viernes, 6 de septiembre de 2013

Inquieta seriamente la salud de Cristina





septiembre 6, 2013
 
 
 
 
 A pesar de que en el momento de la partida a Rusia el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia anunció cuáles serían las escalas de ida y vuelta que tendría el Tango 01, con Cristina a bordo, no impidió que hasta último momento se evaluara la posibilidad de volver desde San Petersburgo y realizar un corto desplazamiento hacia Alemania. Parrilli no esperó la confirmación de esta última variable y ratificó cómo sería el vuelo, en tanto los principales colaboradores de la Presidente tenían fijas en la memoria las graves consecuencias que generó la estadía en el paraíso fiscal y turístico de las Islas Seychelles, donde el charter presidencial aterrizó sin justificativo alguno.

 Por conocidas no volveremos sobre ellas, pero con relación al eventual desvío a Berlín, debemos señalar que el tema es una consecuencia de los temores que despierta el comportamiento de Cristina W. como rasgo de una inestabilidad emocional que posee potenciales derivaciones. A esta altura de los hechos, las versiones dejaron de ser simples comentarios o inferencias, para sustentarse, entre otras cosas, en la verdadera avalancha de tuits con que la Primera Magistrada busca satisfacer lo que parece una ansiedad incontenible por mantenerse en el centro de los comentarios y atención de los problemas que afectan al país. Lo más serio de este asunto es que Cristina interviene en todo los temas, ninguno queda al margen de los acontecimientos y esto hace que los principales funcionarios -a dos meses de los comicios- e incluyendo los ministros, sepan que en cualquier momento pueden ser desmentidos, sus gestiones alteradas y convertirse en el hazmerreír de la opinión pública nacional o extranjera.

 El caso más destacado, cuyos remezones se mantienen activos, es el ocurrido con la empresa de transporte aéreo LAN, que afectó las relaciones con Chile. El tema podría parecer menor haciéndolo aparecer como una impertinente irresponsabilidad de los jóvenes camporistas que lo originaron también, pero lo cierto es que detrás de lo que se pudo percibir, se dieron otras realidades expresivas del deterioro integral que soporta la Argentina.

Por un lado, el conflicto también hirió intereses brasileños partícipes de la mencionada aerolínea nacida en Santiago de Chile, lo que con seguridad ignoraba nuestra Presidente cuando lanzó al aire su comentario; en segundo lugar, el hecho revela, una vez más, que Cristina, que quiere abarcarlo todo, ignora los entretelones que siempre poseen los asuntos públicos, ignorancia que es progresiva desde algún momento del año pasado. También podemos relacionar un tercer punto importante que está referido a que ningún ministro, asesor, embajador o funcionario de jerarquía, renunció a su cargo pese a quedar afectado por el contenido de los tuits o de otras declaraciones o discursos de Cristina. Su actitud -hipotética, por cierto- podría haber contribuido a frenar los desvaríos presidenciales y a generar una situación que permitiera a los más decididos buscar otro camino al de la sumisión, que los compromete y convierte de hecho en verdaderos cómplices de lo que sucede.

En materia de complicidades, estos colaboradores saben que deben agotar los mecanismos de defensa en lo relacionado con la corrupción que los comprende, para lo cual tienen dos únicos caminos: el de mantener a Cristina en el poder, lo que es imposible o el de participar de alguna manera en la sucesión para contar con una capacidad política que los excluya de responsabilidades. Sin embargo, el derrotismo cunde de tal manera, que ahora se sabe que la reunión informativa de De Vido, de la que dimos cuenta hace poco, ocurrió en despachos bancarios oficiales y que sólo reflejan el derrotismo que parece abarcar a todo el gobierno. 

