09/01/2014|
21:03
Aún es leve pero comenzó la 1ra. fuga de depósitos desde 2001
Caída de los depósitos privados (datos al
29/12/2013, los más recientes disponibles). Es leve, pero es la 1ra.
desde la corrida de 2001. Es un dato muy importante porque indica un
deterioro sustantivo de la demanda de dinero, lo que puede ser
peligrosísimo: si se profundiza porque:
1) Aún cuando no emitan, el
dinero se irá a dólares e inflación; y 2) Los bancos perderían depósitos
mes a mes (con las consecuencias terribles que los argentinos ya
conocen). "La desconfianza que han generado las iniciativas oficiales y
la inacción frente al desborde fiscal están derivando en un peligroso
escenario, en el que los agentes económicos no reaccionan en la forma
esperada a las medidas monetarias.
La pista la dieron los últimos días
de 2013, cuando —en pleno auge estacional de la demanda de dinero— las
reservas caían más de US$ 100 millones por día y el dólar paralelo
ascendía hasta superar la inadmisible frontera de los $ 10, a pesar de
que la tasa interbancaria se ubicaba en un récord de 35% anual",
advirtió el estudio Massot & Monteverde en su newsletter a sus
clientes.
Massot & Monteverde: "El hecho de que la expansión de la base se
ubique más de 8 puntos por debajo de la inflación registrada y que
paralelamente se perdiera un nivel récord de reservas indica que se
trasladó a dólares y precios una masa de pesos superior a la emitida,
consecuencia inmediata de la erosión de la demanda de dinero y paralela
aceleración de la velocidad de circulación."
CIUDAD DE BUENOS AIRES (InC). El comportamiento de la oferta monetaria podría ser calificado como positivo si tomamos en cuenta que al 29/12/2013 la base monetaria tuvo una modesta expansión de 21,2% interanual.
> En primer lugar, es necesario dejar en claro que esa moderación en la emisión no correspondió a una mayor disciplina fiscal.
> Por el contrario, la asistencia monetaria al Tesoro exhibía hasta ese día un alza de 35,6% interanual.
> La expansión monetaria hubiera sido, entonces, mucho mayor si no hubiera mediado la pérdida de reservas: la venta de divisas al mercado implicó una contracción equivalente a casi un tercio de lo emitido para sostener el gasto estatal.
> Pero lo que aparece como francamente amenazante es la paulatina erosión de la demanda de dinero.
> El dato más revelador proviene del comportamiento de los depósitos bancarios del sector privado en los primeros 29 días de diciembre de 2013.
> Los depósitos a plazo quebraban su historial de crecimiento —aunque declinante en los últimos 3 meses— y caían -0,01%; en ese mismo lapso del año pasado crecían +3,8%.
> Los saldos en cajas de ahorros caían -0,08% mientras que en idéntico período de 2012 trepaban +13,1%.
> Las cuentas corrientes privadas declinaban -0,04%; un año antes se expandían +4,4%.
> El divorcio entre la expansión monetaria, la evolución de las reservas y la marcha de los precios es también esclarecedor.
> Si bien la creación de dinero se ubicó francamente por debajo de la evolución del PBI nominal, según nuestros números preliminares, la inflación del año cerró en +29,6%.
> Sabemos también que durante el año recién finalizado el Central perdió reservas por más de US$12.700 millones.
> El hecho de que la expansión de la base se ubique más de 8 puntos por debajo de la inflación registrada y que paralelamente se perdiera un nivel récord de reservas indica que se trasladó a dólares y precios una masa de pesos superior a la emitida, consecuencia inmediata de la erosión de la demanda de dinero y paralela aceleración de la velocidad de circulación.
> La desconfianza que han generado las iniciativas oficiales y la inacción frente al desborde fiscal están derivando en un peligroso escenario, en el que los agentes económicos no reaccionan en la forma esperada a las medidas monetarias.
> La pista la dieron los últimos días de 2013, cuando —en pleno auge estacional de la demanda de dinero— las reservas caían más de US$ 100 millones por día y el dólar paralelo ascendía hasta superar la inadmisible frontera de los $ 10, a pesar de que la tasa interbancaria se ubicaba en un récord de 35% anual.
> La situación podría agravarse en las próximas semanas, a medida que la liquidez volcada a la calle en diciembre se haga notar y se planche la tasa de interés.
> En primer lugar, es necesario dejar en claro que esa moderación en la emisión no correspondió a una mayor disciplina fiscal.
> Por el contrario, la asistencia monetaria al Tesoro exhibía hasta ese día un alza de 35,6% interanual.
> La expansión monetaria hubiera sido, entonces, mucho mayor si no hubiera mediado la pérdida de reservas: la venta de divisas al mercado implicó una contracción equivalente a casi un tercio de lo emitido para sostener el gasto estatal.
> Pero lo que aparece como francamente amenazante es la paulatina erosión de la demanda de dinero.
> El dato más revelador proviene del comportamiento de los depósitos bancarios del sector privado en los primeros 29 días de diciembre de 2013.
> Los depósitos a plazo quebraban su historial de crecimiento —aunque declinante en los últimos 3 meses— y caían -0,01%; en ese mismo lapso del año pasado crecían +3,8%.
> Los saldos en cajas de ahorros caían -0,08% mientras que en idéntico período de 2012 trepaban +13,1%.
> Las cuentas corrientes privadas declinaban -0,04%; un año antes se expandían +4,4%.
> El divorcio entre la expansión monetaria, la evolución de las reservas y la marcha de los precios es también esclarecedor.
> Si bien la creación de dinero se ubicó francamente por debajo de la evolución del PBI nominal, según nuestros números preliminares, la inflación del año cerró en +29,6%.
> Sabemos también que durante el año recién finalizado el Central perdió reservas por más de US$12.700 millones.
> El hecho de que la expansión de la base se ubique más de 8 puntos por debajo de la inflación registrada y que paralelamente se perdiera un nivel récord de reservas indica que se trasladó a dólares y precios una masa de pesos superior a la emitida, consecuencia inmediata de la erosión de la demanda de dinero y paralela aceleración de la velocidad de circulación.
> La desconfianza que han generado las iniciativas oficiales y la inacción frente al desborde fiscal están derivando en un peligroso escenario, en el que los agentes económicos no reaccionan en la forma esperada a las medidas monetarias.
> La pista la dieron los últimos días de 2013, cuando —en pleno auge estacional de la demanda de dinero— las reservas caían más de US$ 100 millones por día y el dólar paralelo ascendía hasta superar la inadmisible frontera de los $ 10, a pesar de que la tasa interbancaria se ubicaba en un récord de 35% anual.
> La situación podría agravarse en las próximas semanas, a medida que la liquidez volcada a la calle en diciembre se haga notar y se planche la tasa de interés.

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