domingo, 12 de julio de 2015

Mentime que me gusta : Con devaluar ya no alcanza pero nadie quiere escucharlo




12/07/201507:10

Al elector promedio argentino no le importa pero esta cuestión define su futuro: El déficit primario de los primeros 4 meses del año acumuló $50.383 que si le sumamos los interés de deuda llega a un déficit fiscal que en el 1er. cuatrimestre asciende a $81.854 millones, lo cual implica un aumento de +321% en relación a los primeros 4 meses de 2014, tal y como lo recordó la consultora Economía & Regiones.

 El aumento del déficit se debe a que el gasto (+41%) creció 15 puntos porcentuales más que los ingresos (+26%) en los primeros 4 meses del año. Este comportamiento se encuentra explicado porque las jubilaciones (+45%), los subsidios (+42%) y las transferencias a las provincias (+71%) crecen a un ritmo interanual muy superior a la inflación (+28%) y a los ingresos (+26%). De acuerdo con nuestras estimaciones, el déficit fiscal pasaría de 5.1% (2014) a 6.8% (2015) del PBIylas necesidades de financiamiento ascendería a 8.6% del PBI en 2015. 

Elaumento del peso del Estado y sus canales de financiamiento dejan sin competitividad al sector privado de la economía, que no puede hacer negocios, producir, ni exportar. Así, la falta de competitividad es un problema que excede al tipo de cambio; por lo que el problema no se soluciona sólo devaluando. Si sólo se devaluara, el encarecimiento del dólar rápidamente se trasladaría a precios y los problemas de competitividad rápidamente volverían al “mismo” punto.


"(...) En este contexto queda en claro que la falta de competitividad es un problema que excede al tipo de cambio, por lo que no se soluciona sólo devaluando. Si sólo se devaluara, el encarecimiento del dólar rápidamente se trasladaría a precios y los problemas de competitividad rápidamente volverían al “mismo” punto. (...)".