Como se recordará, dijo que “esto no va más, preparen los papeles y sepan que yo voy preso…” Los pases masivos de funcionarios nacionales y provinciales a la oposición que bulle dentro del peronismo, muestran con elocuencia esta situación, a la que no es ajena el comportamiento que se registra en los niveles inferiores como lo son, por ejemplo, los punteros que respaldan a concejales e intendentes en las bases mismas donde se teje la política. Esto confirma que en Buenos Aires, tal como lo dijimos, Sergio Massa podrá superar el 40 por ciento de los votos, lo que dejaría al cristinismo huérfano en su capacidad de maniobra. Por cierto, esto atañe directamente a Daniel Scioli, quien no concluye por dar el paso separatista de Olivos y abrir el camino para que una junta de gobernadores se encuentre con la posibilidad de ocupar los resortes definitorios de la crisis que se hondará en el país. 

Por supuesto, el futuro deparará alianzas posibles, acuerdos regionales y municipales aún inciertos pero que forman parte del deterioro del sistema político, donde las personas valen más que los partidos, en tanto fluye lentamente la posibilidad de dos frentes -centro izquierda y centro derecha- con los que podrían expresarse figuras distintas a los nombres repetidos en los medios y en los hechos. Ya lo mencionamos más de una vez, lo que nos permite invitar a nuestros lectores a repasar nombres y siglas e intenten obtener ideas y proyectos diferenciados entre unos y otros. Misión imposible. La excepción la dan los extremos, pero ésos no cuentan -al menos todavía- en las circunstancias como las que se dan en la actualidad. Asimismo, les pedimos a los lectores que reparen en el vocablo todavía que dejamos escrito más arriba, para que no los sorprenda el eventual deterioro de los acontecimientos.

Ya que estamos, no podemos pasar por alto otra cuestión que comenzó a tomar cuerpo cuando el flamante jefe del Ejército, general Milani, quiso encolumnar a la Fuerza detrás de los eslóganes y lugares comunes que caracterizan a la militancia del oficialismo. Automáticamente se generó una protesta que no se detuvo ante el espionaje interno que se realiza sobre el personal militar, y el problema se aceleró de tal manera que la figura de Milani quedó deteriorada y limita cualquier papel que Cristina tuviera en mente para contar con este general ante una situación extrema. Milani fue atacado en uno de los aspectos más positivos de su carrera, como la de haber participado de la guerra contra la subversión y así lo comentaron distintos grupos, incuso los que son críticos del militar por los temas de corrupción que lo vinculan con el estado general que en la materia reina en el país.

 Debemos añadir que tanto estos grupos como la generalizada base de la Fuerza, rechazan reemplazar a la Gendarmería Nacional en las zonas de frontera. “Nosotros, dicen, tenemos otra misión para la que estamos preparados y con la experiencia que vivimos, no vamos a correr el riesgo de sanciones por el sólo hecho de cumplir con las órdenes impartidas…”

Así las cosas, un manto de silencio cayó sobre la actividad castrense hasta que surgió el proyecto de traer más y más gendarmes de las fronteras para combatir el delito en las áreas urbanas, idea que es resistida por las fuerzas policiales, que pueden demostrar las fricciones que ocurren en la calle y en la planificación de operativos. A esto se suma la apreciación del contagio de los jóvenes gendarmes que salen de la selva y de los ríos para encontrarse con las lacras que existen en las grandes ciudades y sus aledaños, un fenómeno que también afecta a los Prefectos y a las modalidades de acción, comportamiento y objetivos que caracterizan a todas las Fuerzas que hemos mencionado.
 
 El problema es grave y tenso, pero Cristina parece ignorarlo, ahora entretenida en conocer las maravillas artísticas que prepararon los rusos para sus visitantes. A pesar del drama comunista, respetan y admiran su pasado, ahora expuesto en la cumbre presidencial donde también Cristina falló en sus intentos por colocar como tema en el G20 los reclamos que generan nuestros acreedores internacionales. Tal vez -y nada más que tal vez- haga un alto en su tarea de tuitear a la Argentina y conteste si está o no de acuerdo en pasar brevemente a Alemania para “un chequeo médico”.

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