jueves, 21 de junio de 2012

ENFRENTAMIENTO GENERACIONAL K



 

La política del gobierno enfrenta
a jóvenes con ancianos


La vida si la com­pa­ra­mos como una larga senda en el espa­cio, comienza ancha, llena de posi­bi­li­da­des y tiempo, pero a medida que éste trans­cu­rre se va afi­nando hasta que fina­liza como dos para­le­las que se unen.

Sin embargo, el gobierno, para con­su­mar sus pla­nes elec­to­ra­les no con­cibe a la vejez con el con­cepto huma­nís­tico, que unos seres huma­nos tie­nen más tiempo que otros: es decir la juven­tud, tiene menos urgen­cias y  más posi­bi­li­da­des que un anciano.
Con­cre­ta­mente nos esta­mos refi­riendo a la toma de los fon­dos de la Anses y del Fondo de Garan­tía de Sus­ten­ta­bi­li­dad (FGS) para imple­men­tar pla­nes para la cons­truc­ción de casas para las per­so­nas jóve­nes. Y esto es una injus­ti­cia por­que las jubi­la­cio­nes tanto sean las míni­mas, que están mil pesos debajo de la línea de pobreza, y el resto, no alcanza para una sub­sis­ten­cia digna, por supuesto excep­tuando a las jubi­la­cio­nes de pri­vi­le­gio, lo cual  sig­ni­fica un des­pojo a la ancia­ni­dad, cuyos dere­chos tanto publi­ci­tara Perón en su oportunidad.

Tam­bién es una injus­ti­cia que al plan­tearse esta dico­to­mía se sus­cite un enfren­ta­miento entre jóve­nes y ancia­nos: unos que recla­man cré­di­tos del Estado para con­cre­tar la nece­si­dad de una vivienda pro­pia, a pagar con el esfuerzo de su pro­pio tra­bajo, y otros que pre­ten­den, con justo dere­cho, que se dé cum­pli­miento a los dic­ta­dos de la Corte Suprema que obliga al gobierno al pago del 82 por ciento móvil y no dis­traiga los fon­dos socia­les en pla­nes, como el que hoy nos ocupa, u otros como aque­llos que se des­ti­nan para la com­pra de note­books, o a finan­ciar el défi­cit fis­cal, o a cual­quier otro fin que no son los espe­cí­fi­cos de la lla­mada ter­cera edad.

Cuando nos refe­ri­mos al cum­pli­miento del gobierno a lo deci­dido por la Corte, es lisa y lla­na­mente el fiel cum­pli­miento de lo pres­cripto, y no a pro­du­cir valo­ra­cio­nes pro­pias según su enten­der y, más aún, si se apli­can con carác­ter electoralista.

El uso indis­cri­mi­nado de los fon­dos de la Anses tiene carac­te­rís­ti­cas incons­ti­tu­cio­na­les, por­que están fuera de la ley al ser orde­na­dos por reso­lu­cio­nes del Poder Eje­cu­tivo sin la inter­ven­ción del Con­greso Nacio­nal. Tam­bién la adju­di­ca­ción de tie­rras fis­ca­les requie­ren la apro­ba­ción legis­la­tiva en cum­pli­miento del artículo 75º inciso 5, que dice como facul­tad del Con­greso: “Dis­po­ner del uso y de la enaje­na­ción de las tie­rras de pro­pie­dad nacional”.

Da la sen­sa­ción, a par­tir de los dichos del nuevo “pro­fe­sor eco­nó­mico”, Axel Kici­loff, (al decir de Lanatta), que esta medida ha sido regida teme­ra­ria­mente, por la deci­sión del gobierno de la Ciu­dad de otor­gar una línea de cré­di­tos para la vivienda anti­ci­pán­dose al gobierno nacional.

Esta his­to­ria de recu­rrir a los fon­dos de jubi­la­ción es una vieja prác­tica en la que han incu­rrido dis­tin­tos gobier­nos. Como el pero­nismo hace citas de su jefe máximo cuando quiere pro­bar cier­tas medi­das de este gobierno, noso­tros tam­bién vamos a remi­tir­nos a la opi­nión que Perón tenía de la esta­ti­za­ción del sis­tema pre­vi­sio­nal. Dijo por cadena nacio­nal el 30 de noviem­bre de 1973: “Noso­tros comen­za­mos a estu­diar estos pro­ble­mas cuando todos nues­tros vie­jos esta­ban aban­do­na­dos. No qui­si­mos hacer un sis­tema pre­vi­sio­nal esta­tal por­que yo cono­cía y he visto ya en muchas par­tes, que esos ser­vi­cios no sue­len ser efi­cien­tes ni segu­ros, deján­dole al Estado libre de una obli­ga­ción que siem­pre mal cum­ple.

 Es la expe­rien­cia que tengo en todas las par­tes donde estos sis­te­mas los he cono­cido (que hay en varias par­tes)… Para mí eso es un robo, por­que no era plata del Estado, era plata de la gente que había for­mado esas socie­da­des y esas orga­ni­za­cio­nes. Fue un asalto. Enton­ces natu­ral­mente que des­pués de ese asalto los pobres jubi­la­dos comen­za­ron a sufrir las con­se­cuen­cias de una infla­ción que no pudo homo­lo­gar nin­gún sala­rio ni nin­guna jubi­la­ción”. Y es esto exac­ta­mente lo que está apli­cando el mal gobierno de Cris­tina Kirchner.

Esta pre­si­dente  hace de las prác­ti­cas incons­ti­tu­cio­na­les una forma de gobierno, parece que se qui­siera jac­tar de no aca­tar las nor­mas de la Corte Suprema y dis­po­niendo a su antojo de las for­mas repu­bli­ca­nas. Es nece­sa­rio que de una vez por todas sea el Con­greso quien actúe ponién­dole coto a este accio­nar alo­cado del gobierno.

Fuente: www.historiaconopinion.com.ar
Autor: Rodolfo Sala

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