sábado, 30 de mayo de 2015

Tembló la FIFA (y el Gobierno)




Sábado 30 de mayo de 2015 | Publicado en 
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Por  | LA NACION


El miércoles, la noticia literalmente arrancó a Cristina de la cama. Se habían llevado detenidos a dirigentes de la FIFA por una trama de corrupción a escala global. El que la despertó fue Aníbal Fernández. "Sepa disculparme, pero está involucrado nuestro amigo, nuestro socio, nuestro querido y recordado Julio Grondona. Lo acusan de haber cobrado una cometa de 15 palos verdes." La señora pegó un grito: "¡No puede ser, qué desgracia! ¡Que te ensarten sólo por 15 palos".
Siguió Aníbal. "Mi problema es que en un rato me van a agarrar los periodistas. Usted sabe que siempre tengo respuestas para todo, y ya se me ocurrieron unas cuantas, pero no quería largarme sin su autorización. Además de don Julio, acá está comprometida la gente de Torneos. Trabajamos mucho con ellos. Esto roza a Fútbol para Todos..."
Cristina quiso conocer algunas de las respuestas que se le habían ocurrido a Aníbal, por el que siente algún respeto político y ningún respeto intelectual. En realidad no iba a escucharlo: necesitaba ganar tiempo. "Bueno -respondió el jefe de Gabinete, presidente del club Quilmes (de licencia permanente) y barrabrava de la palabra-, si el tema se complica podría decir que es un intento destituyente, un golpe de los buitres. Cosa de cambiar el eje, ¿se entiende? También podría decir que se ve la mano negra de Griesa. O hablar del Partido Judicial norteamericano. O acusar a la fiscal general que está llevando el caso, una tal Loretta Lynch, de trabajar para los poderes concentrados. O que todo es un invento de los medios hegemónicos. O escandalizarme por el hecho de que se animan con don Julio ahora que no puede defenderse, una salvajada. [Piensa unos segundos y agrega]. Se me acaba de ocurrir otra cosa: ¿y si le soltamos la mano a Julio? Que nos perdone, pero nosotros tenemos que seguir peleándola, ¿no?"
Cristina ya le había cortado. Si un tema la puede, es el de la corrupción. Lo detesta. Dice que es pegajoso y que a la gente no le interesa. Lleva más de 120 cadenas y miles de discursos y lo ha ignorado olímpicamente, no lo ha mencionado, salvo para desmentir acusaciones. En la cadena del 25 de Mayo dijo que jamás le podrán "descubrir una cuenta en el exterior". Un pícaro que estaba a mi lado en el palco me susurró al oído: "Es una genia. No dijo que no tiene cuentas, sino que no se las van a descubrir".
Odia cuando la corrupción se mete en la agenda, pero le preocupa que Fútbol para Todos, al que considera uno de los grandes logros de su gestión ("un golazo", resume con ingenio y gracia), pueda quedar salpicado por el escándalo. Se lo comentó a Zannini esa misma mañana, después de dejarlo a Aníbal hablando solo. El Chino la tranquilizó. "De última tendremos que salir a buscar a otro productor que no sea Torneos, que seguramente nos saldrá un poco más caro." Cuánto más caro, preguntó ella. La respuesta del más sagaz de sus colaboradores la hizo reír: "Unos 15 o 20 minutos extras de la maquinita de imprimir".
Cuando se despertó Máximo, cuatro horas después, lo puso al tanto del escándalo de la FIFA. Máximo no salía de su asombro. "Pensé que Blatter tenía todo bien atado", dijo con tono de experto en nudos. Cristina le dio un encargo: "Llamá a tu nuevo amigo Tinelli, a ver qué sabe". Marcelo, vicepresidente de San Lorenzo y con cargo directivo en la AFA, dormía. Le contestó al rato. Aunque el rey de la TV todavía no es uno de los nuestros, merecería serlo. Fíjense lo que le dijo: "Tremendo, Maxi, tremendo. Recién vi el video de Loretta presentando la denuncia. Che, sin ser linda, da bien en cámara. Si quieren la tiento para el Bailando. Digo, es una forma de arrimárselas. Que la tengan a tiro. Porque la cosa está compliqueti. Torneos les vende a ustedes la producción de partidos de fútbol. Ustedes le venden a Torneos los derechos de la transmisión del fútbol para el exterior. Quiero decir: ustedes son socios de los tipos que la justicia de los gringos acaba de empomar. Ustedes además se asociaron con la AFA de Julito Grondona, que ahora pasó a ser el malo de la película. Tampoco están claros los números de Fútbol para Todos. Pum para abajo, Maxi. Todo bien, pero... Creo que van a necesitar ayuda. Y yo estoy hasta las manos de laburo".
Maxi entendió todo y quedó en que volvería a llamarlo. Su madre se lo prohibió. El encargado de tomar el tema en sus manos iba a ser Zannini, al que el combo fútbol/política/business no le resulta ajeno: Alejandro Burzaco, accionista y CEO de Torneos, negociaba directamente con él. El Chino, un jugador de toda la cancha.

Después de mover los hilos que tenía que mover, Cristina se quedó más tranquila. "Nada va a manchar a mi Gobierno", dijo. Era cerca del mediodía. Pidió los diarios del 26 de mayo, que no había terminado de leer y que la mostraban con la Plaza de Mayo rendida a sus pies. Los disfrutó. Pasando las hojas de LA NACION se encontró con una información breve llegada de Roma. El 25, por la fecha patria, el Papa, su amigo Francisco, su viejo rival Bergoglio, con el que se verá la semana próxima, había tenido el gesto de invitar al embajador argentino en el Vaticano a la misa de las 7 de la mañana en Santa Marta. Tuvo un segundo gesto: lo hizo ubicar en primera fila. Desde allí pudo escuchar muy bien la homilía. ¿De qué habló el Papa frente al embajador de Cristina? De riqueza y corrupción.

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