lunes, 23 de diciembre de 2013

Milani se ganó la confianza de CFK entregándole las listas de los militares comprometidos





diciembre 23, 2013
 
 
 
 
 
 Apenas Nilda Garré -entonces ministra de Defensa- relevó en el 2007 al general Osvaldo Montero como jefe de inteligencia de Ejército, nombró en su reemplazo al general César del Corazón de Jesús Milani, quien de inmediato, como prueba de lealtad, entregó la lista completa de sus camaradas en actividad y retiro que habían participado en la lucha antisubversiva. Algo similar a lo del Capitán de Fragata retirado Adolfo Scilingo cuando le confesó a Horacio Verbitsky sobre los vuelos de la muerte y finalmente quedó preso en España por orden del juez Baltazar Garzón. 

Ésa fue la prueba de amor mediante la cual Milani se ganó la confianza de Garré y Verbitsky. Mientras, su subordinado, el general Enrique Carena, del arma de caballería, designado entonces Director de Remonta y Veterinaria y amigo personal de Carlos Zannini, pudo hablar personalmente con la presidente, puenteando al general Luis Pozzi, entonces jefe de Estado Mayor del Ejército. Dada la relación de Zannini con Carena, éste se manejó con soltura, avalado por Milani, y crearon una “caja” muy importante en remonta que produjo unas ganancias suculentas que ambos generales habrían compartido con Zannini.

A la colombiana

 

Hoy Carena es el Jefe del Estado Mayor Conjunto, siendo un grado inferior del general Milani, jefe del arma por primera vez en la historia del ejército, aunque en los Estados Unidos no rige este principio, si se quiere anticuado, de nuestro ejército. Pero el hecho de que un general moderno sea superior de uno más antiguo no es porque Carena sea un oficial brillante sino por una comunidad de negocios con Milani y Zannini.

Esas reuniones de Milani con la presidente demostrando lealtad y denunciando a camaradas para que fueran detenidos hizo que ella le tomara extrema confianza. El ahora jefe del Ejército, en reuniones con subordinados de alta graduación les suele contar que se tutea con la presidente, dando a entender que mantiene ciertas relaciones con ella. Recuérdese que Amado Boudou, después de ser electo vicepresidente, alardeaba de lo mismo al decir “esta gorda me llama todo el tiempo”, grabación telefónica que llegó a manos de Máximo Kirchner, quien lo agarró del cogote. A partir de ahí, CFK le habría hecho la cruz a Boudou, que entró en desgracia al poco tiempo con el caso Ciccone.

Otra de las “virtudes” de Milani es que aprendió de empresarios kirchneristas cuál es el secreto para perdurar en el cargo. Esto es, no gastar todos los fondos negros que van para la inteligencia militar y devolver una parte importante como retorno. Así es que, de los 1300 millones de pesos que tiene de refuerzo de presupuesto para el año 2014, es muy probable que devuelva varios cientos de millones en negro. Así fue como Milani se convirtió en otra “caja negra” del kirchnerismo, por lo cual es muy valorado en la Casa Rosada y en Olivos. De ahí la insistencia de la presidente para que se confirmara en el senado su ascenso a teniente general y puede ser también que ella quiera imponer siempre sus caprichos y el día que eso no ocurra sabrá que perdió el poder, cosa que por ahora no se da.

Finalmente, lo que tiene una importancia clave es que, ante las presiones económicas de los Estados Unidos y del FMI, también estaría que la presidente acepte utilizar a las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico, como propone la Conferencia de Ejércitos Americanos con sede en Bogotá. Esto se corrobora por la reciente designación del general Alejandro Navas Ramos, ex comandante de las fuerzas armadas de Colombia, como embajador de ese país en la Argentina. Nominación criticada por el ex premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel. De este modo se produce un cambio estratégico en la política exterior argentina, como señalamos en una nota titulada “Vuelco de CFK a la derecha; se apoya en la Iglesia y el Ejército y analiza el estado de sitio“.

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