jueves, 18 de junio de 2015

La marioneta K para controlar la Justicia electoral





18/06/15 - 06:11hs


Luego de los aprietes de la Casa Rosada, una magistrada levantó la prohibición para tratar el pliego de Ernesto Kreplak, el candidato K a ocupar el Juzgado Federal Nº 3 de La Plata. Se trata de un ex funcionario acusado de proteger a Lázaro Báez

En momentos en que el escándalo de Santa Fe pone bajo la lupa la transparencia del sistema electoral en la Argentina, el kirchnerismo decidió echar más leña al fuego. Concretamente, pisó el acelerador para poner a dedo a un ultra K en un Juzgado Federal que podría cumplir un rol clave en el proceso electoral que se avecina, en momentos en que falta poco más de tres días para la presentación de las candidaturas que competirán en las Primarias del 9 de agosto.

Tal como lo viene informando Hoy, el gobierno busca nombrar en el Juzgado  Nº3 de La Plata a Ernesto Kreplak, un ex funcionario acusado de haber escondido información relevante -sobre el caso Ciccone y sobre el testaferro presidencial Lázaro Báez- cuando estuvo al frente de la jefatura de Gestión Registral. Eso no es todo: como representante del Poder Ejecutivo, estuvo al frente del jury que se le inició al fiscal José María Campagnoli, luego de haberse atrevido a investigar al mencionado empresario patagónico.

Ayer se conoció que la jueza porteña María José Sarmiento, que había dictado una medida precautelar para frenar el tratamiento del pliego de Kreplak, decidió rechazar in limine la acción de amparo que había presentado Ignacio Rodríguez Varela, el exsecretario de Campagnoli que había ganado el concurso para ocupar la titularidades del Juzgado Nº 3. Lo mismo ocurrió en otros 30 concursos donde el exsecretario de Campagnoli obtuvo la mejor calificación, pero nunca fue propuesto por la administración K.


El fallo de Sarmiento tiene ribetes escandalosos ya que reconoce que Rodríguez Varela no es propuesto por el Poder Ejecutivo por una decisión política. “Sin duda puede inferirse de la conducta de la Administración la intención por parte de uno de los poderes del estado de evitar el nombramiento del Dr. Rodríguez Varela en los cargos concursados, pero no está en manos del Poder Judicial modificar esa decisión a la que la ley ha otorgado carácter discrecional…”, dice el fallo. La pregunta a hacerse es la siguiente: ¿si un juez o una jueza no puede resolver este tipo de situaciones, qué le queda hacer a la ciudadanía para reclamar que se ponga fin a una situación injusta?

Recordemos que la jueza Sarmiento, luego de dictar la medida precautelar, fue apretada abiertamente por el kirchnerismo que mandó a la organización Abuelas Plaza de Mayo, que preside Estela de Carlotto y responde sin cortapisas a la Casa Rosada, a cuestionar públicamente su decisión. Desde Abuelas pusieron como excusa que están preocupadas por el destino de las causas de delitos de lesa humanidad que tramitan en el Juzgado Nº 3.  Pero nada dicen del general César Milani, jefe del Ejército nombrado por Cristina Kirchner, acusado por la desaparición de un conscripto durante la dictadura. Y hasta defienden a Raúl Eugenio Zaffaroni, el ex juez de la dictadura que hizo un libro para reivindicar el golpe de Estado de 1976 y fue acusado de rechazar habeas corpus presentados por familiares de desaparecidos.


Llamativamente, la jueza Sarmiento no sólo habría cedido a las presiones sino que lo hizo el mismo día donde la Comisión de Acuerdos del Senado, que preside el kirchnerista Rodolfo Urtubey (Salta) recibió en audiencia pública a 13 aspirantes a jueces, fiscales y defensores públicos oficiales promovidos por la Casa Rosada. Entre ellos estaba el propio Kreplak, que tendría el camino allanado para que el próximo 24 de junio el kirchnerismo imponga su mayoría en la Cámara Alta y lo designe juez.

El titular del juzgado Nº 3 es el que reemplaza, en caso de ausencia, al titular del Juzgado Federal Nº 1 con competencia electoral que, tras el fallecimiento de Manuel Humberto Blanco, es subrogado por el auxiliar escribiente, Laureano Durán, otra marioneta del gobierno, muy flojo de papeles y que reúne suficientes antecedentes de incapacidad en el desempeño de sus funciones.  Durán -que entre sus irregularidades cuenta haber nombrado amigo y militantes rentados en la secretaría electoral- corre el riesgo de ser desplazado por la Corte Suprema y de que sus resoluciones sean declaradas nulas.  Atento a esto, el kirchnerismo busca aprobar de forma inminente el pliego de Kreplak, quien actualmente se desempeña como secretario de la Cámara de Casación y es un protegido de La Cámpora.


El único impugnado

En la audiencia de ayer, Kreplap fue el único impugnado. La presentación corresponde a la diputada nacional Margarita Stolbizer (GEN), quien asegura que el aspirante no es "independiente" por cuanto fue "funcionario militante de La Cámpora" en el Ministerio de Justicia.

La comisión concluyó la reunión sin la firma de dictámenes por la falta de legisladores, por lo que volvería a reunirse el miércoles de la semana que viene. En rigor, lo sucedido ayer habría sido una maniobra para esperar el fallo de Sarmiento. Todo indica que los dictámenes se firmarán horas antes de la sesión del Senado donde se tiene que tratar la designación de Kreplak.

“La voy a seguir peleando”

“Hay un párrafo esencial del contenido del fallo de la jueza Sarmiento, donde la jueza dice que está probado que a mí el Poder Ejecutivo no me quiere elegir, pero sostiene que a ello no lo puede remediar un fallo judicial. A lo largo de los últimos diez años, como lo reconoce la propia jueza, se me ha proscripto. Yo respeto a la Dra. Sarmiento, pero existe una ilegalidad sustancial. No entra dentro de las voluntades constitucionales de un presidente de la República el proscribir a alguien”, le dijo Ignacio Rodríguez Varela a Hoy, tras conocer el fallo de la jueza.

“Acá lo que hay es básicamente una cuestión de derecho. Lo que hay que pensar es que la discrecionalidad como ente jurídico ampara la discriminación. Esto no puede ser así porque si no se llegaría al absurdo de que por la discrecionalidad no se pueda elegir como juez a alguien porque es hincha de Boca, mahometano, cristiano, judío o cualquier otra cosa como me pasa a mí y lo reconoce la propia jueza. Esto es discriminación y va en contra de la Constitución y de los pactos internacionales que ha firmado el país y de las secuencias de la Corte Interamericana que establece el principio de la previsión”, remarcó el ex secretario de Campagnoli.


 “Yo he sido ternado en 31 oportunidades para todos los fueros e instancias penales nacionales y federales, primera y segunda instancia, en el concurso para la Casación nacional. Fui ternado para la Cámara del Crimen, el Fuero Penal Económico, juez federal, juez de instrucción 18 veces. Incluso en una oportunidad se llegó a nombrar a quien había quedado en el décimo tercer lugar a 50 puntos de diferencia mío. Yo voy a seguir peleándola, voy a perseverar. Estoy obligado a seguir peleando. Me voy a seguir presentando a los distintos concursos para ocupar un cargo en la Justicia”, concluyó Rodríguez Varela.

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