30/05/2020 - 6:01
Jubilados
“Estos vilipendiados viejitos son generadores de empleos”
El lector asegura que el sector de adultos mayores mueve el mercado de “acompañantes, kinesiólogos, nutricionistas, psicólogos, terapistas, médicos, enfermeras y asistentes geriátricos”, entre otros.
Vior
Al señor Presidente y a los legisladores les digo que se cosecha lo que se siembra. Pero les deseo que cuando lleguen a la vejez, la sociedad no les pague con la misma moneda con que hoy les pagan a nuestros viejos.
En campaña reparten anuncios a diestra y siniestra prometen lo que no tienen y cuando logran el objetivo de llegar al poder les dan la espalda. No sólo eso, les dicen que “son una carga para la economía y que mantenerlos es imposible”. Esto es indignante. Porque a aquellos que han trabajado y aportado durante gran parte de su vida no pueden matarlos con la excusa de que son una carga. Esto es un crimen, un robo y una estafa.
Los adultos mayores necesitan enfermeros y médicos
especializados. (Foto: AP/Natacha Pisarenko)
Hace unos cuantos años se morían a los 70. Hoy, “por culpa de la ciencia”, viven hasta los 90 y más allá. Y como la vejez casi siempre llega acompañada de algunas patologías que les hace necesitar de asistencia, recurren a profesionales que los ayudan a transitar está última etapa. Es decir que estos vilipendiados viejitos son generadores de empleos de: acompañantes, kinesiólogos, nutricionistas, psicólogos, terapistas, médicos, enfermeras, asistentes geriátricas. ¿Qué pasaría con estos profesionales de la salud si matamos a los viejos? Se quedarían sin empleos y hay familias que dependen de ellos.
¿Qué pasa con la clase política que hoy sólo ve el árbol y no ve el bosque? El sinsentido está a la orden del día. No se comprende el por qué de la falta de solidaridad y de sentido de bien común hacia una clase social a la que todos vamos a ingresar.
Debemos rescatar el valor de nuestros viejos. Son dulces, son alegres, son cabrones, son mimosos, independientes o requirentes de atención. Algunas tienen Alzheimer, pero nunca olvidan el calor de un abrazo. Tienen experiencia de vida para compartir con hijos y nietos (no siempre valoradas). En las culturas originarias los ancianos eran los seres con más jerarquía a los que había que consultar para tomar decisiones. Hoy los jóvenes creen saberlo todo y menosprecian la experiencia de sus mayores. Y así les va a muchos que, desoyendo a los viejos, incursionan en la droga y en el delito.
A muchas familias se les hace difícil mantenerlos en sus hogares, por lo que necesitan ser institucionalizados. No depositados. Es responsabilidad de estas instituciones reclamarles a los familiares que los visiten seguido o que estén en contacto telefónico y que los hagan participar de sus reuniones familiares. Este combo de familia, institución y profesionales permitirá que en el transcurrir de esta etapa los días fluyan más armónicos y con calidad de vida.
Julio A. Cocimano
paxargentina@gmail.com
una triste realidad!!!!
ResponderEliminarSomos la historia de los piueblos de los cuales cada uno y todos hemos y estamos aportando lo aprendido y vivido. Amamos y servimos según nuestras capacidades y hoy nos quieren desechar como un objeto que ya no es útil.queremos que se nos respete y nos hagan vivir está última etapa con amor y dignidad.♥️
ResponderEliminar... Hasta el más mínimo de los hechos, que realizamos están dentro de la Tarea.
ResponderEliminarEs muy triste todo lo que ocurre con los mayores,niño,jóvenes ,en toda la humanidad!!todos los días cada uno de nosotros creerá ,tenemos que afianzar nuestras fuerzas para no debilitamos..y seguir pidiendo al CRISTO!!!
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