este documento de trabajo son las denuncias contra los productores que no liquidan sus
tenencias de granos, como si el productor no tuviera derecho a vender sus granos cuando más le conviene, y al presidente de Shell por haber incrementado el precio de los combustibles.
 
Podemos agregar a estas denuncias de conspiraciones imaginadas por el gobierno la furia con que Kicillof anunció la “flexibilización” del cepo cambiario. La bronca que se le veía en la cara y la reacción de tomar el micrófono para decir que los que nos querían hacer creer que el dólar valía un pesos ahora vale 13, es el claro reflejo de alguien que se siente impotente. Descontrolado.
 
En una entrevista que un par de semanas atrás le hizo el diario

ultraoficialista Página 12 a Kicillof, el ministro no responde, en la

extensa nota que le hicieron, con un solo argumento económico. 

Todas sus respuestas se limitan a denunciar conspiraciones.
Estos datos más el clima de malhumor social por la inflación, la pérdida de reservas, la crisis energética y una economía que tiende a paralizarse, muestran, a mi juicio, un gobierno impotente para

controlar la economía y con creciente caída en la confianza de la

gente.

Y ahora voy a dar un pronóstico arriesgado, porque en general los
economistas tenemos que arriesgar más en los pronósticos de lo que realmente podemos. Puesto en otras palabras, los economistas
podemos marcar el rumbo de una determinada política económica pero no tenemos la bola de cristal para decir el día y la hora del desenlace de una crisis, si la política económica es altamente inconsistente como la actual.
 
Mi visión es que le asigno un alto porcentaje de probabilidades a que CFK termine su mandato en los próximos meses. Y aun arriesgando más, febrero o marzo pueden ser meses claves en este sentido.

Finalmente, ya los columnistas políticos van anunciando sin muchas
vueltas que a CFK le va a resultar muy difícil llegar al 2015, de manera que mi afirmación solo se limita a tratar de ponerle una fecha esa salida anticipada, si es que ocurre como en todas las conversaciones se especula.
 
Dicho más directamente, dejemos la hipocresía de lado y analicemos el tema no por lo que uno desea sino por lo que efectivamente puede pasar. Y todos sabemos que puede pasar que CFK no termine su mandato.
 
Las razones a considerar

En primer lugar, la salud de CFK no estaría en condiciones de
permitirle afrontar el alto grado de estrés como el que tendría que
afrontar dado el deterioro de la economía argentina, la conflictividad social que se avecina y, posiblemente, el levantamiento de parte del PJ que no quiere ser arrastrado por la debacle del kirchnerismo. Marzo va a ser un mes muy complicado
 
En segundo lugar, CFK no tiene en quién delegar la gestión diaria.
Capitanich quedó fuera de combate en muy pocos días. Kicillof no solo tiene una enorme soberbia, sino que, además, no está capacitado para dominar la crisis económica que han generado. Las contradicciones en las medidas económicas que toman son tan alarmantes que ya no tienen credibilidad para revertir la crisis que se avecina. Es que no se trata solamente de devaluar el peso o corregir las tarifas de los servicios públicos. Sin credibilidad esas medidas terminarían en un rodrigazo y nada más. Además se requiere de un gobierno que genere confianza y la realidad es que CFK ya no puede generar confianza. En infinidad de oportunidades pudo cambiar el rumbo y no lo hizo. ¿Por qué lo va a hacer ahora que tiene fecha de vencimiento de su mandato? Por lo tanto, sin credibilidad y con nadie serio en quién delegar la tarea diaria, la crisis tenderá a acelerarse.

En tercer lugar, CFK sabe que no puede extender la mecha de la
bomba hasta diciembre del 2015. ¿Por qué esperar a que le estalle la crisis económica a ella si no puede extender la mecha para que le
estalle a otro? La lógica indica que, dada su soberbia, le conviene irse antes de que estalle la economía y la conflictividad social, para luego decir que con ella estas cosas no pasaban. El argumento para
abandonar el barco antes de tiempo sería la conspiración de los
medios, economistas opositores, productores, exportadores y
cualquiera que le venga en mente al momento de desarrollar su relato.

En cuarto lugar, se podrá argumentar que no puede irse porque
tendría que previamente negociar su retirada ante los escándalos de
corrupción. Sin embargo, peor sería que le estalle a ella la crisis y deba abandonar el barco en el medio de un caos social. En ese caso no podría negociar su retirada.

En definitiva, el problema de CFK es que pudo acumular poder
mientras tuvo caja para financiar la fiesta de consumo. Caja ya no
tiene. La crisis energética seguirá, al igual que la inflación y el
escenario económico más optimista que puede tener el gobierno es el de estancamiento con inflación. El peor es recesión con inflación.
 
Considerando que van a tratar de utilizar el salario como variable de
ajuste, el consumo caerá, las inversiones no existirán y las
exportaciones, con este tipo de cambio, no le resuelven el problema.