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Economía & Regiones).  Los datos fiscales de abril 2015 vuelven a mostrar una nueva y preocupante escalada del déficit fiscal  del  SPN  (Sector  Público  Nacional), que cada vez es más difícil de financiar. 
El resultado primario fue  deficitario por  $17.949  millones, exhibiendo una diferencia de casi  $18.621 millones respecto al  resultado primario registrado en igual mes  de  2014, lo cual implica un aumento de +2.772%.
Si  tenemos  en  cuenta  el  pago  de  intereses  de  deuda,  el  déficit  fiscal  se  ubicó  en  $24.103 millones,  presentando  un  incremento  interanual  de  +464%  ($19.800 millones). Este  aumento exponencial del déficit fiscal del Sector Público ocurre porque hay una gran asimetría entre la tasa de crecimiento  del  gasto  (+45%)  y  de  los  ingresos  (+25%),  que  en  abril  pasado  llegó  al record de 20 puntos porcentuales. Esta divergencia entre la tasa de crecimiento de las erogaciones y los ingresos no es nueva, sino  que  viene  profundizándose  desde  fin  del  año  pasado  y  se  debe,  principalmente, a  que hay partidas del gasto que le ganan “marcadamente a la inflación”. 
En  abril,  la  aceleración  del  gasto  estuvo  impulsada  por el  avance  de las  erogaciones  en jubilaciones (+50%), subsidios (+59%) y transferencias discrecionales a provincias (+75%).
Si analizamos los números de gasto en más profundidad, se observa que las prestaciones de la seguridad social ($39.160 millones) se expandieron, al igual que el mes previo, impulsadas por la  aceleración  de  las  jubilaciones,  que  tras  el  alza  efectivizada  en  marzo  (18,26%),  pasaron  a mostrar un crecimiento interanual de 38,6%, superior al 30% de los meses previos (recuérdese que,  por  ley,  las  jubilaciones  se  actualizan  2  veces  por  año,  en  los  meses  de  marzo  y septiembre, en base a una fórmula que toma en cuenta el crecimiento de los salarios y de los recursos tributarios y de la seguridad social). 
A este efecto se sumó también la incorporación de nuevos beneficiarios a partir de la última moratoria previsional encarada a fines de 2014, la cual habría dado lugar a 450.000 nuevas jubilaciones, de acuerdo a estimaciones oficiales. Las transferencias al sector privado crecieron en abril (+59%) más que en los primeros 3 meses del  año  (35%)  debido  principalmente  al incrementode  los  subsidios  sociales,  ya  que  las transferencias en cabeza de la ANSeS registraron un alza de 77%, que supera ampliamente al crecimiento promedio del primer trimestre (36%). 
Del otro lado, la tasa de crecimiento de los recursos muestra un pobre dinamismo a partir del desempeño de los recursos tributariosydel retroceso  de  los  impuestos  vinculados al comercio exterior. Los ingresos  tributarios  ($57.717  millones)  crecieron  en  abril tan sólo un 17%,  retrocediendo incluso respecto del ya pobre desempeño  registrado en marzo (21%).
Fue  determinante el retroceso  de  los  tributos vinculados  al  comercio  exterior,  los  cuales  cayeron  en conjunto  un 25% interanual en abril; justamente en un mes en el que tienen mayor peso en la recaudación total, como  consecuencia de  la  estacionalidad  propia de las exportaciones del complejo  agro exportador. En contraste con esto, las contribuciones a la seguridad social ($31.807 millones) aceleraron su crecimiento a 41% desde un 38% en marzo.
Datos del 1er. Cuatrimestre 2015
El  déficit  primario  del 1er.  cuatrimestre del  año  acumuló  $50.383 y si  le  sumamos  los intereses de la deuda el déficit fiscal asciende a $81.854 millones, lo cual implica un aumento de 321%  en  relación  a  los  primeros  4 meses  de  2014 ($19.457  millones). Si  les  restamos  los ingresos heterodoxos, el déficit fiscal de los primeros 4 meses del año asciende a $97.177 millones.
Este aumento del déficit se debe a que el gasto (+41%) creció 15 puntos porcentuales más que los ingresos (+26%) en los primeros 4 meses del año. Este comportamiento se encuentra principalmente explicado por el hecho de que las  jubilaciones (+45%), los subsidios (+42%) y las transferencias a las provincias  (+71%) crecen a un ritmo interanual muy superior a la inflación (+28%) y a  los ingresos (+26%).  
Paralelamente,  al igual que en abril  2015 (+14%),  la obra pública (+27%) es la única cuenta del gasto que “ajusta”.  
El aumento del déficit  fiscal dificulta  el Programa  Financierodel  Sector  Público  Nacional (SPN), cuyas necesidades financieras (en aumento) siguen fondeándose en forma creciente vía BCRA y recientementeen el mercado localde deuda en pesos. 
En el 1er. semestre de 2015 (a junio), la emisión monetaria destinada a financiar al fisco creció un 60% términos interanuales. Al mismo tiempo los BONACs, que ajustan por la tasa de las Letras del  Banco  Central  (Lebacs),  alcanzan los $31.000 millones. También se  colocaron  BONAR por US$  1.415  millones,  y se  desarmaron depósitos  del sector público  por $34.000 millones.
En conclusión, los recursos tributarios en particular y los ingresos en general pierden peso relativo dentro del financiamiento del sector público, que cada vez recurre más a la emisión monetaria y a la deuda para financiar su resultado negativo. Puntualmente, en el acumulado de los últimos 12 meses, en abril 2015 el déficit fiscal ascendió a 16% de los ingresos totales.
Cierre Fiscal 2015
El resultado Fiscal de los primeros 4 meses  del  año  confirma nuestras proyecciones fiscales 2015,  que marcan un profundo deterioro fiscal de aquí a fin de año.  
De  acuerdo con nuestras estimaciones, el déficit fiscal pasaría de 5.1%  (2014) a  6.8%  (2015) del  PBI. Paralelamente, las necesidades de financiamiento ascenderíana 8.6% del PBI. 
