Martes 03 de septiembre de 2013
Por Fernando Laborda
Cuando el peronismo está en el gobierno, suele ocurrir que
hasta el más conspicuo de los dirigentes justicialistas olviden dónde se
encuentra la sede del partido. La tradicional confusión entre partido y gobierno
hace que todas las miradas se trasladen a la Casa Rosada o a la quinta
presidencial de Olivos, que pasan a ser las únicas sedes del poder. A tal punto
que nadie recuerda quiénes están al frente de la conducción del PJ ni la
existencia de cuerpos orgánicos como el consejo nacional y el congreso nacional
partidarios. Y si en algún momento ocurre lo contrario es porque quien ocupa el
Poder Ejecutivo Nacional ha caído en desgracia.
La presidenta Cristina Kirchner habría perdido el
monopolio de la lapicera para nominar candidatos por sí sola.
Desde 1988, cuando Carlos Menem venció a Antonio Cafiero y obtuvo la postulación a candidato presidencial en elecciones internas, el justicialismo no dirime sus postulantes a jefes de Estado de manera competitiva. Siempre el dedo de quien ocupaba la Casa Rosada pudo más.
Aunque difícilmente alguno de los gobernadores del PJ hablará sobre esta posibilidad hasta que pasen las elecciones generales legislativas del próximo 27 de octubre, el hecho de que la cuestión haya comenzado a ser explorada en sigilo y que el titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, la pida públicamente, da cuenta de un cambio. La presidenta Cristina Kirchner habría perdido el monopolio de la lapicera para nominar candidatos por sí sola.
Por ahora, la justificación pública de la convocatoria al consejo nacional partidario, después de años sin reunirse, pasará por la idea de exhibir "un partido unido" que sea "respaldo" de la Presidenta hasta diciembre de 2015, según dejan trascender dirigentes de la fuerza política gobernante. Pero, al mismo tiempo, fuentes partidarias sostienen que debería llamarse a una elección interna para constituir una nueva conducción partidaria hacia fines de este año, dado que los mandatos estarían caducos.
Cuando el peronismo está en el gobierno, suele ocurrir
que hasta el más conspicuo de los dirigentes justicialistas olviden dónde se
encuentra la sede del partido
Los resultados de las elecciones del 27 de octubre podrían ser decisivos para
determinar cuáles de los gobernadores y líderes territoriales del justicialismo
quedan más fortalecidos para influir en la conformación de la nueva conducción
partidaria. Muchos observan a Scioli, pero algunos no descartan que la propia Cristina Kirchner, que ha delegado en las últimas semanas en el mandatario bonaerense las riendas de la campaña de Martín Insaurralde, responsabilice al gobernador si la derrota del oficialismo contra Sergio Massa termina siendo más abultada que la de agosto.
Las urnas determinarán en octubre no sólo la composición del Congreso de la Nación y de las legislaturas provinciales. También decidirán qué lugar ocupará la Presidenta en la mesa de negociaciones que dirimirá su sucesión y si en esa mesa ella tendrá poder para nominar un delfín en 2015, para ejercer un poder de veto o sólo asistir en silencio a la decisión de los líderes territoriales..
Fernando Laborda | LA
NACION
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