Insisto, su mejor apuesta puede ser febrero o marzo antes que las
cosas empeoren más.

Un ajuste peor que en 2002

Cuando Duhalde se lanzó a la devaluación del 2002, lo único que hizo fue devaluar pero no subió las tarifas de los servicios públicos. El entonces ministro de Economía, Lavagna, se negó a incrementar las tarifas de energía, agua, transporte público, aprovechando el stock de capital que había heredado de la década del 90.

Ese stock de capital en el sistema energético ya no existe, al igual que las rutas, el transporte público y el resto de la infraestructura del país.
 
Esto quiere decir que para que el sistema energético no termine de
colapsar y el Central no siga perdiendo reservas por la importación de combustibles, el gobierno, éste o el que lo reemplace, no solo tendrá que ajustar el tipo de cambio (luego veremos si $ 8 es un tipo de cambio de convergencia como dice Capitanich) sino que también deberá subir las tarifas de los servicios públicos. Una especie de rodrigazo pero con porcentajes de ajuste mayores a los de 1975, sobre todo en las tarifas de los servicios públicos.

La otra diferencia con el 2002 es que en ese momento se podía apelar a un esquema keynesiano, emitiendo moneda para financiar el gasto sin que hubiese mayor impacto sobre el nivel de precios, porque la industria trabajaba en promedio al 50% de su capacidad instalada.
 
La escasa inversión de los últimos años en el sistema productivo no da mucho margen para repetir una estrategia de ese tipo. 

Recordemos que con la devaluación del 2002 el PBI cayó el 15%, lo cual dejó capacidad ociosa para poder incrementar la producción sin necesidad de realizar inversiones. Solo hacía falta algo de capital de trabajo y la devaluación garantizaba, durante un tiempo, la sustitución de importaciones. Hoy, ese escenario no existe. No hay margen para subir el gasto público y reactivar la economía al estilo keynesiano. Y mucho menos con un gasto público que llegó a niveles récord.

Finalmente, Duhalde tuvo la suerte que a mediados de 2002 el precio de la soja comenzó a subir y eso ayudó notablemente a empezar a salir de la recesión. Apostar a subas importantes de la soja en el corto plazo luce poco probable como salvavidas para el modelo.
 
Como puede verse, el ajuste a realizar es mucho más complicado que el de 2002, con el agravante que el colchón social actual es muy delgado por la pobreza, la indigencia y la baja demanda laboral que hay en la economía.
 
Considerando que el gobierno se rindió y dejó de utilizar el dólar como ancla contra la inflación (lo cual tampoco le dio muchos resultados), la nueva ancla a utilizar será el salario. Esto quiere decir, caída del salario real y menos consumo.
 
Si no ajusta por el lado de los salarios, tanto la Nación como las
provincias y los municipios tendrán serios problemas para evitar un
mayor desborde de sus cuentas fiscales. Ya no saben cómo van a
hacer para pagar el ajuste a la policía, menos tendrán idea cómo
afrontar aumentos para docentes, personal de hospitales, etc.

El escenario es realmente complicado. Por un lado salarios creciendo igual o menos que la inflación. En rigor tienen que hacerlos crecer por debajo de la inflación para poder bajar el déficit, frenar la emisión monetaria y evitar un mayor desborde inflacionario.
 
Este complicadísimo escenario económico, con un gobierno debilitado políticamente en cuanto al apoyo de la gente y del mismo PJ, me hace pensar que CFK no querrá afrontarlo y su salud no le dará para enfrentar las tensiones que genera manejar una situación de esas características.
 
Papelones en París y reservas cayendo

El viaje relámpago de Kicillof al Club de París fue un verdadero
papelón. De acuerdo a la información recabada, la propuesta fue que las empresas de los países del Club de París invirtieran en Argentina U$S 3.500 millones. Con ese dinero el gobierno le pagaba una parte de la deuda y el resto con bonos. Obviamente salió eyectado hacia Buenos Aires al día siguiente y si uno observa la secuencia de los hechos, el martes Kicillof dice que fue una muy buena reunión y el miércoles se desataron los demonios en el mercado de cambios oficial con una fuerte devaluación. Es decir, fracasó en París y tuvo que devaluar.

Durante el fin de semana pasado también trascendió que el gobierno busca que bancos extranjeros le gestionen en el exterior una línea de créditos por U$S 10.000 millones. La desesperación por las reservas puede verse en los siguientes gráficos
 
Gráfico 1

Desde que se estableció el cepo, el Central perdió U$S 19.765 millones de reservas, a pesar de frenar las importaciones, la compra de divisas para atesoramiento, encarecimiento por turismo y prohibición de giro de utilidades y dividendos.
 
Gráfico 2

La caída de reservas en enero fue realmente dramática. Hasta el día
30 el BCRA había perdido U$S 2.777 millones. Desde que asumió
Kicillof el Central perdió U$S 3.964 millones, es decir que en 2 meses el ministro de Economía perdió el 20% de las reservas que se fueron durante el cepo cambiario.