Las  necesidades de  financiamiento de 2015 serían cubiertas en un  56%  por el  BCRA,que aportaría adelantos transitorios ($93.215 millones), resultado cuasi fiscal ($99.300 millones) y US$ 9.528 millones  de  reservas.  
En  este  escenario,  el  BCRA  no  estaría  utilizando  todos  los  adelantos transitorios disponibles, quedando $30.000 millones más que podrían ser utilizados para financiar 2016.  
A  su  vez,  la  mayor  parte  del  financiamiento  restante  sería  proveído  por  emisión  de títulos, de los cuales (BONAC) ya hay emitidos $30.995 millones. Con lo cual restaría emitir $45.826 millones más de  BONAC para cerrar el programa financiero 2015.  El  resto del  financiamiento  es intra-sector público.
El  financiamiento  del  sector  público  y  su  impacto  negativo  sobre  el  balance  del  BCRA  será disimulado con  endeudamiento (US$11.315  millones) para 2015,  de  los  cuales  US$  8.700  millones corresponderían  al  swap  con  China (completando los US$11.000  millones totales  disponibles) y US$ 2.615  millones provendrían del BODEN 24 (US$ 1.415  millones ya emitidos y  US$ 1.200  millones por emitir).   
En  este  escenario,  luego  de  pagar el  BODEN  (US$ 6.300  millones)  en  octubre’15  y  vender  dólar ahorro por un monto total anual de US$ 6.500 millones, el endeudamiento serviría para maquillar la caída de reservas y evitar que las  mismas se ubiquen por  debajo de  US$ 28.463 millones. 
Si  el Gobierno colocara más deuda, el maquillaje aumentaría y las reservas terminarían en un nivel mayor.  Por el  contrario,  si  el  uso  del  swap  y  la  colocación  de deuda  fueran  menores,  las reservas  terminarían  en  un  nivel  inferior. 
Sin  embargo hay  que  considerar  que existe  la posibilidad de que se refinancie parte  del  BODEN  2015 y cuanto  más  logren  refinanciarmenor será la caída de reservas.
Es importante  remarcar  que  la  actual  explosión  de  déficit  fiscal  y  sus  dificultades  para financiarlo coinciden con  la  mayor  presión  fiscal  de  la  historia  argentina.  
La  presión tributaria nacional (sólo impuestos nacionales) pasó del 18% en 2004 al 26% del PBI en 2015. 
Paralelamente, en el mismo período el tamaño del gasto público se incrementó del 17% (2004) al 34%  (2015)  del  PBI.  Este  aumento  de  la  presión  tributaria  y  del  gasto  público  refleja  un incremento  del  peso  del  Estado  en  la  economía,  que  no  sólo  se  financia  con  impuestos  (que evidentemente  no  alcanza),  sino  también  con  deterioro  del  balance  del  BCRA,  emisión monetaria, inflación y deuda.
Este aumento del peso del Estado y sus canales de financiamiento le restan competitividad al sector  privado  de  la  economía,  que  no  puede  hacer  negocios,  ganar dinero,  producir,  ni exportar. 
En pocas palabras, la tasa de  crecimiento del PBI  promedia  0%  anual en los últimos 4 años, porque el sector privado se ha quedado sin competitividad debido al aumento del peso del Estado y sus 3 canales de financiamiento: presión tributaria record, impuesto inflacionario y endeudamiento con alto costo del capital.
Una forma de medir la competitividad del sector privado es considerar el tipo de cambio real pero“recalculándolo” con el aumento de la presión tributaria. Este indicador intenta captar la pérdida  de  competitividad que  padecen los  sectores  productores  como  consecuencia  del aumento del peso del Estado en la  economía; que  se  manifiesta tanto por la mayor presión tributaria  como por el avance de los costos  (la  inflación) que  genera  el exceso de emisión monetaria (impuesto inflacionario).
Luego, el tipo de cambio real corregido por el aumento de la presión tributaría se ubicaría un 19% más apreciado que hacia fines de la Convertibilidad, mostrando que el sector privado de nuestra  economía enfrenta  problemas  de  competitividad  que  le  impiden  hacer  negocios, ganar dinero y crecer,de ahí que hace cuatro años que nuestra economía está estancada.
A  mayor  presión  tributaria,  más  elevada  relación  gasto  público/PBI,  mayor  costo  del  capital, menor  financiamiento  y  mayor  emisión  monetaria,  el  tipo  de  cambio  de  equilibrio requerido por  la  economía tiende  a ser  más  elevado (depreciado) porque el  sector  privado  necesita  un dólar más caro que compense las anteriores desventajas relativas y permita “hacer negocios” con rentabilidad positiva.  
En  otras  palabras,  bajar  la  presión  tributaria,  disminuir  el  peso  del  gasto  público,  bajar  la inflación y abaratar el costo del capital son mecanismos para dotar de competitividad al sector privado, incentivándolo a que  produzca y exporte más. 
Es  decir, sería  una  forma  de  otorgar competitividadal  sector  privado sin  tener  que  generar  movimientos  bruscos  del  tipo  de cambio  (nominal);  evitando que  los sectores  más  vulnerables  paguen  los  costos  de  una devaluación.
En este contexto queda en claro que la falta  de  competitividad  es  un  problema  que  excede  al  tipo  de  cambio, por  lo que no  se soluciona  sólo devaluando.
Si  sólo se  devaluara,  el encarecimiento  del  dólar  rápidamente  se trasladaría  a  precios  y  los  problemas  de  competitividad  rápidamente  volverían  al  “mismo” punto. 
La falta de competitividad afecta negativamente la producción, las ventas y las exportaciones de  toda  la  economía,  tanto  en  el  sector  primario,  con  las  economías  regionales  a  la  cabeza, como en la industria y al sector servicios. 

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