31 enero, 2020
Exclusivo: la grieta de Cóndor Cliff que nunca mostraron, de la que nadie habla y por la cual llegó Cristina Fernández
OPI muestra por primera vez de manera pública la grieta abierta en el terreno correspondiente al emplazamiento de la represa Cóndor Cliff, a 120 kms de El Calafate, razón por lo cual se detuvo el avance de las obras en dicho paraje, donde está previsto levantar el primero de los dos diques sobre el río Santa Cruz.
Esta imagen no ha sido difundida por el gobierno y mucho menos por la UTE Represas Patagónicas, porque simboliza lo que desde hace muchos años venimos diciendo en nuestros informes: nunca se hicieron estudios serios, científicos y homologados, en este caso, sobre la estructura geológica del terreno en la que se va a asentar el complejo, pero tampoco se hizo nada (al menos serio) en materia ambiental y lo que se hizo, está mal.
En este primer informe vamos a resumir algunos conceptos sobre los problemas suscitados en Cóndor Cliff y que tan bien mantienen ocultos el gobierno nacional (de Macri antes y ahora de Fernández) y el provincial, IEASA (ex ENARSA) junto con las empresas contratistas que conforman una UTE, Electroingeniería y la china Gezhouba, responsables de la obra.
La comunicación
La fotografía que publicamos corresponde a la grieta producida por un deslizamiento del suelo y está ubicada en la margen derecha del río Santa Cruz, en Cóndor Cliff (dentro de la estancia del mismo nombre) en una ladera de la montaña donde se apoyará el dique proyectado.
Ni bien se dio a difusión la anomalía, la UTE Represas Patagonia, sacó un comunicado “edulcorado” donde prácticamente subestima el problema señalando que fue “producto de las condiciones geológicas del terreno, con el avance de las excavaciones, se detectó la existencia de una zona conformada por un material de baja resistencia, con potencial riesgo de deslizamiento, por el bajo ángulo de fricción interna y cohesión nula, que impone la necesidad de revisión del diseño, para reubicar las estructuras de hormigón para el desvío del río, y el vertedero de Cóndor Cliff”. Correctas las palabras pero no solo ocultan los datos más relevantes del cómo, el cuándo y el por qué, sino el origen de todo, como fue un estudio geológico comprometido e interrumpido por problemas económicos, lo cual no les permitió tener plena certeza de las condiciones de adaptabilidad del suelo.
El origen
De acuerdo a fuentes de OPI, la falla geológica no fue detectada a tiempo, por cuanto los estudios respectivos del suelo, se suspendieron en el año 2017 por falta de pago a la empresa Vapesa SRL.
Las fuentes técnicas consultadas le dijeron a esta Agencia que promediando ese año, se empezó a realizar un pozo de unos 80 metros de profundidad por 1.5 mts de diámetro, donde metro a metro se procedió a colocar una estructura o apuntalamiento sobre la cual los geólogos iban obteniendo muestras sedimentarias y realizando el estudio. Al final del pozo, comenzaron a abrirse galerías del mismo diámetro, también apuntaladas y sometidas al análisis sedimentario.
Por problemas de financiamiento, en el año 2017 la UTE Represas Patagonia dejó de pagarle a los técnicos y éstos abandonaron el trabajo. Posteriormente, las galerías y el pozo comenzaron a acumular agua, lo cual no solo no permitió seguir, sino que además, hizo inservible todo lo logrado hasta ese momento, por cuanto el estudio nunca fue completado.
Para salir al cruce en la coyuntura y sin explicar la verdad (obviamente), la UTE, tras “desmentir que hubo errores en las represas” a fines del año pasado emitió un comunicado el cual entre otras argumentaciones indicó “La UTE Represas Patagonia informa además que “ha presentado una propuesta técnica de ajuste al diseño, que fue evaluada por el Panel de Expertos Internacionales Independientes y por el Comitente. Esta propuesta contempla la reubicación de obras evitando la zona con potencial riesgo de deslizamiento. La propuesta está en etapa de definición para avanzar al diseño ejecutivo y diseño de detalle de las mismas”; y sobre los costos extraordinarios que insumirán los nuevos estudios y reparación del problema dijo “Los cambios a implementar, se realizarán dentro del mismo monto de la financiación de los bancos chinos aprobado a la fecha. El financiamiento estipulado es suficiente para la ejecución de la obra con las modificaciones resultantes de las condiciones geológicas encontradas”; falso. El problema es muy grave y el costo supera los 250 millones de dólares y son precisamente los chinos quienes estarían dispuestos a realizar el trabajo (aún sin acuerdo), por una cifra que puede ser aún mayor, le señalaron a OPI.
