jueves, 13 de febrero de 2020

El kirchnerismo es inimputable:...








13 febrero, 2020



El kirchnerismo es inimputable: en Chaco inauguraron una pileta con el nombre de Santiago Maldonado y un aula Magna en Ushuaia






Por  Rubén Lasagno


Uno de los fundamentos del relato político kirchneristas es sostener vigente los argumentos por más inviables y absurdos que sean. La consigna está fundada en el principio goebeliano “miente, miente que algo quedará” y en ese sentido desde el 2003 en adelante la ficcionalización de la realidad es parte de una forma de hacer política: insistir que las cosas no pasan aunque los hechos muestren los contrario o forzarla insistiendo que pasan, cuando todos vemos que no es así.

Dos hechos paradigmáticos ejemplifican este fenómeno: el kirchnerismo niega “y no ve” la corrupción desembozada que por 12 años despegaron los gobiernos de Néstor y Cristina e insisten en ser negacionistas cuando las pruebas son apabullantes, los jueces y las Cámaras lo confirmaron, los procesaron y los mandaron a juicio (no a todos) pero aún así, el grupo de tareas K (políticos, el gobierno, periodistas, sindicalistas, actores etc) niegan que ha pasado lo que la realidad contradice claramente.

El caso Maldonado, con el ahogamiento del jóven Santiago Maldonado en el río Chubut es la antítesis de lo anterior. Acá el hecho ocurrió, Maldonado se ahogó por cuenta propia y en todo caso porque quienes lo acompañaban en la huida no lo socorrieron a tiempo y a pesar de que 52 peritos confirmaron el ahogamiento del jóven sin participación de terceros, el kirchnerismo lo construye como un relato donde niegan enfáticamente que los hechos ocurridos, hayan pasado así.



La muerte de Maldonado fue usada oportunamente previo a cada elección en contra del macrismo. De la misma forma, cuando en el 2017 el kirchnerismo perdió las elecciones de medio tiempo, inmediatamente se olvidaron de Maldonado y lo reflotaron previo a las del 2019 y una vez lograda la vuelta al poder, han reflotado con más fuerza la elevación del culto a categoría de “mito”, tratando de lograr la “guevarización” para su uso político, de alguien que nunca hizo méritos para destacarse más allá de ser un muchacho común, una especie de trotamundo que en algún momento se vio involucrado en un reclamo con un grupo de vándalos pseudo-indígenas, que se encargaron de sembrar el terror entre propietarios de chacras, campos y poblados en Cushamen y alrededores.



Tan exagerados como ridículos



Hace unos días leíamos en medios de Tierra del Fuego que el rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF) Juan José Castelucci bautizó el Aula Magna magna con el nombre de Santiago Maldonado y al respecto el catedrático pidió Que no se invisibilice este caso porque creemos que se trató de una desaparición forzada. Es nuestra intención acompañar a los allegados de Santiago en esta lucha“, dijo al tiempo que destapaba una placa con el nombre del joven fallecido, ante la presencia de Sergio Maldonado, el hermano del fallecido quien con un sentido de oportunismo increíble, aprovechó que por la Ley de Víctimas el macrismo le sostenía los gastos, no sólo mentía enlodando al gobierno anterior, sino que se subía al relato kirchnerista y hoy es un “salvado” por la memoria del hermano muerto.

Nótese que en el discurso del rector Castelucci, el mismo refiere una palabra clave: “… creemos que se trató de una desaparición forzada”, dijo, contrariamente a la afirmación que hacen otros sectores K, quienes directa y enfáticamente hablan de que “hubo una desaparición forzada”, algo tan ridículo desde lo discursivo como desde lo legal. Una mentira absurda inventada para sostener el mito y atacar al macrismo a quien no le faltan fisuras para entrarle, pero con esta estupidez, precisamente, le hacen un gran favor político tanto a Bullrich como al propio Macri.



El colmo del absurdo



Pero si lo de Tierra del Fuego nos parece una exageración, toda vez que el joven Maldonado no tenía ninguna competencia universitaria, ni era destacado estudiante de ese nivel, no tenía la mínima actuación dentro del ámbito ni era destacado personaje público que mereciera su nombre en un aula magna, podemos (al menos) convenir que se trata de un dislate político del actual oficialismo y la correspondiente obsecuencia del rectorado a instancias de un gobierno provincial como el de Tierra del Fuego, identificado plenamente con el kirchnerismo. Es decir, aún sin justificarlo porque no nos cierra esta politización de los claustros y encima a caballo de una mentira, se puede entender (a pesar de los reproches que podamos hacer) que sea un aporte “partidario” del rector a la casa de altos estudios, como ya sabemos pasó por años con otras universidades, incluyendo la UTN transformada en más de una década en una Unidad Básica.

Pero el absurdo del absurdo se planteó en diciembre del 2017 cuando el gobernador de Chaco Domingo Peppo inauguró un natatorio en un predio de 10 hectáreas y sin medir las consecuencias que traería aparejada su inoportuna decisión, bautizó “Santiago Maldonado” a la pileta, sin poder evitar la asociación involuntaria que hizo la gente en las redes sociales entre el objeto de inauguración y el ámbito donde Maldonado perdió la vida, en las aguas del río Chubut, donde su cuerpo permaneció por 78 días.

Pero si algo faltaba para que al absurdo fuera completo, ese día, entre bailarinas y números de gimnastas convocados para colorear el evento, en la propia pileta se organizó, por parte de los bañeros, una simulación de ahogamiento y rescate.

Casi como un culto al ridículo y a lo políticamente incorrecto, Peppo, lanzado a sostener el relato kirchnerista, se pasó de obsecuencia y no midió la paradoja que produjo con su inauguración haciendo un acto temático de lo que debería haber sido para honrar a un símbolo idealizado, que más allá de ser políticamente utilizado para sostener la mentira de las desapariciones en un gobierno democrático olvidando al verdadero desaparecido en democracia que fue Julio López y precisamente durante el gobierno K, sin tener en cuenta el absurdo, lo cual demuestra claramente con la liviandad y el desinterés que invocan el nombre de Maldonado, para sus fines absolutamente político-partidario.

(Agencia OPI Santa Cruz) 




N de R La Misère Porc:

Son tan, pero tan pelotudos, que justo le van a poner el nombre de un vago que no sabía nadar y murió ahogado por ese motivo; a un natatorio. Sin palabras

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