diciembre 29, 2012
By Rodolfo Patricio Florido
La Presidente de la República, finalmente, 7 días después de un silencio abrumador, habló de los saqueos y habló brutalmente contra la Justicia y de manera grosera aunque indirecta sobre le fallo de la Corte.
Como hace siempre, se puso por sobre toda su propia historia y se refirió así misma como si la Historia de este país se hubiese empezado a construir solo desde su Gobierno. O sea, la Presidente habló obviando su pasado y sus responsabilidades de silencio durante el mismo y durante los 9 años de Gobierno que totaliza entre “Él” y ella.
La Presidente debería recordar que hizo campaña para ser Diputada Nacional (1989) cuando su candidato a Presidente era Carlos Saúl Menem al que su marido o como ella prefiere llamarlo… “ÉL”…, lo calificó del mejor Presidente Argentino desde Perón y apoyó al menemismo de manera intensa durante todo su primer mandato y parte del segundo y con su señora -ahora Presidente- al lado (ver video).
Porque ayer, cuando se refirió a los saqueos del 20 y 21 de diciembre de este año, señaló con absoluta claridad que fue el tercer tomo del manual del golpista y que los dos primeros tomos se escribieron con la participación del Partido Justicialista para Alfonsín y De la Rúa. “Todos lo sabemos” dijo la Presidente.
El problema es que Cristina Fernández de Kirchner es Presidente desde hace 5 años y legisladora por el Partido Justicialista desde 1989/2001. O sea, no nació de gajo y además tiene responsabilidades por ser la Presidente. En otras palabras, si como ella dice, contra Alfonsín y contra De la Rúa, hubo una conspiración golpista Justicialista o de sectores del Justicialismo y ella los conoce, debería dar los nombres y apellidos, además de abrir y liberar todos los archivos de la SIDE de esos años, de un mes antes y un mes después de los saqueos y mandar a proceso con las pruebas que debe tener o a las que debe acceder para evitar que estos mecanismos perversos de la política de la que ella presuntamente también fue afectada ahora, se prueben.
Claro… a menos que ella prefiera renegar de la historia de su propio partido y en un acto de perfecta contrición y conversión decida reescribir la historia argentina de la democracia desde 1983 y esté dispuesta también a referirse a las relaciones de dirigentes justicialistas con el movimiento carapintada que accionó contra Alfonsín y depositó en Menem la Presidencia de la Nación. Movimientos que por aquellos tiempos también eran conocidos por otros Gobernadores y que más adelante, en 1990 tuvieran su último estertor (de la mano ahora de otros peronistas y algunos radicales) aunque varios de los oficiales que otrora se levantaron, hayan ocupado y ocupen lugares dentro del Gobierno Nacional.
En resumen, la Presidente dice verdades a medias y como dicen los sabios, una verdad a medias es la peor de las mentiras. Y como dice la Presidente, no sin razón, no seamos ingenuos. La Presidente sabe que sus afirmaciones no aguantarían el peso de sus propias responsabilidades históricas y que mostrar su faceta opositora al menemismo, del segundo gobierno y ocultar su acompañamiento con su marido del ex Presidente cuando lo calificaban como el mejor Presidente argentino desde Perón, no aguanta las preguntas.
Por eso las preguntas nunca llegan ni llegarán. Porque la Presidente solo pontifica desde el ambón oficial mientras el séquito de pibes de la “Cámpora” siempre presentes para alentar, gritaba… “che gorila che gorila no te lo decimos mas si la tocan a cristina que quilombo se va armar”. El problema es que en la liturgia peronista, los gorilas son antiperonistas y la Presidente dijo que los saqueos contra Alfonsín, contra De la Rúa y contra ella misma se los hicieron desde… ¿el o parte del Partido Justicialista?… o sea, habrá entonces para la liturgia cristikirchnerista un nuevo tipo de “gorilas” de matriz ahora peronista.
Y para terminar, la Presidente denostó a la Justicia poniéndola en el presunto lugar de los cobardes y mantenidos. Es como si ahora la Justicia haya entrado en la mira de las descalificaciones y de las verdades a medias o de las mentiras absolutas. La Presidente les dijo… “No les pido que fallen contra las corporaciones, no les pido milagros. Lo único que les pido es que se encarguen de defender a los ciudadanos condenando a aquellos que saquean, que roban”.
Independientemente de lo extremadamente agraviante que es el primer concepto, el segundo es una falacia absoluta. La Justicia no hace más que aplicar los márgenes que la política estableció en los Códigos Penales existentes. Y, la Justicia no los escribe. Los escribe la política. O sea, si la Presidente quisiera, modificaría aprovechando su mayoría parlamentaria cuasi absoluta el Código Penal y no permitiría las excarcelaciones frente a los delitos de saqueos. O sea, la Presidente hizo afirmaciones para la Tribuna, porque la Presidente también sabe que en esas circunstancias pueden caer verdaderos saqueadores y / o ciudadanos que en el caos y el descontrol no supieron escapar de una situación desbordada.
Luego dijo…: “Los magníficos sueldos de los jueces, esta Presidente se encarga de pagarlos. Esta Presidente también se encarga de juntar los fondos para que ellos puedan dar los aumentos a sus empleados”…,”Además no pagan Ganancias, y esta Presidente también paga”.
Los sueldos de la Justicia son buenos pero distan de ser tan magníficos. Hay muchos funcionarios públicos ministeriales y Secretarios de Estado o titulares de empresas públicas que ganan mucho más que un Juez. También hay muchos abogados que ganan más que un Juez y que aceptar la magistratura les significa un perjuicio económico. ¿Qué está el factor de la corrupción? Por supuesto. Como en toda la vida y como en todas las profesiones. Que el sueldo sea bueno o sea malo no hace otra cosa que justipreciar la corrupción en más o en menos si la matriz de la persona es básicamente corrupta. Y punto, no demos tantas vueltas.
La corrupción no es un sistema político particular. Es una condición humana a la que muchos flaquean y a las que muchos denostan porque no tienen la oportunidad de corromperse. Así como hay personas que devuelven una billetera hay otras personas que le roban el vuelto a un quiosquero ciego.
Por último, señora Presidente, usted no le paga sus sueldos a la Justicia, excepto que usted crea que usted es todo el pueblo argentino en su totalidad. El sueldo a la Justicia lo pagan los impuestos ciudadanos que el estado, bien o mal, justa o abusivamente, cobra.
Usted tampoco se paga así misma su sueldo, ni sus gastos reservados, ni los viáticos, ni el Tango 01 para usted y sus hijos. Todo esto lo paga el pueblo argentino.
Lic. Rodolfo Patricio Florido
Muy buen artículo.-
ResponderEliminarPone los puntos sobre las ies.-