Fueron otros los problemas que trajeron a la vicepresidente el último fin de semana, cuando se reunió con Ferrera y el empresario chino, como lo adelantamos en nuestra primera nota al anunciar la “ reservada visita” de CFK a Cóndor Cliff (primera vez que pisó el terreno desde el 2008 día del anuncio), lo cual posteriormente fue dado a conocer como algo “protocolar” con fotos y sonrisas y nada más alejado de la realidad. Vino para que “in situ” le informaron del problema, el costo y la forma en que se puede subsanar este gravísimo asunto, que además, desnuda la incompetencia, la impericia y la improvisación con que se actúa en el apuro.
Ninguna sorpresa
Aún con esta anomalía presente en el terreno y sabiendo que la obra no se podía continuar por fallas naturales y que para revertirla se necesitaban millonarios fondos, en Piedra Buena se realizó el acto de lanzamiento y prosecución de la obra, resaltando que el último paso a cumplimentar se completaba con el llamado a audiencia pública en esa localidad para la obra del tendido eléctrico, un EIA que fue omitido cuando se planificó las represas. Esto ocurrió en febrero de 2019. Un año y medio antes, la UTE había abandonado los estudios geológicos y lo pozos de análisis ya habían colapsado. En el 2018 apareció la rajadura que OPI hoy muestra claramente en la toma fotográfica, con un condicionante que agrava aún más, lo inadmisible de esta “sorpresiva falla”. Aún así, siguieron adelante con el relato.
En el incompleto EIA realizado hace unos años, el documento ya preveía la posibilidad de que el terreno sufriera de estas falencias geológicas. Aún así y sin terminar los estudios, las obras continuaron.
El Punto 4.3 “Geología” del Resumen Ejecutivo encargado por la UTE Represas Patagonia, hablando de la composición del suelo, dice expresamente:
“…se observa una importante presencia de sedimentos que fueron acumulados durante una serie de glaciaciones de edad plio-pleistocenas que desde la región andina se proyectaron profundamente en el ambiente de la Patagonia Extrandina. Estas acumulaciones glacigénicas configuran la mayor parte de los depósitos que pueden ser reconocidos en este tramo del valle del río Santa Cruz, aunque también se localizan en él afloramientos de sedimentitas terciarias pertenecientes a la Formación Santa Cruz, y en forma muy minoritaria, las correspondientes a las sedimentitas marinas del “Patagoniense”. Por su parte, en la sección del valle que se extiende desde aguas abajo del proyectado cierre de Néstor Kirchner (NdR: corresponde a Cóndor Cliff), estas acumulaciones glacigénicas directamente depositadas por los glaciares no están presentes ya que estos no llegaron hasta esta sección fluvial, aunque la influencia de las glaciaciones también se hizo sentir en este tramo del valle y está representada por extensas terrazas sobre las cuales se acumularon gravas y arenas, cuyo origen en su mayor parte está vinculado con el agua de ablación de los glaciares que ocuparon el tramo superior. Asimismo, en esta sección fluvial alcanzan gran desarrollo las sedimentitas continentales de la Formación Santa Cruz mientras que las correspondientes al Patagoniense lo hacen en el ámbito litoral.
Cada una de estas glaciaciones dejó al retirarse una serie de acumulaciones de diversa tipología que se relacionan con los variables ambientes de sedimentación que tenían lugar en el valle durante cada evento. De esta forma se acumularon importantes secuencias de sedimentos lacustres, glacifluviales y morénicos, estos últimos según asociaciones de granulometría y estructura particulares que deben ser correctamente evaluadas debido a la heterogénea permeabilidad y grado de compactación que tienen. Por su parte, durante los periodos interglaciarios el valle fue sucesivamente excavado de tal forma que quedaron establecidos en sus laterales y en forma escalonada, un gran número de niveles de terrazas glacifluviales.
Y puntualmente sobre la zona de Cóndor Cliff aquel viejo informe hace hincapié la inestabilidad del suelo al señalar: “Por ejemplo, para la localidad correspondiente al cierre Néstor Kirchner, gran parte de la pendiente norte del valle está afectada por este tipo de proceso geomórfico, de tal forma que se observan en ella deslizamientos rotacionales, deslizamientos compuestos, expansiones laterales y avalancha de rocas, entre las de mayor presencia. Para el área del proyectado cierre Cepernic esta inestabilidad se manifiesta en forma mucho menos severa. Teniendo en cuenta que estas pendientes presentan un grado de inestabilidad elevada, se determinaron en ellas los factores condicionantes y los factores desencadenantes, internos y externos que facilitan la inestabilidad de las pendientes y propician su caída. Sobre todo teniendo en cuenta que las intervenciones que se van a aplicar en ellas, derivadas del desarrollo del proyecto hidroeléctrico, las modificarán de tal forma que es probable que en su mayor parte se incremente su original grado de inestabilidad”.
Insistimos en este dato: lo expresado en estos dos últimos párrafos y que figuran entrecomillado, es una parte textual del documento oficial denominado Resumen Ejecutivo de 132 páginas, encargado por la UTE Represas Patagonia a la empresa Serman y Asociados y firmado por Cristina Goyenechea, Directora Área Ambiente de esa Consultora.
(Agencia OPI Santa Cruz)
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