Gráfico 3

Los gráficos son los suficientemente elocuentes como para advertir que la sangría de reservas no solo continúa, sino que se acelera. A este ritmo el gobierno solo puede aguantar un par de meses más.

Mientras tanto, solo le queda paralizar la economía frenando las importaciones de insumos, con lo cual agravan la situación fiscal por menor nivel de actividad y menos recaudación.
 
¿Es $ 8 tipo de cambio de convergencia?

Capitanich afirmó que el tipo de cambio oficial en $ 8 es el tipo de
cambio de equilibrio o de convergencia, como lo llamó el Jefe de
Gabinete.

Gráfico 4

Como puede verse en el gráfico 4, aun con un tipo de cambio de $ 8 el tipo de cambio real se mantiene en uno de los puntos más bajos de la serie histórica de 43 años que abarca el gráfico.

Si tuviese que elegir algún período asimilable, no igual, pero asimilable al actual, de esos 43 años, optaría por el del plan primavera, que duró de septiembre de 1988 hasta el 6 de febrero de 1989.

Bien, el tipo de cambio promedio del plan primavera fue de $ 17, e
insostenible en el tiempo porque se optó por subir la tasa de interés
para que el mercado vendiera dólares, se colocara a tasa de interés y devengara una ganancia. Mientras tanto el dólar se mantuvo estable.
 
Pero como no existe el inversor que devengue indefinidamente
utilidades, sino que en algún momento las realiza, en enero de 1989
las presiones sobre el mercado de cambios fueron creciendo hasta que el 6 de febrero el entonces presidente del BCRA, José Luis Machinea, decidió dejar de vender dólares y estalló el mercado de cambios y hubo una corrida cambiaria, financiera e hiperinflación.
 
Si tomamos como referencia el tipo de cambio promedio del plan
austral es de $ 20. Y si tomamos el de la inflación cero de Gelbard
estamos en $ 17.

Por último, si tomamos la base monetaria actual más todos los bonos de corto plazo que colocó el BCRA y lo dividimos por las reservas declaradas, el tipo de cambio de conversión está en $ 20.

En definitiva, si bien no tengo el número mágico de tipo de cambio de equilibrio, considerando el mismo tipo de errores económicos, el tipo de cambio de equilibrio para este delirio de política económica debe estar entre 18 y 20 pesos. Aclarando que esa es la foto hoy. Con la película el número va cambiando.

Con solo advertir el ajuste cambiario y tarifario que hay que hacer, es fácil advertir que el gobierno no va a asumir el costo de un estallido cambiario, inflacionario y social.

Y es bueno aclarar que también es una ilusión pensar que si llegan a
mayo, cuando ingresa el mayor número de divisas por las
exportaciones de granos, el problema está solucionado. Primero
porque si observan el gráfico 2 pueden advertir que, aun con el
ingreso de divisas por los granos, en 2013 hubo pérdida de reservas.

El período de mayor ingreso de divisas por granos empieza en abril y se extiende hasta julio. En todos los meses perdieron reservas netas en 2013.

De manera que aun estirando como puedan las reservas hasta abril no tienen asegurado el éxito. Y luego tienen que transitar la sequía de reservas a partir de agosto.

Los escenarios políticos posibles

Desde mi punto de vista el escenario de que CFK llegue al 2015 se le puede asignar un 1% de probabilidad. Me guardo el 1% porque no puedo adivinar el futuro.

La probabilidad de que se vaya en 2014 sube al 70% en mi visión.
Y la probabilidad que lo haga en los próximos 2 o 3 meses podría ser del 50%.
 
Si aceptamos este último escenario, seguramente iremos a una
Asamblea Legislativa para elegir a un gobierno de transición.

Posiblemente por unos meses para llamar a elecciones. Ese gobierno de transición tendría que hacer el trabajo sucio, con el apoyo del resto de los partidos políticos, sindicatos y empresarios, para dejarle mínimamente despejado el panorama al próximo gobierno, con lo cual imagino que en 2014 debería producirse una crisis económica de envergadura con alta conflictividad social.
 
Habrá que ver quién gana las próximas elecciones y si se anima a
hacer reformas estructurales de fondo que pongan a la Argentina en
una senda de crecimiento sustentable o solo se limitan a devaluar,
corregir tarifas, etc. y volver al populismo. Imaginar ese escenario ya es demasiado.
 
Lo que sí me atrevería a afirmar es que, como CFK no va a cambiar el rumbo económico ni tiene la capacidad de convocar a gente seria y confiable en quién delegar, su futuro esta sellado y tal vez mucho
antes de los que todos imaginamos. Estoy pensando en muy pocos
meses más.

Si no se va, tendrá que asumir el costo político de enfrentar un ajuste más duro que el de 2002 y no la veo resistiendo ni políticamente ni con su salud.

Muchas gracias estimada AMIGA CH.

No hay comentarios:

Publicar un comentario