sábado, 30 de mayo de 2015

¿Continuidad o cambio?: El inquietante paralelismo entre la FIFA y la Argentina




29/05/201517:30

Una aceitada maquinaria clientelar desplegada en Asia y África le permitió a Joseph Blatter conseguir su 5to mandato en el fútbol mundial a pesar de los escándalos de corrupción que lo envuelven. Ante la disyuntiva 'continuidad o cambio', los beneficiarios del dinero de la FIFA optaron por respaldar a su benefactor más allá de las acusaciones. ¿Es ese el destino de la Argentina de cara a las próximas elecciones?



Como Blatter en la FIFA, el kirchnerismo ha utilizado millones para fidelizar un nucleo duro electoral desde el cual construir poder.



CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El fútbol mundial se vio sacudido como nunca en los últimos días. Varios directivos de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) fueron detenidos en el marco de una investigación por sobornos y lavado de dinero, entre otros delitos de corrupción. 

El vendaval -de repercusión en todo el planeta- apareció apenas unos días antes de la elección de las nuevas autoridades de la entidad. La magnitud del escándalo hasta llegó a poner en duda que Joseph Blatter, presidente de la FIFA desde 1998, pudiera conseguir su 5to mandato consecutivo. 

Incluso, se dio un caso inédito. Blatter no consiguió en la 1ra ronda de votación los 2/3 necesarios para consagrarse en esa instancia, por lo que se hizo necesario un balotaje. Pero eso fue lo más cercano a poner en riesgo su 4ta reelección. Ante la imposibilidad de conseguir una mayoría que lo coronara, el contrincante Alí Bin al Hussein optó por salir de la carrera y así Blatter consiguió su propósito.

¿Cuál fue la clave de la victoria de Blatter, que tenía encontra a la federación europea y recibió el voto dividido de sus aliados históricos de la sudamericana Conmebol? Fue la cantidad. Blatter consiguió el voto de los países africanos y asiáticos, que no tienen la tradición futbolística de Europa o América Latina, pero a la hora de elegir tienen el mismo peso que estos últimos y los superan en número.

Blatter consiguió allí fidelizar un nucleo duro a través del programa 'Goal' de apoyo a países asociados a la FIFA.  Durante 12 años del funcionamiento de esta iniciativa, el continente africano recibió de la FIFA US$2.106 millones para centros de entrenamiento, canchas de fútbol profesional y edificios para que las federaciones funcionen adecuadamente. Mientras que en Asia esa inversión alcanzó los US$3.000 millones, de los cuales la mayoría se ha dedicado al desarrollo del fútbol juvenil tanto masculino como femenino.

Blatter es la cara de esa ayuda y tanto en África como Asia se lo aprecia como un generoso benefactor.

Esta descripción sirve de disparador para una serie de comparaciones que, como suele ocurrir, nunca son simpáticas. Aparece una maquinaria como la de la FIFA, que puede ser comparada con la de un Estado. Una figura como la de Blatter que puede ser parangonada con la de un dirigente político; y un nucleo duro que parece obtenido gracias a las maniobras clientelares.

Ante la diyuntiva continuidad o cambio, los beneficiarios del dinero de la FIFA optaron por respaldar a su benefactor más allá de las acusaciones. ¿Puede ocurrir lo mismo en la Argentina? Los sectores más vulnerables de la pirámide socio-económica fueron abastecidos con millones de pesos a través de diversos planes sociales. Ese nucleo duro de personas que necesita aún del Estado para satisfacer sus necesidades básicas ¿por qué apostaría a un cambio?

También se puede agregar a ese universos a cientos de miles de personas que se han incorporado a la clase media a través de la estabilidad laboral que le ha permitido obtener mejoras salariales, incluso -salvo excepciones- que le han ganado a la alta inflación.  Tampoco se puede desdeñar que millones de nuevos jubilados accedieron al beneficio sin la necesidad de tener los aportes requeridos a cualquier trabajador formal. 

El kirchnerismo agita el fantasma de la pérdida de todos esos "derechos" si es que no continúa en el poder. Un regreso abrupto a la crisis de 2001. Un sector lo interpreta como algo cierto, lo cual lleva a activar en él un instinto lógico de supervivencia. ¿Por qué apoyar un cambio cuyo resultado hoy por hoy es incierto?¿Tiene alguna importancia que sobre la adminitración K pesen también sendas sospechas de corrupción? ¿Hace alguna mella en la consideración del electorado su vocación autoritaria y su desprecio por la disidencia? ¿Es para ignorar la deficiente gestión en distintos sectores del Estado?

Si se toman en cuentas las encuestas que circulan por estos días, el costado negativo del Gobierno no estaría siendo apreciado en toda su magnitud. El FpV aparece como la fuerza más votada de cara a las elecciones primarias, y Daniel Scioli pica en para las generales. 

¿Continuidad o cambio? La Argentina parece ir en el sentido de la FIFA. 

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