miércoles, 25 de septiembre de 2013

CFK se habría operado de la tiroides para bajar de peso





septiembre 25, 2013
 
 

 
 
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 Varias veces analizamos la frivolidad y el cholulismo de nuestra presidente y en este terreno, dos atrás meses, nuestro colega Roberto García aportó elementos interesantes en su columna sabatina del diario Perfil. Señaló que CFK estaba adelgazando no por las razones que son usuales sino por la ingesta de múltiples dosis de Levotiroxina, el medicamento que le recetaron después de la operación de tiroides a la que se sometió en el verano del 2012, cuando supuestamente se le diagnosticó un cáncer. 

La primicia del adelgazamiento se confirmó cuando el viernes pasado, en el acto realizado de Ezeiza, se presentó enfundada en calzas para hablar en un palco compartido con Daniel Scioli, el flamante ministro de seguridad Alejandro Granados y el primer candidato a diputado por Buenos Aires, Martín Insaurralde. Su presencia fue interpretada por algunos medios como un aval a la designación de Granados en ese ministerio clave de la provincia. Pero otros medios apuntaron que no habló ni de la elección legislativa ni de la provincia de Buenos Aires sino que se refirió a ella misma y a su gobierno como es habitual en sus discursos. Sólo descendió a lo local cuando habló de refundar el polideportivo de Ezeiza que construyó el general Perón. 

Al día siguiente, por Twitter, criticó a los medios que su vez la habían criticado por su vestimenta por ser ésta inconveniente para la investidura presidencial. Apuntó entonces que los periodistas son frívolos pese a que había dicho cosas muy importantes para el país. Es evidente que su aparición con caderas disminuidas y una delgadez envidiable para cualquier mujer de 60 años, no podía pasar inadvertida para los medios de comunicación. Como es sabido, desde que se convirtió en primera dama y luego presidente mantuvo una lucha sin cuartel contra la balanza mediante dietas y ejercicios.

Autorreferencial como nunca

 

Una fuente segura nos reveló que, cuando se le diagnosticó el cáncer de tiroides, inmediatamente CFK decidió victimizarse. Lo que siguió es conocido por todos: fue operada y pocos días después se supo que no tenía ningún cáncer y que el análisis había dado un falso positivo. La misma fuente sostiene que la operación en cuestión habría formado parte de un plan de la presidente, que le interesaba ser medicada con Levotiroxina, una droga que activa el sistema metabólico y produce una pérdida de peso que no se consigue con ninguna dieta conocida. No hay duda de que la Levotiroxina tuvo un éxito notable, que le permitió mostrarse en calzas muy estilizadas en la tarima del acto de relanzamiento de la campaña electoral.
 
 Su aparición con calzas sería también un mensaje político fuerte: mostrarle a la opinión pública que lo que la mayor parte de las mujeres no puede lograr con dietas, ella sí lo consiguió, porque es única y puede lograr todo lo que se propone. Tanto o más autorreferencial y segura de sí misma que nunca se la vio el domingo en la televisión estatal entre el partido de Boca y el de River, que comenzaba a las 21.15 hs.
 
 Se transmitió allí la segunda parte del reportaje que le hizo el periodista Hernán Brienza. Ella reveló que amaba a Manuel Belgrano y Brienza le recordó que el prócer fue muy mujeriego y que dejaba rápido a sus parejas, a lo que la presidente contestó suelta de cuerpo: “a mí nunca me hubiera dejado”. Brienza repuso entonces: “se tiene mucha fe”. Y ella confirmó,” sí, me tengo mucha fe”, en otra muestra del autorreferencialismo enfermizo que padece.

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