08/05/2020
Por qué el Fondo de Garantía del ANSES es el "acreedor silencioso" y el que más perdió por apostar a la Argentina
El FGS fue siempre una fuente permanente de
financiamiento de los huecos fiscales que posee
el Tesoro (Fuente: archivo)
Guillermo Laborda
El principal acreedor de la Argentina no es el fondo de inversión Blackrock, ni Templeton, ni Fidelity ni PIMCO. Es el más silencioso de los acreedores. Es el que más pérdidas tuvo apostando al país. Se trata del FGS, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad bajo la órbita del ANSES. Fue creado con la estatización de las AFJP, proceso que dejó de ganancia el botín integrado por los activos que administraban.
Alejandro Vanoli informó, al momento de renunciar al ANSES, que al 23 de abril pasado el FGS administraba activos por el equivalente u$s 22 mil millones (al tipo de cambio del dólar Bolsa, dada la poca representatividad hoy del dólar oficial).
En diciembre de 2015, el FGS poseía casi u$s 50 mil millones, los que se derritieron con el despegue del dólar y el derrumbe del precio de los bonos durante la gestión de Macri. Al fin de la gestión Cambiemos, el monto bajo administración del FGS se redujo a sólo u$s 30.300 millones. El proceso de derretimiento continúa con la alta probabilidad de default iniciada en agosto de 2019 con la moda de los "reperfilamientos" que trae de la mano el calentamiento del dólar.
Según los números presentados por Alejandro Vanoli, el FGS, una suerte del "Blackrock de los futuros jubilados", poseía al 23 de abril pasado unos 1,6 billones de pesos en títulos públicos bajo el nombre contable de "Operaciones de Crédito Público de la Nación". Equivalen a u$s 14.658 millones al tipo de cambio de $ 115 por dólar. En créditos a provincias, el FGS posee $ 114 mil millones, casi mil millones de dólares.
En el informe de gestión presentado por Vanoli se destaca que "desde diciembre y hasta el 22 de abril se ha participado en cinco canjes de deuda pública que alcanzaron más de 356.790 millones de pesos, puesto que la cartera recibida exhibía una concentración de títulos públicos de corto plazo requiriendo el aplanamiento de esa curva para que el FGS pudiera recuperar su funcionalidad de financiamiento al alargar los plazos de vencimiento".
Esto significa que, fruto de esas inversiones, el FGS fue un actor central, una víctima central, de los reperfilamientos lanzados desde agosto pasado -en la gestión Mauricio Macri-, hasta ahora -en la gestión Alberto Fernández-. Cabe destacar que cuando se habla de tenencias de títulos públicos del FGS, se incluyen a los emitidos en pesos y en dólares y bajo legislación argentina y extranjera.
"Se ha invertido en títulos públicos nacionales en adquisiciones primarias por más de $ 131.602 millones y compras en mercado secundario por $ 16.349 millones, manteniéndose en permanente interacción con el Ministerio de Economía con el afán de coadyuvar en el canje de la deuda pública", señala el informe de Vanoli.
El FGS es fuente permanente en todas las gestiones de financiamiento de los huecos fiscales que posee el Tesoro Nacional. En la gestión Macri se habilitó, además, el uso de FGS como prestamista a beneficiarios del sistema previsional, los créditos ANSES, a tasa tan baja tasa como alto tinte electoralista de la medida.
En la constitución del FGS se define como su misión "preservar el valor del patrimonio buscando la rentabilidad de sus recursos, los que podrán ser utilizados para pagar los beneficios del Sistema Integrado Previsional Argentino y para hacer frente a los compromisos asumidos en la ley de Reparación Histórica". No estaría sucediendo.
Guillermo Laborda
El principal acreedor de la Argentina no es el fondo de inversión Blackrock, ni Templeton, ni Fidelity ni PIMCO. Es el más silencioso de los acreedores. Es el que más pérdidas tuvo apostando al país. Se trata del FGS, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad bajo la órbita del ANSES. Fue creado con la estatización de las AFJP, proceso que dejó de ganancia el botín integrado por los activos que administraban.
Alejandro Vanoli informó, al momento de renunciar al ANSES, que al 23 de abril pasado el FGS administraba activos por el equivalente u$s 22 mil millones (al tipo de cambio del dólar Bolsa, dada la poca representatividad hoy del dólar oficial).
En diciembre de 2015, el FGS poseía casi u$s 50 mil millones, los que se derritieron con el despegue del dólar y el derrumbe del precio de los bonos durante la gestión de Macri. Al fin de la gestión Cambiemos, el monto bajo administración del FGS se redujo a sólo u$s 30.300 millones. El proceso de derretimiento continúa con la alta probabilidad de default iniciada en agosto de 2019 con la moda de los "reperfilamientos" que trae de la mano el calentamiento del dólar.
Según los números presentados por Alejandro Vanoli, el FGS, una suerte del "Blackrock de los futuros jubilados", poseía al 23 de abril pasado unos 1,6 billones de pesos en títulos públicos bajo el nombre contable de "Operaciones de Crédito Público de la Nación". Equivalen a u$s 14.658 millones al tipo de cambio de $ 115 por dólar. En créditos a provincias, el FGS posee $ 114 mil millones, casi mil millones de dólares.
En el informe de gestión presentado por Vanoli se destaca que "desde diciembre y hasta el 22 de abril se ha participado en cinco canjes de deuda pública que alcanzaron más de 356.790 millones de pesos, puesto que la cartera recibida exhibía una concentración de títulos públicos de corto plazo requiriendo el aplanamiento de esa curva para que el FGS pudiera recuperar su funcionalidad de financiamiento al alargar los plazos de vencimiento".
Esto significa que, fruto de esas inversiones, el FGS fue un actor central, una víctima central, de los reperfilamientos lanzados desde agosto pasado -en la gestión Mauricio Macri-, hasta ahora -en la gestión Alberto Fernández-. Cabe destacar que cuando se habla de tenencias de títulos públicos del FGS, se incluyen a los emitidos en pesos y en dólares y bajo legislación argentina y extranjera.
"Se ha invertido en títulos públicos nacionales en adquisiciones primarias por más de $ 131.602 millones y compras en mercado secundario por $ 16.349 millones, manteniéndose en permanente interacción con el Ministerio de Economía con el afán de coadyuvar en el canje de la deuda pública", señala el informe de Vanoli.
El FGS es fuente permanente en todas las gestiones de financiamiento de los huecos fiscales que posee el Tesoro Nacional. En la gestión Macri se habilitó, además, el uso de FGS como prestamista a beneficiarios del sistema previsional, los créditos ANSES, a tasa tan baja tasa como alto tinte electoralista de la medida.
En la constitución del FGS se define como su misión "preservar el valor del patrimonio buscando la rentabilidad de sus recursos, los que podrán ser utilizados para pagar los beneficios del Sistema Integrado Previsional Argentino y para hacer frente a los compromisos asumidos en la ley de Reparación Histórica". No estaría sucediendo.
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