Por Osvaldo Pepe
23/07/12
Ganímedes tomó entonces la palabra, diciendo: -De todo lo que habláis, ni al Cielo ni a la Tierra les importa un bledo. Ninguno de vosotros se acuerda del hambre que nos amenaza. Os juro que no he encontrado en todo el día un bocado de pan … Me parece que hace un año que estoy en ayunas … Y el pueblo sufre mientras semejantes sanguijuelas nadan en la abundancia.” (Fragmento de “El Satiricón”, novela satírica de Petronio sobre la vida en Roma en el siglo I dc)
El Gobierno inicia la semana más calmo, después de haber puesto paños fríos en varios frentes que, además de entorpecer la gestión y limar la imagen presidencial , impactaban con intensidad en el humor ciudadano. Sin decirlo, intervino para que el dólar paralelo no siguiera batiendo récords; también decidió sincerar el aumento tarifario del transporte para unos 2,5 millones de usuarios que no usan la SUBE y, en sordina, admitió irregularidades con la implementación de la tarjeta.
Pero, sobre todo, puso fin a la costosa pelea con el sciolismo al facilitarle al gobernador los fondos para que cancele el pago del aguinaldo a los estatales ¿Por qué dejó correr tanto tiempo Cristina hasta llegar con Scioli “a la paz en Siria” ? Metáfora presidencial por cierto excesiva , acaso fundada en la fatiga de una oratoria demasiado frecuente. ¿Por qué habrá dejado tanto micrófono libre a Mariotto, su fiel celador en suelo bonaerense, siempre dispuesto a degradar la figura política y hasta personal de Scioli?
¿Para qué tanto desgaste institucional y tensión política si al final los billetes estaban allí, en la “cajita feliz” de la ANSeS? El nuevo zarpazo al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS alcanza a $ 600 millones , a un interés del 16,5%, nada barato, pero mucho más bajo que la inflación real . La Presidenta salió del paso como pudo: “Es dinero de los trabajadores que vuelve a los trabajadores” . Ella sabe que no es así: es plata que volverá licuada, un virtual “paga Dios” futuro para las nuevas generaciones de jubilados .
Las cosas como son: es plata de los jubilados que les sacan a los jubilados , aunque el original Axel Kicillof haya descubierto que usar esos fondos sólo para sus verdaderos dueños es un vicio “reaccionario”.
Como antes con el Fútbol para Todos o los créditos para la construcción de viviendas, los jubilados, actuales y futuros, se han transformado en los prestamistas sin voz ni voto del “progresismo” kirchnerista . Hace apenas unas semanas que la Corte intimó al Ejecutivo a dar precisiones sobre el uso de los recursos de la ANSeS. Como si nada.
El Gobierno habla sin freno, como los adolescentes, y pega un manotazo tras otro a las reservas previsionales como si fuesen un barril sin fondo. No extraña tanto su desparpajo como el resignado silencio de la sociedad y la resistencia inorgánica de la oposición para denunciar semejante vaciamiento , como no sea en frases de ocasión para aparecer en los diarios.
El Gobierno inicia la semana más calmo, después de haber puesto paños fríos en varios frentes que, además de entorpecer la gestión y limar la imagen presidencial , impactaban con intensidad en el humor ciudadano. Sin decirlo, intervino para que el dólar paralelo no siguiera batiendo récords; también decidió sincerar el aumento tarifario del transporte para unos 2,5 millones de usuarios que no usan la SUBE y, en sordina, admitió irregularidades con la implementación de la tarjeta.
Pero, sobre todo, puso fin a la costosa pelea con el sciolismo al facilitarle al gobernador los fondos para que cancele el pago del aguinaldo a los estatales ¿Por qué dejó correr tanto tiempo Cristina hasta llegar con Scioli “a la paz en Siria” ? Metáfora presidencial por cierto excesiva , acaso fundada en la fatiga de una oratoria demasiado frecuente. ¿Por qué habrá dejado tanto micrófono libre a Mariotto, su fiel celador en suelo bonaerense, siempre dispuesto a degradar la figura política y hasta personal de Scioli?
¿Para qué tanto desgaste institucional y tensión política si al final los billetes estaban allí, en la “cajita feliz” de la ANSeS? El nuevo zarpazo al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS alcanza a $ 600 millones , a un interés del 16,5%, nada barato, pero mucho más bajo que la inflación real . La Presidenta salió del paso como pudo: “Es dinero de los trabajadores que vuelve a los trabajadores” . Ella sabe que no es así: es plata que volverá licuada, un virtual “paga Dios” futuro para las nuevas generaciones de jubilados .
Las cosas como son: es plata de los jubilados que les sacan a los jubilados , aunque el original Axel Kicillof haya descubierto que usar esos fondos sólo para sus verdaderos dueños es un vicio “reaccionario”.
Como antes con el Fútbol para Todos o los créditos para la construcción de viviendas, los jubilados, actuales y futuros, se han transformado en los prestamistas sin voz ni voto del “progresismo” kirchnerista . Hace apenas unas semanas que la Corte intimó al Ejecutivo a dar precisiones sobre el uso de los recursos de la ANSeS. Como si nada.
El Gobierno habla sin freno, como los adolescentes, y pega un manotazo tras otro a las reservas previsionales como si fuesen un barril sin fondo. No extraña tanto su desparpajo como el resignado silencio de la sociedad y la resistencia inorgánica de la oposición para denunciar semejante vaciamiento , como no sea en frases de ocasión para aparecer en los diarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario